En medio de la incertidumbre económica y política que ha caracterizado a Argentina en los últimos años, la pregunta sobre si es un buen momento para comprar o vender campos se ha vuelto relevante. La alta inflación, la agitación política y las próximas elecciones presidenciales han generado un ambiente de incertidumbre en el país. Sin embargo, la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) ha señalado indicios de una reactivación en el sector del campo, lo que plantea interrogantes importantes para los inversores y propietarios.
Las condiciones económicas locales y nacionales ejercen una influencia significativa en la demanda y los precios de los campos en Argentina. La volatilidad del mercado financiero y la inflación generalizada pueden impactar la confianza de los inversores. En momentos de incertidumbre, la demanda puede disminuir, lo que potencialmente lleva a una baja en los precios de las propiedades rurales. Por lo tanto, es crucial estar atento a las oportunidades y tomar decisiones basadas en datos económicos sólidos.
“Los propietarios de campos y estancias deben considerar una serie de factores clave al evaluar el momento adecuado para poner sus propiedades en venta. Más allá de las condiciones económicas, es esencial comprender la función del campo dentro de su patrimonio y las metas a largo plazo. Si la propiedad representa una parte significativa del patrimonio y no genera suficiente renta, vender y diversificar puede ser una opción inteligente. Además, la continuidad familiar y los herederos también deben ser parte de la ecuación. Con esto quiero decir que la decisión de venta tiene más que ver con una determinación de un análisis de la situación de cada persona.” señaló Federico Nordheimer, Director General de Nordheimer Campos y Estancias, inmobiliaria con amplia trayectoria en ventas de campos y estancias.
Asimismo, la ubicación geográfica también desempeña un papel importante en la decisión de cuándo vender un campo. Eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones, pueden afectar la demanda y los precios. En momentos de adversidad climática, la venta puede ser más difícil y los valores pueden bajar. En contraste, momentos de alta productividad y demanda pueden ser oportunidades ideales para cerrar tratos exitosos en la venta de propiedades rurales.
Si bien no existe un momento específico perfecto para vender campos, hay ciertos períodos que suelen ser más propicios. Los meses de abril y mayo, después de la cosecha, son momentos en los que los propietarios tienen una mejor idea de su rendimiento y pueden tomar decisiones informadas. Octubre y noviembre, cuando se planea una temporada productiva exitosa, también pueden ser momentos estratégicos.
“Hoy, sin duda, para maximizar el valor de una propiedad antes de ponerla a la venta, es esencial prepararla adecuadamente. Mantener la propiedad en buen estado, desde la entrada hasta las infraestructuras, puede influir en la percepción de los compradores. Mantener una propiedad limpia y bien mantenida puede aumentar significativamente su atractivo en el mercado inmobiliario rural argentino. Como todo, mientras más prolijo y más agradable más fácil es la venta, muchas veces las cosas terminan entrando por los ojos, y lo vemos como todo en la vida, uno quiere hacer las cosas en lugares lindos, no feos. Entonces si el lugar está lindo y bien preparado tiene muchas más chances que si el camino está feo o lleno de pozos.” concluyeron desde Nordheimer.