Iscamen avanza con los envíos de insectos esterilizados para el control de la plaga mosca del Mediterráneo en Bolivia que se vieron interrumpidos por la pandemia COVID-19.
En 2019, el programa de asistencia técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) licitó la provisión de insectos estériles para el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria de Bolivia. En este proceso, la producción mendocina de insectos estériles compitió con otras plantas de producción de nivel internacional y finalmente resultó adjudicada.
La producción de la Bioplanta mendocina supera los 400 millones semanales; esta Bioplanta se trata de una gran fábrica de insectos donde cada sala reproduce las condiciones de un estadio biológico de la mosca del Mediterráneo. La producción y esterilización de insectos plaga es fundamental para la aplicación de la Técnica del Insecto Estéril, que consiste en la cría masiva de insectos a los que se esteriliza para, luego liberarlos en la naturaleza y en gran número. Los insectos esterilizados pueden competir y aparearse con los insectos silvestres. Como resultado, se produce una reducción de la fertilidad de la población natural, con la disminución de la cantidad de plaga, hasta provocar incluso su desaparición.
Además de los envíos a Bolivia, recientemente se completaron los despachos solicitados por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile y el próximo jueves se retomarán los envíos a Uruguay a partir de un proyecto conjunto con la Universidad de la República para el manejo integrado de plagas. Asimismo la Bioplanta aporta el insumo fundamental para la protección de las áreas libres de mosca del Mediterráneo en Patagonia a través de tres envíos semanales de insectos estériles desde el recientemente inaugurado Centro de Empaque en el Departamento de General Alvear.
De esta forma la Bioplanta de ISCAMEN, en Mendoza, se consolida como referente a nivel internacional en la producción de insectos estériles para el control de plagas agrícolas.