La Asociación de Cooperativas Vitivinícola (Acovi) se hizo eco del Informe Anual de Superficie de VID publicado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Ese informe señala que han disminuido las superficies cultivadas en Mendoza, San Juan y Río Negro, a la vez que aporta otros datos que brindan un pantallazo de la actualidad del sector en todos sus aspectos.
La entidad cooperativa señala que es verdaderamente preocupante la caída que se observa en la superficie total de vid en Mendoza: se registró una disminución de 2.397 hectáreas en el último año y hay 5.219 hectáreas menos que en 2010. Por su parte, los viñedos, disminuyeron en 148 respecto al año anterior y 1.190 en relación al 2010. Estos números impactan directamente en la continuidad de los productores.
Es importante remarcar que, con estas tendencias, se observaría una disminución de pequeños productores, ya que ellos son quienes tienen menos herramientas y capacidad de adaptabilidad ante la falta de competitividad. El sistema cooperativo se plantea como solución para los productores ante los panoramas más complejos. Estar integrado al mercado representa beneficios como la disminución de los costos, las compras conjuntas, la asistencia técnica, la mecanización de la cosecha, el financiamiento y garantías, entre otros.
Jorge Barbero, presidente de la Cooperativa Maipú, destacó lo importante que es estar incorporados a la hora de afrontar la falta de competitividad: “Es una ventaja muy grande, se ve reflejado por ejemplo en la compra de insumos, el financiamiento para comprarlos es el puntal para el pequeño productor y esta facilidad se da al estar integrado”.
Barbero agregó que, al ser socio, “uno como viñatero tiene el asesoramiento técnico por intermedio de los ingenieros, que nos guían y asesoran” ante algún inconveniente. “Siempre intentamos estimular a que se asocien, por este tipo de beneficios, además entendemos que entre varios se puede hacer más que uno sólo” cerró el presidente de la Cooperativa Maipú.
Previsibilidad y estabilidad para la vitivinicultura
Por su parte, el subgerente de Acovi, Nicolás Vicchi comentó: “La vitivinicultura necesita previsibilidad y estabilidad. Los altibajos macroeconómicos y la falta de políticas de estado que se mantengan en el tiempo, generan perjuicios en la actividad causando desequilibrios e inestabilidad en los distintos eslabones, complicando así principalmente al pequeño productor como eslabón más débil. Necesitamos políticas públicas que fomenten el asociativismo y la integración”.
Otro dato brindado por el INV que generó preocupación en los productores fue que, respecto al año 2010, han disminuido los viñedos de menos de 10 ha. Esto quiere decir que cada vez hay más productores con mayor cantidad de hectáreas y por ende disminuyen los pequeños productores (caen más rápido los productores que las hectáreas) que tienen menos superficie cultivada y esto marca una inclinación a la concentración de la producción primaria. El cooperativismo, en cambio, busca romper este instinto con acciones de integración y fomentando la unión del productor al mercado.
En búsqueda de mejoras, la entidad considera necesario:
• Fomentar la creación de nuevos esquemas asociativos que permitan una mayor integración vertical y horizontal entre los distintos eslabones de la cadena.
• Potenciar la creación de empresas de servicios que permitan el acceso a pequeños y medianos productores a la mecanización total o parcial de ciertas actividades del ciclo, como pueden ser la poda y la cosecha.
• Eficientizar la distribución hídrica y el riego intrafinca, mediante la incorporación del riego a la demanda.
Desde Acovi afirman que para revertir esta tendencia de la situación de pequeños y medianos productores es necesario aumentar la productividad, disminuir costos y estar integrado al mercado. Además, se debe continuar potenciando herramientas de financiamiento y políticas públicas que posibiliten al productor incorporar maquinaria y tecnología en las fincas.
Fuente: Prensa Acovi