Con la etapa fuerte de la cosecha vitivinícola a la vuelta de la esquina, una pregunta habitual es si conviene alquilar máquinas para levantar la uva. Es un servicio que se paga en dólares y con la fuerte devaluación de diciembre se encareció mucho, pero la falta de mano de obra y sus ventajas hace que más de uno lo piense.
En base a consultas de este medio, el alquiler con combustible incluido cuesta entre 650 y 850 dólares por ha, más el IVA de 10,5% (lo que da un precio final de entre US$ 720 y US$ 940). Es a dólar oficial, que a la fecha en el Banco Nación está en torno a $835.
Como el dólar oficial se movía más lento que la inflación, las empresas de servicio habían optado por aumentar el costo en dólares. En 2022, por ejemplo, alquilar para hacer una cosecha mecanizada costaba tan sólo US$ 500 más IVA. Tras la devaluación anunciada el 12 de diciembre de 2023, cuando el dólar oficial pasó de casi $400 a $860 (más del doble), algunos esperaban que el precio del alquiler bajara, pero eso no sucedió.
“Hubo un sinceramiento del tipo de cambio oficial y todos pensábamos que las tarifas se iban a acomodar a los precios anteriores, pero nuestro proveedor de maquinaria no bajó nada en dólares. Al contrario, el impuesto PAíS que tenían las cosas importadas aumentó”, dijo Ramiro Martins, director de Martins Domingo, que ofrece el alquiler de cosechadoras.
De todos modos, el director de Martins Domingo asegura que “los productores siguen interesados, hay bastante volumen de trabajo” y cree que es porque los beneficios totales hacen que valga la pena pagar un alquiler de US$ 850 más IVA.
Para Martins, la elección depende de los kilos en la finca, porque si hay varias toneladas de uva (“no sólo 50 quintales que se cosechan a mano”) se pueden levantar con máquina más rápido y por menos precio que la manual, además de evitar riesgos de accidentes laborales y robos en el pago. “También, la cosecha mecánica te da cierta financiación para pagar a 30 o 60 días con un cheque, mientras que la manual se paga de contado”, dijo.
“Hay otra cuestión y es que si se demoran en cosechar manualmente, la uva se deshidrata. La uva tiene valor y el que la cosecha a mano tiene una pérdida de kilos. Y por lo general, como hay pocos cosechadores, los fletes de uva quedan con merma: llevan 4.000 kilos cuando se podrían llenar con 8.000 kilos. Cuando entras a sumar los pro y contra, no es cara la mecánica, pero no todos hacen esa cuenta”, apuntó Martins.
Cosecha mecánica y estructura
Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, su director ejecutivo, Mauro Sosa, coincidió en que hay interés en la cosecha mecanizada, a pesar de que el precio puede duplicar lo que costó el año pasado: “Hablamos de una máquina cosechadora cuyo alquiler se ubica entre US$ 650 a US$ 850 dólares por hectárea y hay esperas en algunas empresas por los turnos que ha solicitado la gente”.
Para Sosa, el atractivo tiene que ver “con la falta de mano de obra” en el campo y con que “hay variedades como la Aspirant, que la gente tarda mucho en sacar”. En cuanto a las diferencias de precio entre las máquinas, eso se debe a las características y peculiaridades de cada una, aunque también depende del viñedo y de la variedad que se quiera cosechar.
Por otro lado, Sosa recordó la importancia de tener una estructura del viñedo que sea adecuada a la cosecha mecanizada, “en caso contrario, terminás destruyendo el viñedo, y no es la idea destruir una inversión”. Si bien no todos los viñedos ni todas las variedades están adecuadas, lo que se debe adaptar es principalmente la estructura del cultivo, así como observar cómo queda la plantación después de la cosecha.
Avance y cosecha asistida
“Los viñedos que están preparados para la cosecha mecanizada, con palos en condiciones, cabecero y una buena conducción del viñedo durante la poda, creo que están haciendo el esfuerzo y van a seguir con mecanizada”, analizó Matías Manzanares, secretario de la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM).
En el análisis de Manzanares, no se trata tanto de que un sistema sea más o menos caro, sino de las dificultades para conseguir mano de obra y pelear por los precios: “Está muy complicado, hoy te piden $ 500, pero si después no les gustó el precio, te paran la cosecha y te piden $ 600. Primero, cuesta conseguir gente y, segundo, cuesta el manejo”.
Además, el secretario de AVM remarcó que “el apuro” es otro motivante, ya que hay uvas que se deshidratan y hay que sacarlas rápido. Un trabajo que de manera manual puede demorar una semana, con una máquina cosechadora se puede hacer en un día entero.
“Lo que si se está trabajando mucho también, y nosotros en AVM lo promovemos, es la cosecha asistida o semi mecánica, que es con el volcador y con los bines”, señaló Manzanares. En vez de que la gente deba correr con el tacho, llenan un bin cercano, luego un tractor lo lleva a un elevador junto al camión y ahí se levanta y vuelca el bin con las uvas.
Se estima que con 30 bines y con 5 u 8 personas se pueden hacer dos camionadas en el día, entonces ahí sale mucho más barato que la cosecha mecanizada y se puede hacer con menos gente que la manual tradicional. “Creemos que es ahí donde tiene que apuntar el productor en estos momentos”, afirmó Manzanares.