El uso del agua en la actividad agropecuaria en la provincia de Mendoza es un problema de larga data. La agricultura utiliza aproximadamente el 75% del agua disponible en la provincia y apenas el 20% de las hectáreas cultivadas se riegan con algún sistema presurizado. El principal inconveniente para la tecnificación es el factor económico, ya que se necesita una importante inversión por cada hectárea cultivada.
Cuando se habla de riego presurizado, existen tres opciones: por goteo, por pivot y por micro aspersión. Este último cada vez se utiliza menos, porque se pierde mucha agua por evaporación, mientras que el primero es el de uso más extendido en la provincia, aunque sólo 20% de la superficie cultivada cuenta con este sistema. En tanto el pivot resulta óptimo para algunas hortalizas, como el ajo y la zanahoria, y el cultivo de forrajes.
Cuánta plata se necesita para cambiar el riego en una hectárea
Sebastián Halpern, fundador y socio de Masteragua (empresa proveedora de insumos para la conducción, control y filtrado del agua), indicó que para instalar riego por goteo se debe pensar en una inversión de U$S 4.500 por hectárea, lo que incluye los materiales, la instalación y los equipos de bombeo. En tanto, para utilizar pivot, se requiere de unos U$S 3.000 por hectárea, tal como lo publicó Los Andes es su suplemento sabatino de Fincas.
Pero también apuntó al problema que tienen el productor pequeño y mediano, no sólo para acceder a financiamiento, ya que las líneas disponibles son muy pocas, sino porque no se pueden realizar nuevas perforaciones y la alternativa a eso, que es construir un reservorio de agua, tiene un valor muy alto. Por otra parte, cuando tienen un pozo, también se debe contemplar el costo energético y la potencia disponible, ya que la infraestructura eléctrica es insuficiente en ciertas zonas.
Por eso, Halpern comentó que, con otras entidades, han pedido al gobierno una política de largo plazo, con un master plan para entubar el sistema de conducción desde los diques, lo que permitiría al productor contar con agua ya presurizada. Esto, porque la mayoría de los embalses, se encuentra a mayor altura que las fincas, por lo que, por esta diferencia, no sería necesario que las propiedades agrícolas contaran con sistemas de bombeo.
El empresario manifestó que se debe eficientizar la conducción del agua hasta las fincas, para después ver cómo se optimizan los sistemas intrafinca.
En esto también se debe incluir la reutilización de aguas tratadas, ya que es mucho el caudal que se pierde. En este último caso, acotó, se podrían colocar bombas en las plantas cloacales, cuando el líquido ya ha sido tratado.
Como contraparte, consideró que el agua hay que cobrarla como corresponde, ya que la de Mendoza es una de las más baratas en el mundo y, de esta manera, se favorece un uso más eficiente por parte de los productores.
Además, señaló que es un proyecto para concretar en 20 o 30 años, pero que en algún momento se debe comenzar. Sumó que hay préstamos a nivel mundial para financiar la construcción de este tipo de infraestructura.
Cómo lograr financiamiento
El Gobierno de Mendoza abrió la tercera convocatoria de Mendoza Activa 3, un programa que reintegra entre 40% y 50% de las inversiones realizadas en la provincia. Una de las líneas de financiamiento es la de eficiencia de riego.
¿Cómo inscribirse? En esta ocasión hay tiempo hasta el 8 de mayo y la inscripción es online. Para acceder hay que ingresar a la página de Mendoza Activa, donde figuran todos los rubros que abarca el programa. Luego de seleccionar la opción de eficiencia de riego.
Una vez dentro de la línea seleccionada, el sistema va guiando al usuario para presentar tanto la documentación como el presupuesto necesario para concretar el proyecto. A partir de allí se genera un número de ticket que tiene seguimiento e información permanente para el postulante, lo que da transparencia a todo el proceso.