Cuarta cosecha magra de la ciruela para industria

Panorama preocupante. Se estima que esta temporada se recolectarán cerca de 34 mil toneladas, un 44% menos que en 2021. Las contingencias climáticas y la falta de inversiones son las principales causas de la caída.

Cuarta cosecha magra de la ciruela para industria
La cosecha de ciruela de este año será una de las peores en la historia. / Los Andes

Con un pronóstico de cosecha desfavorable (realizado por el Instituto de Desarrollo Rural) y los problemas de altas temperaturas, el sector de la ciruela para industria mira con preocupación la presente temporada. Es que se trata del cuarto año consecutivo de baja producción y las condiciones no están dadas para que los productores puedan levantar cabeza.

Los datos del pronóstico frutícola del IDR indican que la cosecha de este año será una de las peores en la historia, con 33.865 t (toneladas) pronosticadas en una superficie de alrededor de 10.299 ha (hectáreas). Ese número es un 44 % menor que la cosecha de la temporada pasada, con 60.571 toneladas.

Con una predominancia de la variedad D’Agen, la cosecha pronosticada se divide principalmente en 26.021 toneladas en la zona Sur (8.431 ha) y en 7.062 t en la zona Este (1.630 ha). También hay otras producciones menores: 368 t en la zona Norte (112 ha) y 414 t en el Valle de Uco (126 ha). El rendimiento promedio de tonelada por hectárea es de 3,3 t/ha.

El coordinador técnico del IDR, Alfredo Baroni, comentó que la tendencia que analizaron a fines del 2021 sigue vigente para los primeros días de febrero, cuando suele iniciar la cosecha, y que no habrá “grandes cambios respecto a lo que estaba pronosticado”. De todos modos, valoró que el sector haya ganado en institucionalidad, conformando en 2020 el Clúster de Ciruela Industria de Mendoza con acciones como un censo de producción.

El presidente de ese clúster, Juan Carlos Morillas, analizó que la baja en la producción se debe por un lado a los efectos de la helada y por el otro a la falta de labores culturales por falta de recursos. “Ya llevamos cuatro años consecutivos con heladas importantes. La cosecha de este año será la cuarta pobre”, lamentó Morillas. La mala de cosecha de un año lleva a recortar la inversión para el otro y así se entra en una espiral negativa.

“De acuerdo a lo que vimos en las ultimas reuniones que hemos tenido, los técnicos han llegado a la conclusión de que por ahora el riego subarbóreo sería la mejor manera de mitigar la helada, ya que quemando combustible no se resuelve cuando las heladas son muy elevadas”, analizó Morillas. Es así que algunos miembros del clúster invirtieron en la instalación de esa defensa y lograron salvar casi toda la producción para esta temporada.

En cuanto a la productividad, el presidente del clúster sostuvo que para una producción con rindes razonables “no solo tiene que haber un buen riego, sino también una buena conducción y fertilización”. Su expectativa es que los productores puedan invertir a través de herramientas y programas estatales: “Después de cuatro años de heladas, los productores están muy afligidos financieramente como para hacer nuevas inversiones. Están haciendo lo que pueden”.

Cuidado con el calor

La estación experimental agropecuaria del INTA en Rama Caída es una de las entidades que trabajan con el clúster para poder fortalecer al sector. Desde allí, el investigador Hilario Lázaro lamentó la baja cosecha pronosticada para este año, a la vez que definió que se debe trabajar en distintos factores como la nutrición de los cultivos y la defensa contra contingencias climáticas.

En cuanto a las heladas, en el INTA Rama Caída se trabaja en la técnica de control por riego subarbóreo. No es el sistema supraarbóreo, que genera un “iglú” sobre el fruto, sino que aquí se actúa por debajo de la copa, para mojar o congelar la vegetación del suelo y hacer una transferencia de calor al aire alrededor.

“Se busca afinar los límites del sistema. Hay que trabajar mucho con el sitio, generar un ambiente más templado alrededor de las plantas. Hay toda una serie de cosas que se analizan, como las escalas mínimas de control”, comentó Lázaro. Ocurre que este sistema trabaja en medio de un ecosistema y se está a la deriva del aire en general, por lo que requiere de varias mediciones.

De todos modos, Lázaro señaló: “Muchas veces se dice que la mala cosecha es por helada, pero no siempre es así. Si ves las estadísticas, en los durazneros u otros frutales no tenés la falta de fruta recurrente como en la industria de la ciruela”. Así, enumeró otros problemas como las altas temperaturas en la etapa de premaduración.

En consonancia con los elevados calores de la última semana, el investigador señaló que, de principios de diciembre a mediados de enero, los ciruelos son sensibles a los golpes de calor. “Eso genera un síntoma de mancha roja, que afecta en diferente medida y este año será particularmente severo. Además de partir con poca fruta, puede haber grandes mermas por mancha roja”, advirtió Lázaro.

El daño de la mancha roja en algunos cultivos puede afectar un 10%, pero en otros 50%. El riego subarbóreo (de defensa para heladas) también puede usarse en verano para “refrescar” y disminuir en 10 º la temperatura. “Son sistemas muy efectivos pero limitados en agua. No tenemos una capacidad ilimitada, salvo que se cuente con una perforación importante”, detalló Lázaro.

Desde la producción

Un productor de ciruela industria conocido en el sur provincial es Sergio Morbidelli, directivo de la Cámara de Comercio de San Rafael. En su visión, en términos generales la cosecha será baja en todo Mendoza, por distintas causas: la helada, la falta de agua, poca fertilización y la falta de labores culturales.

“Todo el sector está inmerso en un círculo negativo de menos cosechas, por ende pérdida de rentabilidad y menos dinero para hacer las labores culturales a la finca. Eso se ve reflejado en esta nueva cosecha, de las más bajas en los últimos 20 años”, apuntó Morbidelli. Si bien la helada influye, señaló que incidió menos donde hay plantas más cuidadas y afectó más en lugares donde faltaron labores culturales.

Todavía el sector no está definiendo precios, aunque se estima que sean elevados después de tres años con bajas cosechas. Además, como Mendoza es la principal productora nacional, no se pueden traer de otras provincias.

Más allá de las complicaciones que se han dado esta temporada, para Morbidelli el futuro es promisorio: “La ciruela es un producto saludable que no se produce en cualquier lugar del mudo. En Argentina estamos en uno de los cuatro principales lugares donde se produce ciruela, junto con Estados Unidos, Francia y Chile”.

El productor de San Rafael aseguró que es importante el rol que cumple el clúster (en el cual participa como representante de la cámara sanrafaelina) para clarificar un poco el camino a seguir. “Hay que participar, el clúster va a ayudar a sacar al sector adelante, buscando caminos para eliminar viejos problemas”, comentó Morbidelli.

Por otro lado, el productor instó a los productores a que participen. “Sé que en el 95% de los casos el entusiasmo está bajo, pero estoy convencido de que estamos en el camino correcto”, comentó.

El censo de la ciruela para industria

Una de las novedades del sector tiene que ver con un censo especial que inició el IDR con apoyo del clúster en 2021 y está pronto a finalizar. Con un avance al 70 %, se pueden ir comentando algunos resultados parciales.

Cecilia Fernández, técnica del IDR, afirmó que están vislumbrando “una pérdida de fincas del sector de ciruela industria del 35%” con respecto al Censo Frutícola Provincial 2010. Esto quiere decir que más de 1.000 fincas ya no tienen más el cultivo, el terreno ya no es una finca o sus productores han cambiado a otros cultivos.

En cuanto a la edad de productor, los datos parciales señalan que 1 de cada 3 tiene más de 70 años, mientras que el 54% está arriba de los 60 años. “El 86% es gente que tiene ya una historia de trabajo frutícola, con más de 10 años de experiencia. Entonces tienen una especialización, un trabajo interesante en el sector de fruticultura y especialmente en el sector de ciruela para industria”, agregó Fernández.

También se preguntó cuáles son las problemáticas para llevar adelante la producción y el podio de las más elegidas lo ocupan las heladas (93%), la cantidad de agua (79%) y el granizo (70%). En cuarto y quinto lugar figuran la “mancha roja” (26%) y la calidad de agua (12%)

Los datos parciales indican que el 82% de las fincas son de menos de 5 hectáreas, es decir que son minifundios, un dato que se sostiene a lo largo del tiempo. Sí se nota un crecimiento del riego presurizado, que pasó del 5% en 2010 al 13% en 2021.

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