La nuez es el pequeño tesoro que crece en Mendoza, una realidad que se está consolidando y posicionando, por la superficie cultivada, como el fruto seco por excelencia que se produce en la provincia. Sus beneficios para la salud son cada vez más demandados y evidentes, un ingrediente que cada vez gana mayor protagonismo en la cocina. Entre sus beneficios también supera al salmón en contenido de omega-3, siendo una opción invaluable para aquellos que buscan mejorar su salud cardiovascular y también funciones cerebrales.
Con un 60% de grasas “buenas” (como el omega-6 o linoleico), las nueces se han convertido en un aliado vital para el corazón y el cerebro. Además de estas grasas saludables, las nueces contienen proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes, ofreciendo un paquete completo de nutrientes esenciales. Con tan solo cinco nueces al día, se logra un aporte significativo de vitaminas y minerales, lo que las convierte en una opción versátil para incluir en diversas recetas, desde budines hasta platos salados.
Un dato sorprendente es que por cada 28 gramos de nueces, se obtienen 2,5 gramos de omega-3, el doble de la cantidad diaria recomendada para aquellos que buscan mantener controlado su colesterol. Además de ser beneficiosas para el corazón, un puñado de nueces mejora diversas funciones del organismo, desde el funcionamiento cerebral hasta el sistema digestivo y reproductivo. También se ha demostrado que favorecen el sueño, ayudan a la memoria y previenen el mal de Alzheimer, además de regular el tránsito intestinal.
Radiografía del productor
Mendoza, con su extensa superficie de cultivo de nogales, se ha convertido en la principal exportadora de nueces en Argentina, con mercados ganados en Europa y Chile. La provincia ha experimentado un notable crecimiento en la producción de nueces, con un aumento del 57% en la superficie cultivada desde 2010. Según el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), hay más de 500 fincas dedicadas a este cultivo, con una superficie promedio de alrededor de 10,2 hectáreas por finca.
A pesar de las dificultades climáticas que han afectado a la fruticultura mendocina, la producción de nueces sigue en expansión. “El nogal tiene un requerimiento hídrico, especial, el mayor de todas las especies a las que estamos acostumbrados en Mendoza, por el tamaño de la planta, y hasta el final del ciclo demanda agua, alrededor de 1.000 o 1.200 mm al año, frente a cultivos que demandan 600 a 800 mm”, señaló Manuel Viera, coordinador técnico de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza,
La superficie cultivada se distribuye en el oasis Noreste (Luján de Cuyo; Lavalle, Maipú, Guaymallén, Las Heras, San Martín, Rivadavia, Junín, La Paz y Santa Rosa), en tanto el Valle de Uco (Tunuyán, Tupungato y San Carlos), mientras que el oasis Sur se concentra principalmente en San Rafael y General Alvear. San Rafael es el cuarto productor a nivel provincial, después de los tres departamentos de Valle de Uco, con 340 hectáreas y 60 fincas productoras.