A las objeciones que le hacen al consumo de carne los vegetarianos y, especialmente, los veganos, quienes señalan que se trata de un acto de crueldad animal, se ha sumado en tiempos más recientes el señalamiento del impacto que la ganadería produce en el medio ambiente. Los ganaderos argentinos han expresado que muchos estudios provienen de otras partes del mundo y que en nuestro país la producción es diferente y la generación de gases de efecto invernadero producto de la digestión de los animales se compensa con otros factores, como las pasturas.
En este contexto, existe un creciente interés por parte de los consumidores a nivel mundial de conocer el desempeño ambiental de los productos, en particular para el caso de los alimentos. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) firmaron esta semana un convenio para desarrollar, en conjunto, el proyecto “Determinación de impactos ambientales de la carne bovina conforme al sistema de Declaración Ambiental de Producto”.
La propuesta técnica a desarrollar contempla la modelización y análisis tanto del sistema productivo primario, como del industrial y de consumo, incluyendo también a la logística y el transporte, entendiendo al análisis de ciclo de vida “desde la cuna hasta la tumba” (o, como se le dice en inglés, from cradle to grave) para la carne bovina sin hueso, refrigerada y envasada al vacío.
El presidente del INTI, Rubén Geneyro, expresó que, consideran que el análisis del ciclo de vida y las declaraciones ambientales de producto “son herramientas de gran valor para aumentar la competitividad de nuestra industria mediante la mejora de su desempeño y una comunicación objetiva, científica y confiable”.
En el proyecto participan 28 establecimientos industriales y 84 de producción primaria, representativos de todas las regiones productivas de nuestro país. El conocimiento de los impactos ambientales permitirá a los diferentes actores de la cadena de valor diseñar y ejecutar acciones orientadas a su reducción y asimismo certificar a futuro sus declaraciones ambientales con el INTI, en su rol de hub regional del sistema EPD International.
El estudio tendrá una duración de 18 meses y es importante destacar que esta iniciativa constituye una experiencia de interacción público-privada que registra pocos antecedentes a nivel internacional. Si bien existen algunas iniciativas privadas que demuestran la aplicación de esta metodología en empresas de distintos países, el estudio resulta inédito a nivel de cadena de valor sectorial.
Geneyro subrayó que “la sustentabilidad y la contabilidad ambiental tienen una importancia creciente: los consumidores demandan productos más sustentables e información rigurosa, las empresas exigen a sus proveedores información sobre la cadena de suministro y los gobiernos utilizan la contabilidad ambiental para proteger sus mercados”.
Por su parte, el presidente del Ipcva, Juan José Grigera Naón, aseguró que “de este estudio van a surgir las pruebas indiscutibles de la sostenibilidad de la producción de carne vacuna argentina, un aspecto fundamental en la discusiones que se dan en los distintos foros internacionales. Y ello conllevará a una más sólida inserción de nuestro país en los mercados internacionales de carnes”.
En tanto, la vicepresidenta del INTA, Nacira Muñoz, destacó el aporte técnico y científico del instituto para desarrollar e implementar mejoras en toda la cadena. “Es sumamente importante conocer el estado actual de situación en términos de trazabilidad y del impacto ambiental”, explicó. Además, agregó que “esta información de diagnóstico permitirá corregir, de ser necesario, las perspectivas” y subrayó que “la corrección y el abordaje siempre es parte de una propuesta de desarrollo e implementación”.
Este proyecto tiene una importancia estratégica para nuestro país, dado que la posibilidad de contar con información sobre el desempeño ambiental es clave para la construcción de nuevos pilares de competitividad que fortalezcan el prestigio de la carne vacuna argentina en los principales mercados del exterior y asimismo para facilitar la adopción de métodos de producción sustentables que satisfagan las crecientes preocupaciones ambientales de los consumidores.