Diana Fornasero: “Diseñamos los vinos para que sean los mejores, no para los 100 puntos”

La flamante enóloga de Viña Cobos habló con Los Andes acerca del desafío de hacer uno de los vinos de alta gama más caros de Argentina. Cómo viene la nueva cosecha y qué se puede esperar.

Diana Fornasero: “Diseñamos los vinos para que sean los mejores, no para los 100 puntos”
Diana Fornasero entrevista

El final de la cosecha marcó en Viña Cobos la conclusión de la etapa de Andrés Vignoni como enólogo principal de la bodega. A la hora de pensar en su remplazo, lejos de buscar afuera, Paul Hobbs encontró la respuesta en el “semillero” que tiene la bodega y, de manera muy natural, como lo definieron desde la empresa, la dirección quedó ahora en manos de Diana Fornasero, quien hasta el momento era la segunda enóloga de Vignoni y quien ha transitado literalmente por todos los puestos dentro de la estructura de la empresa.

En una charla con Los Andes, la flamante responsable de hacer uno de los vinos más caros del país se mostró “muy contenta con el nuevo desafío” y marcó sus objetivos: “Tener los mejores vinos de Argentina” y “ser grandes competidores a nivel mundial”. Además, contó lo que se viene en esta nueva cosecha, su relación con reconocido winemaker estadounidense y más.

- ¿Cómo se dio el traspaso?

- Con Andrés (Vignoni) siempre trabajamos mucho en equipo. Él se encargaba mucho más de comunicación, diseño de los vinos y toda esa parte, pero en todo lo que era la cuestión técnica y enología productiva siempre me encargué yo. Así que desde ese lado fue muy cómodo. La transición fue súper tranquila. Más allá de que en algún punto fue mi jefe y compañero de trabajo, somos muy amigos con Andrés. Fue todo muy normal.

Tuvimos una cosecha muy tranquila y de mucho aprendizaje, porque me tocó ahora situarme, no sólo desde el lado técnico, sino también en los vinos que uno quiere hacer.

- ¿Cómo fue esta cosecha 2022 para Viña Cobos?

- En cuanto a la calidad fue muy buena. Esta vez hay mucha más intervención mía en el diseño de los vinos que en otras temporadas porque en definitiva soy quien quedó en la bodega. Trabajamos mucho con Andrés, debatiendo las decisiones, mucho trabajo también con Paul (Hobbs), quien estuvo presente en la cosecha.

- ¿Cuál es el toque que le has aportado a esta nueva añada?

- Para nosotros es súper importante el hecho de que Viña Cobos tiene su sello propio, independientemente del enólogo que esté detrás. La bodega es un equipo de trabajo en el que todos sabemos la filosofía hacia la que vamos: estar presentes en el detalle, hacer vinos pulidos, estar enfocados para que el consumidor encuentre en cada botella calidad, concentración y perfil. Eso en esta cosecha y todas las anteriores, más allá de la persona técnica que diseñó el vino.

- ¿Cómo van a ser los vinos de Viña Cobos en 2022?

- Son vinos que vienen bastante enfocados y con buena madurez. Tuvimos la suerte de poder tener los cabernets el mayor tiempo posible en la planta, para poder tener buena madurez polifenólica y buen color. La cosecha la terminamos el 19 de abril, lo que para nosotros es muy bueno.

Las fermentaciones están sucediendo increíblemente bien. Hay mucha fruta roja y negra. Los lotes de Felino están muy expresivos, con mucha energía, y los componentes para las líneas altas tienen muy buena concentración. Creo que 2022 va a ser un gran año.

- ¿Cómo se encara el desafío de hacer uno de los vinos más caros e icónicos de Argentina?

- No me vas a creer, pero para mí es súper desafiante hacer desde Felino hasta Cobos. Le ponemos el mismo esmero a todas las líneas. Cobos es nuestro ícono, donde tenemos todos los detalles súper aceitados: la selección de las plantas, de cada racimo, el estudio del viñedo, de la parcela, la forma en la que llega la uva a la bodega. Es unir todos esos detalles y es como la frutilla del postre de nuestra bodega, pero trabajamos igual con todas las líneas y así lo afrontamos.

- Desde el punto de vista técnico, ¿qué es lo que les queda por mejorar?

- Estamos con mucho desarrollo en el viñedo. Para nosotros es súper importante entender que el vino se hace desde la finca. Diseñamos los vinos desde la planta, desde el momento de la poda, por lo que el trabajo que hacemos con los ingenieros agrónomos es súper importante. Salimos mucho a recorrer los viñedos determinando cómo va a ser cada momento de ciclo madurativo de la planta, pero siempre en bloque. Todo el equipo sabe los vinos que queremos hacer y está genial poder trabajar así.

- ¿Cómo son los vinos que quieren hacer?

- Buscamos mucha concentración, mucha fruta y que sean vinos con la madurez exacta. Queremos que estén muy pulidos y cuidados en cuanto al color, la acidez y la fineza del tanino.

- Si bien hasta el año pasado no hubo grandes cambios en el portfolio, ¿con tu ascenso pensás incorporar nuevas líneas o productos?

- Si, la búsqueda siempre está. Lo que sale al mercado es porque estamos convencidos de que la calidad del producto está a la altura de lo que ya tenemos establecido en el mercado con la bodega. Nunca vamos a largar un ensayo para ver cómo sale. Hacemos un estudio desde el viñedo hasta la bodega antes de decidir que una línea sale al mercado. Eso es lo que pasó con Vinculum.

- ¿Cómo es tu relación con Paul Hobbs?

- Tengo muy buena relación con él, así como Paul tiene buena relación con todo el equipo. Trabajamos codo a codo. Si bien él está mucho en Estados Unidos, está muy presente para hacer los cortes o en la cosecha para determinar los puntos. Somos un equipo y, cuando tomamos decisiones, lo hacemos todos juntos. Yo no estoy sola, Nicolás Antich es mi mano derecha en la bodega.

- En la industria, los puestos de decisión siguen estando en su mayoría en manos de hombres.

¿Cómo fue tu experiencia al asumir en un puesto tan importante?

- De parte de mis colegas he recibido muchos llamados para felicitarme y nadie ha cuestionado la decisión, lo mismo que en el equipo. Está bueno que sea así, que no genere ruido que sea una mujer quien esté en el puesto. Tras la salida de Andrés, Paul habló inmediatamente conmigo y acepté, fue todo muy natural.

En cuestiones de género, dentro de Viña Cobos está casi dividido en un 50% la relación entre hombres y mujeres. Dentro del equipo de Paul también. En sus equipos de Estados Unidos y Galicia las cabezas también son mujeres.

- Viña Cobos ha sido siempre una bodega muy reconocida por la crítica. ¿Qué tan importantes son los puntajes para vos?

- Los puntajes son consecuencia de lo que hacemos. Nos pone muy contentos que el trabajo logre después 100 puntos, pero no diseñamos los vinos para eso. Lo hacemos para tratar de tener los mejores de Argentina y siempre pulimos para tratar de llegar a la perfección. Si bien no existe la perfección, trabajamos para eso y para tener grandes vinos que pueda disfrutar el consumidor. Los 100 puntos son un regalo para el trabajo de más de 70 personas que integran la bodega y ponen su esfuerzo para obtener eso, pero la prioridad es la calidad y dejar el vino argentino bien arriba.

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