La producción de durazno industria se encuentra en un proceso de transformación, evolución y cambio.
Esta fruta se produce en pocos lugares en el mundo: California, Grecia, España, Australia, Sudáfrica, China, Brasil, Chile y Mendoza. Globalmente, la producción de fruta muestra una tendencia decreciente en los últimos diez años.
Anualmente la superficie cultivada se reduce, la creciente escasez de recursos (mano de obra, tierra, agua) hace que los productores erradiquen durazneros y los reemplacen por otros cultivos.
El consumo de los productos elaborados también presenta un volumen decreciente, sobre todo en los formatos tradicionales (envases de hojalata). Nuevas tendencias de vida sana y cambios en los hábitos alimentarios llevan a cambiar productos industrializados por productos frescos.
No obstante, el sector evoluciona en lo agrícola, industrial y comercial, adoptando nuevas tecnologías de cultivo, de proceso y comercialización.
En lo agrícola la principal evolución se está dando en España, Chile y Argentina, nuevos sistemas de conducción, nuevas variedades con genética muy superadora, tecnologías de cultivo avanzada, están logrando grandes cambios en la productividad del cultivo. Esto lleva a mejorar sustancialmente los ingresos y bajar los costos, aumentando la rentabilidad y sustentabilidad de los agricultores.
En Argentina se está produciendo un fenómeno de concentración de la producción: en 25 productores (6 de ellos industriales) se concentra el 80% de la producción de fruta; en 3 de ellos, el 40% del total. Los productores que avanzan incorporan nuevas tecnologías, nuevas variedades y aumentan sus áreas cultivadas con lo que obtienen escala, mayor eficiencia operativa y sobre todo un fuerte aumento de productividad.
La producción se ha concentrado (85%) en el Valle de Uco, aunque se están desarrollando proyectos muy importantes en el Este y Norte de la provincia. En el Alto Valle de Rio Negro, han comenzado nuevos proyectos agroindustriales.
En el sector industrial, los avances han sido escasos, la industria más moderna de Mendoza tiene tecnología de hace 25 años. Mientras el mundo avanzó en automatismos, robótica, mecatrónica, machine learning, digitalización, aquí no se han realizado cambios en las operaciones industriales. Tampoco se ha avanzado en nuevos productos, formatos, packaging. La demanda concentrada mayormente en un mercado interno cada día más retraído ha fomentado ese estancamiento.
En síntesis, tenemos una industria antigua, obsoleta, muy poco eficiente y costosa. Sin innovación ni cambios. Elaborando los mismos productos que hace 40 años.
En el sector comercial se están produciendo cambios importantes en el mundo; nuevos productos, nuevos envases, distintos canales de venta, e- commerce, plataformas digitales (Amazon), cambios en la logística y distribución. Todo esto lleva a nuevos hábitos de consumo y cambian el público objetivo, los volúmenes y los márgenes de retorno.
Desde el consumo, cambian el tamaño del envase, porciones individuales, con el producto a la vista, bajo contenido calórico, más saludable. Dirigido a consumo ocasional, laboral, escolar y esparcimiento. El segmento institucional (catering) ofrece el mismo producto en un envase de mayor volumen.
En los últimos veinte años, el mundo ha cambiado demasiado, y lo sigue haciendo, el cambio no se detiene. El negocio del durazno industria ha seguido este proceso en el mundo, no así en Argentina.
Salvo el sector agrícola, donde estamos alcanzando estándares iguales o superiores a los internacionales, en el resto estamos cada vez más atrasados, esto nos lleva a falta de competitividad para exportar y a quedarnos sometidos a un mercado interno cada vez más reducido y empobrecido.
El próximo 19 de abril se realizará en Mendoza el Segundo Foro Nacional de Durazno Industria, su lema es “Cambios y Oportunidades”. Los Cambios ya están aquí, las Oportunidades también; depende de nosotros, de cada uno de los actores del sector como tomarlos. En ello va el futuro de la principal actividad agroindustrial frutícola de la provincia.
Tema aparte: la cosecha actual
Luego de los daños producidos por las heladas tardías de octubre y noviembre, la producción de durazno industria se redujo entre un 20 y 25% en Mendoza. No se han producido daños relevantes por granizo.
La cosecha comenzó con una semana de retraso en relación a las fechas normales. Las altas temperaturas mínimas nocturnas de fines de diciembre y enero provocaron menores pesos de fruta en las variedades tempranas, reduciendo los rendimientos por hectárea esperados.
Para las variedades medias y tardías se espera que los valores sean normales. El aumento de la humedad atmosférica mejora las condiciones de rendimiento de los cultivos, aunque aumenta el riesgo de enfermedades.
La reducción de producción que se viene produciendo desde el 2018, (independientemente de las heladas), se debe al envejecimiento y desaparición de los montes de duraznero industria. El 30% de los cultivos tiene 16 años o más y el 8% tiene 4 años o menos, lo que indica que en este proceso continuará la curva descendente.
Si bien el replante es con variedades nuevas, mucho más productivas que las tradicionales y con sistemas de cultivos intensivos (lo que permite duplicar la productividad), la tasa de reemplazo es negativa, por lo que se prevén sucesivas disminuciones por lo menos hasta 2028.
*Alain Boulet es ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA)