Mientras Mendoza se mantiene en alerta máxima por el riesgo de incendios de campo, en lo que va de la presente temporada ya se quemaron casi 90.000 hectáreas y el 70% de los focos comenzaron por causas humanas.
Desde noviembre de 2022 a la fecha los incendios forestales consumieron 89.549 hectáreas aproximadamente sobre un total de 79 focos ígneos distribuidos en toda la provincia.
Dentro de esa cifra hay 54.483 hectáreas de los últimos incendios que se produjeron en General Alvear en enero de este año.
Del total de incendios 25 comenzaron por causas naturales (tormentas eléctrica, entre otros factores) y el resto fue por causas humanas, sean por mera negligencia o intencionales.
Ante esta situación, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, autoridad de aplicación de la ley 6099, detectó a los responsables y labró 12 multas que suman $ 1.457.000.
Las infracciones de mayor monto corresponden al uso del fuego como herramienta sin autorización, con el agravante de que, en algunos casos, la acción fue llevada a cabo durante el desarrollo de incendios.
“El fuego es una práctica muy peligrosa que debe ser controlada por la autoridad en todo momento y la población debe entender los cuidados, ya que causa enormes pérdidas ambientales y pone en riesgo a la ciudadanía en general”, afirmó el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance.
“Hoy no se tolera ninguna imprudencia y estamos sancionando con total rigurosidad a quien no entienda las normativas vigentes”, agregó el funcionario.
La teledetección mediante puntos de calor jugó un papel importante, ya que permitió conocer en un corto período la ubicación y extensión de los incendios, como también ajustar los números respecto de las superficies afectadas.
Este sistema también ha sido una herramienta muy apta al detectar fuegos clandestinos, contribuye a realizar una alerta temprana, ubicación y supresión, como también a lograr identificar a los responsables.
Mediante el procesamiento de imágenes satelitales de adquisición reciente, se ha logrado determinar con mayor precisión las superficies afectadas. Esta información es contrastada por los relevamientos una vez que se extinguieron los incendios.