En el último tiempo, el consumo de espumantes ha experimentado un interesante aumento a nivel mundial. Según datos de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV), en 2021, el consumo global de espumantes alcanzó los 19.5 millones de hectolitros, lo que representa un aumento del 65% desde 2002.
Los números hablan por sí mismos. En 2002, los espumantes representaban el 5% del consumo total de vino en el mundo, una cifra que para 2018 había aumentado al 8%. Siete países, incluyendo Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Rusia, Reino Unido y Australia, se llevan el 73% de la “torta” en el consumo mundial de vino espumoso.
Los datos revelan que el espumante está ganando terreno en el mundo, y Argentina no se queda atrás en esta tendencia. En nuestro país, el espumante representa el 4% del mercado interno y si bien, este año ha tenido el mismo comportamiento restrictivo que el resto de la categoría, lo cierto es que algunas empresas observan oportunidad. De hecho, el lunes bodega Norton junto con el banco BICE anunciaron la inversión de $1,900 millones para duplicar su producción de espumantes de exportación, una señal clara de que están apostando al crecimiento en la demanda global.
Además, en un movimiento que destaca la evolución de la industria, Chandon presentó a la primera mujer Chef du Cave, Ana Paula Bartolucci, que estará a cargo de supervisar la producción de sus espumantes. Algo se está moviendo.
A nivel global, Estados Unidos, Italia, Reino Unido y Australia han experimentado un crecimiento constante en el consumo, con tasas de entre 5% y 6% anual en los últimos años. Estados Unidos y Reino Unidos, mercados de exportación por excelencia de los productos argentinos. Por el contrario, Alemania, Francia y Rusia han enfrentado desafíos, registrando una ligera disminución en el consumo, con tasas de entre -1% y -3% anual durante el período 2008-2021. Esta dinámica muestra la variabilidad en el mercado de espumantes.
Si bien no es nuevo, el boom en el consumo de espumantes es una tendencia global que ha impactado. Hay que tener en cuenta que la coctelería en parte también impulsa esta tendencia a nivel mundial. La búsqueda de los consumidores de nuevas combinaciones para los conocidos clásicos productos trae nuevos espacios de consumo. También los espumantes de alta calidad encuentran nuevas ocasiones de consumo.
En este contexto, al parecer, las burbujas argentinas están listas para brillar en el escenario mundial y satisfacer la creciente demanda.