La normativa establece que “los productos vínicos definidos en la Ley Nº 14.878, una vez envasados y en condiciones reglamentarias de venta al público, deben reunir las exigencias de completa limpidez”. Sin embargo, el Instituto Nacional de Vitivinicultura estableció una excepción en la Resolución 16/2021, que fue publicada ayer en el Boletín Oficial de Nación, para aquellos elaborados intencionalmente con turbidez, generalmente sin procesos de filtrado.
“En este último tiempo se ha encontrado una tendencia a la producción y comercialización, en los mercados interno y externo, de vinos con características de turbidez, elaborados intencionalmente, generalmente sin procesos de filtrado, para otorgarles especiales particularidades de sabor o presentación, intentando conservar propiedades de la uva y del producto final, sin que tales circunstancias hagan perder genuinidad técnica a dichos vinos”, se detalla en los considerandos.
La Dirección de Estudios y Desarrollo Vitivinícola, dependiente de la Dirección Nacional de Fiscalización del INV, ha expresado que la turbidez responde a componentes normales del vino, que se presentan por procesos particulares de elaboración, lo que no implica una falta de calidad del producto terminado. De ahí que en el organismo consideraron necesario establecer un marco normativo para aquellos productos que queden exceptuados del resto de los vinos en cuanto a limpidez.
Así, podrán obtener el Certificado de Análisis de Libre Circulación o el de Aptitud Exportación los “vinos genuinos que por su proceso de elaboración presenten turbidez en el producto fraccionado”. Para tramitar su habilitación o autorización, en el rubro Observaciones deberá incluirse la leyenda: “Sin Filtrar”, “Presenta Turbidez y/o Precipitado”. La misma mención deberá hacerse, en forma visible, clara y resaltada, en la etiqueta.
