La nogalicultura ya transita una nueva temporada, con alrededor de 6.500 ha cultivadas en Mendoza. Más allá de las dificultades para la comercialización (ver nota aparte) son varios los desafíos que enfrenta, con un pronóstico de niveles hídricos bajos, baja mecanización y una producción clandestina.
Los datos de Irrigación apuntan al peor escurrimiento del río Mendoza en los últimos 50 años, con 800 hm3 (el 58% de un año normal), con menos agua para el agro. A su vez, en la cuenca del río Tunuyán (que alimenta a buena parte del Valle de Uco) este invierno nevó la quinta parte de un año normal, por lo que se espera un escurrimiento de 800hm3, el 51% de un año normal.
Si bien la falta de agua afecta a toda la agricultura, en el sector nogalero es más importante porque se estima que una hectárea de nogales puede consumir el equivalente a 2 o 2,5 hectáreas de viñedos, por tratarse de una planta de mayor tamaño. Esto hace que la eficiencia en el recurso hídrico no sea una opción, sino una necesidad.
“Estamos ya teniendo una merma en los canales, vemos un menor volumen disponible de agua. Recién estamos iniciando la temporada así que vamos a iniciar actividades y capacitación para mejorar el uso del agua, sabemos que los productores necesitan tecnificar el riego para los próximos años”, señaló Belén Bobadilla, presidente de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza (AFSM).
Además, Bobadilla señaló que quieren mejorar la recolección y el análisis de datos, de modo de poder trabajar con pronósticos de cosecha y posicionarse mejor: “Aún tenemos poca información, poco relevamiento de datos. Es un trabajo en el que tenemos que hacer mucho hincapié, evaluar cómo venimos y a dónde vamos. Esa información nos enriquece”.
Producir más con menos agua
En el caso de Farming Presidente, con uno de los mayores cultivos de nueces, desde el inicio de cada finca se diseña el equipo de riego presurizado buscando optimizar la eficiencia hídrica y energética. “Hace más de 5 años venimos midiendo potencial hídrico en planta, para optimizar el desarrollo de la misma durante el ciclo, evitando riegos excesivos”, comentó Nicolás Martín, gerente de producción.
Teniendo en cuenta el clima y el estado de la planta, Martín explicó que gestionan el riego con seguimiento permanente de calicatas, donde observan estado de raíces, volumen de exploración radicular y estado hídrico del suelo. Además, realizan un diagnóstico de uniformidad de caudales y presiones y una puesta a punto de los equipos de riego presurizado para garantizar la máxima eficiencia de riego.
“Estamos analizando comenzar a trabajar con dendrómetros como medida continua a tiempo real para seguir optimizando la gestión de riego, y la utilización de paneles solares para seguir mejorando en la eficiencia energética”, comentó el gerente de producción de Farming Presidente.
Otro caso se da en Los Sauces, Tunuyán, donde está QNuts, un emprendimiento nogalero de 126 ha que desde un principio planteó la necesidad de administrar el agua con un reservorio propio y riego por goteo. Su gerente agrícola, Sebastián Fogal, afirmó que “hoy la eficiencia hídrica es lo más importante en la agenda” y el objetivo es producir más utilizando menos agua, con la ayuda de estaciones que miden la humedad del suelo, el ambiente y el estado de la planta.
Recientemente, QNuts firmó un convenio con el INTA La Consulta para hacer ensayos con el ingeniero agrónomo Eduardo Trentacoste, especialista en relaciones hídricas en cultivos leñosos. En términos generales, es un proyecto a mediano y largo plazo para medir mini parcelas de suelos distintos, aplicando diferentes cantidades de agua y haciendo una medición cuantitativa y cualitativa (cuánto se produce y de qué calidad en cada parcela con distintos riegos).
“Nos parece muy importante que puedan trabajar el sector público y el privado en pos de la eficiencia hídrica con nogales. Esto es no quedarnos de brazos cruzados ante la falta de agua, sino producir más con menos en el marco de una producción agroindustrial”, apuntó Fogal.
Apostar por la mecanización
Otro tema que trabaja el sector es la mecanización, y la presidente de la AFSM afirmó que se ha avanzado bastante y que productores chicos y medianos pueden alquilar servicios: “Los productores de menos de 20ha contamos con servicios de cosecha y de poda que alquilamos, es un sector que se puede mecanizar y que vamos a la par de los servicios que se ofrecen y acompañan al beneficio del sector”.
En esa línea, Bobadillo destacó que hay empresas que han incorporado hornos y la asociación trabaja en conjunto con la Nación para obtener ANR (aportes no reembolsables) orientados a mejorar la eficiencia en procesos productivos. “Hemos tenido mejoras para línea de secado, cosecha y tecnología, así que este será un nuevo desafío”, afirmó.
Por su parte, Fogal comentó que el proyecto QNuts “nació desde el minuto cero con una alta impronta de automatización y mecanización”, en parte porque desde hace años les cuesta conseguir mano de obra y no tienen expectativas de que ese panorama cambie pronto. En cambio, este año invirtieron en nuevas máquinas para la cosecha.
Aquí se habla de un “tren de cosecha”, porque trabajan tres maquinarias. Primero, con una pinza vibradora o “shaker” se sacude al árbol para que caigan las nueves. Luego, se pasa una máquina barredora o “swiper” que acomoda las nueces en el medio del pasillo o camellón. En tercer lugar, pasa un tractor con una cosechadora que levanta esas nueces en el medio. Así, se pueden cosechar entre 8 y 10 ha por día.
Para Nicolás Martín, la coyuntura actual es compleja, pero estos desarrollos obligan a pensar a largo plazo: “La incorporación de tecnología de vanguardia, que permita desarrollar una estructura de costos competitiva es crucial en este negocio. Esto aplica no sólo a las etapas de producción e industrialización, sino también a la logística y comercialización”.
El gerente de producción de Farming Presidente cree que aún hay “un largo camino por desarrollar en cuanto a acuerdos comerciales”, siguiendo los pasos de Chile. A eso se suma la exploración de nuevas zonas de producción en el país y el desafío de generar “condiciones atractivas de inversión en una Argentina tan compleja”.
Partideros clandestinos de nueces
Además de presidir la asociación Nuts from Argentina, Federico Argumedo es socio gerente de La Delmira, una empresa familiar dedicada al empaque y la comercialización de frutos secos. Para Argumedo un desafío clave es la falta de insumos como el papel Kraft para hacer cartón corrugado o la dificultad para conseguir bolsas especiales de empaque, a precio dólar.
“Los insumos suben, la mano de obra sube, el costo laboral es terrorífico y la presión impositiva es salvaje. Pareciera que las economías regionales no importan, no veo políticas nacionales detrás que ayuden a salvarnos”, afirmó el socio gerente de La Delmira.
Por el contrario, una crítica habitual es que hay muchos partideros clandestinos que compiten de manera desleal con las empresas en regla. Mientras que las compañías serias afrontan costos laborales y se adecuan a normas de higiene y seguridad, otros en un galpón informal o una casa parten nueces y las ingresan al mercado doméstico con un menor valor.
“Yo no doy lecciones de ética a nadie, pero me parece injusto que haya tanta competencia ilegal. A mí me costó media vida certificar normas HACCP, con el costo de certificar, más adecuar baños, comedores y uniforme para los empleados, mientras que otra persona quizás parte las nueces en su casa y las embolsa ahí mismo”, criticó Argumedo.