El agua dulce es uno de los elementos fundamentales que dan lugar a la vida y se está convirtiendo en un recurso crítico para el mundo, debido a las modificaciones en los ciclos hidrológicos que ocurren en el marco del cambio climático.
Un ejemplo son las regiones del oeste argentino, que se encuentran en crisis hídrica desde hace ya varios años, con menor disponibilidad de agua para uso agrícola, en una zona donde la mayoría de las producciones agrícolas se realizan bajo riego.
Desde que comenzó su utilización hace más de 50 años, el riego presurizado ha permitido reducir el consumo de agua en más de un 50%.
El riego por goteo suministra agua y fertilizantes, que se colocan próximos a las raíces y se dosifican gota a gota, para incrementar la eficiencia por parte de los cultivos.
“El uso de fertirrigación mejora también la disponibilidad de nutrientes, ya que se colocan directamente en la zona de mayor exploración radicular”, señala la Ing. Agr. María Eugenia Solanes, Coordinadora Técnica Regional Cuyo y Valle de Río Negro de Stoller Argentina.
El mantenimiento, esencial
Para conservar su eficiencia, los equipos de riego se deben mantener de forma periódica, revisando las presiones y posibles roturas en cañerías y mangueras.
“La obstrucción de los goteros es uno de los problemas más importantes a los que suele enfrentarse el productor, por lo que el mantenimiento para su prevención es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema”, agrega Solanes.
En la práctica, un gotero obstruido modifica las láminas aplicadas de forma que dejan de ser homogéneas en el cultivo. Esto produce zonas con exceso de riego y otras donde las plantas pueden sufrir estrés por falta de agua.
En general, las principales obstrucciones que se producen en los goteros son: bloqueo por elementos minerales no retenidos en los filtros; precipitados y acumulación de sales; y aglomeración de sedimentos orgánicos.
Entre estos problemas, los precipitados de sales pueden ser evitados a través del empleo de soluciones ácidas durante la práctica de riego, porque reducen la aparición de precipitados en el interior de las conducciones y la probabilidad de obturación de los emisores.
Lo usual es que estos mantenimientos se pueden realizar durante el invierno, cuando la mayoría de los cultivos disminuyen sus requerimientos de agua.
“En Stoller entendemos la agricultura de forma integral y sustentable. Somos una empresa que se encuentra presente en Argentina desde hace 25 años y formada por especialistas en nutrición vegetal, que buscamos la innovación constante junto a productores comprometidos con el futuro de la agricultura”, remarca al respecto la Ing. Solanes.
En este marco, Stoller ofrece un producto que solubiliza las sales y precipitados que se producen en los equipos de riego y obturan los goteros. Adicionalmente suministra fósforo y nitrógeno al cultivo. Este aporte de fósforo disponible puede ser utilizado por los primeros crecimientos de raíces al iniciar la temporada.
En concreto, Phos For Us es un producto que logra la disminución del pH en el sistema y, gracias a su poder buffer, lo mantiene durante al menos 12 horas, lo que facilita la disolución de los precipitados.
Y añade: “No es posible concebir la nutrición y un equilibrio hormonal que permita un óptimo desarrollo de los cultivos, sin considerar un uso adecuado del agua. Por esta razón, contamos con un producto que se utiliza para la limpieza de equipos de riego para eliminar sales y obstrucciones en goteros”.