Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura que muestran los resultados del primer semestre, el mercado de Estados Unidos, para vinos argentinos, sigue creciendo.
A diferencia del resultado global que presentó una caída, con la venta de granel a la cabeza, (-40%), el mercado total de EEUU (fraccionados más graneles ) creció 22% en volumen comparado con el 2020 y 9,4% en valor FOB para el mismo período.
Estos resultados concuerdan con la tendencia publicada en un reporte por el Observatorio Vitivinícola Argentino, que indica que el consumo de alcohol en EEUU se incrementó un 2% durante el año pasado, registrando su mayor crecimiento desde 2002. Así lo revelaron los nuevos datos publicados por el IWSR (International Wine & Spirits Record), en su Reporte del Mercado de Bebidas. Según la entidad, el mayor consumo en EEUU, durante 2020, fue impulsado por el consumo de alcohol en el hogar, potenciado a su vez por las nuevas costumbres incorporadas durante la pandemia.
Así se prevé que esta tendencia alcista se mantenga en 2021, considerando que el volumen de ventas interanual en EEUU, ha sido más alto que en 2019.
De hecho, el IWSR ha pronosticado hacia fin de año un crecimiento continuo en las ventas de alcohol, tanto en volumen, con un 3,8% interanual, como en valor, en un 5,5% compuesta del 2,8%.
De hecho, volviendo a los datos de la industria argentina: de los 18 principales destinos que se ven detallados en el informe del INV sólo Reino Unido, Brasil, Alemania, Uruguay, Perú y Corea Republicana, muestran la misma tendencia que Estados Unidos, es decir, crecimiento en volumen y valor.
En un momento y principalmente esta semana, la discusión por el Mercosur y su posición ha sido nuevamente puesta en tapete, parece necesario comenzar a mirar cómo Argentina, vía Mercosur, puede seguir impulsando sus productos en el exterior, al tiempo que también se debería poder mejorar la actividad económica intrabloque, tal como sucede en la mayoría de los bloques comerciales, que conocemos como exitosos.
La reducción de aranceles para entrar en diferentes mercados es un reclamo histórico de la industria vitivinícola, el que por ahora, no ha tenido eco en el Gobierno nacional.