Fabián Ruggeri es presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) y durante una charla con Los Andes expresó su preocupación sobre la decisión de eliminar la lucha antigranizo sin mediar consulta con el sector productivo. Además, señaló que la destrucción de estructuras sin evidencia clara de que no son eficientes no tiene sentido.
Ruggeri aseguró que, si bien el sistema cooperativo está trabajando de manera integrada para mejorar los rendimientos y conseguir que los productores pequeños puedan obtener rentabilidad, lo cierto es que para lograr cambiar la matriz productiva es necesario el acompañamiento integral del Estado.
-¿Qué opina sobre la baja de la lucha antiranizo?
-Nosotros nos hemos expresado varias veces sobre que no estamos 100% seguros de que fue ineficiente como se plantea. Si realmente se demuestra que es ineficiente, estamos de acuerdo, pero primero demostremos que es ineficiente. Si no, destruirla por destruirla, como ha pasado con otras cosas, no tiene mucho sentido. Pero mientras no se demuestre esto, no vemos el sentido de eliminar algo que podría estar funcionando bien o que simplemente necesita ajustes.
¿Y del cierre del IDR?
Con el IDR pasa lo mismo. Se dice que es ineficiente, que sale muy caro, que no tiene sentido que esté. Pero si vos sos parte, si vos sabés dónde está la ineficiencia, si sos parte de la estructura, hay que meterese y resolver la ineficiencia, porque es lo que hace cualquiera de nosotros en nuestra empresa. Si nosotros tenemos un problema en cualquier área de la empresa, no cerramos la empresa, nos metemos y resolvemos la ineficiencia.
-¿Entonces, cuál sería la alternativa correcta desde su punto de vista?
La alternativa correcta sería identificar claramente dónde están las fallas, y trabajar para solucionarlas. No podemos seguir con la lógica de cerrar instituciones porque en un momento dado no funcionan bien. Hay que hacer una revisión exhaustiva, involucrar a los que realmente conocen el funcionamiento interno y buscar soluciones. Así es como se debería proceder, al menos desde nuestra perspectiva cooperativa.
-El gobierno planteó como contrapartida créditos a bajas tasas y seguro agrícola...
-Ellos dicen que hay que reemplazar la lucha antigranizo por malla antigranizo y seguro. Pero no quiere decir que hay que cerrar la lucha antigranizo. El reemplazo por créditos no es una solución definitiva. Los créditos pueden ayudar, sí, pero hay que considerar que muchos productores tienen problemas de dominio y acceso. No todos van a poder acceder a esos créditos, y los costos de implementación de las mallas antigranizo son muy altos. Así que, si bien estamos de acuerdo en buscar soluciones y mejorar los seguros, también tenemos que ser realistas sobre las limitaciones y asegurarnos de que las medidas que se tomen sean accesibles para todos los productores. Una hectárea de malla antigranizo para el espaldero, completa con mano de obra te sale 7 millones de pesos. Y para parral te sale 16 millones de pesos. No cualquier productor y no cualquier producción puede amortizar ese costo. Por más que sea en 5 años, en 6 años.
-¿Y cuál sería la solución en términos de seguro?
-Se supone que querían hacer un seguro que sea superador al actual, que tenga una póliza que pague un número más cercano a los costos operativos, pero seguramente que la prima que hay que pagar va a ser muy superior a la que se está pagando hoy, todo eso está por verse. Estamos de acuerdo en el seguro, estamos de acuerdo con la malla antigranizo y con eso. Pero sabemos que no le va a llegar a todos los productores. Esa es la realidad.
-¿Cuál es el costo operativo de un viñedo hoy?
-Nosotros presentamos un informe sobre el costo de producción. Y vos tenés que los costos operativos para un parral o una calera están muy cercanos, están alrededor de 2.900.000 pesos. Costo operativo. Y cuando le ponés el resto de las cosas, impuestos, amortizaciones y todo lo que son los gastos bancarios y todo lo demás, te llevan a 4.600.000 pesos, más o menos, por hectárea.
-¿Y un viñedo da ese dinero?
-Un viñedo da ese dinero si vos tenés los kilos adecuados. Si no tenés los kilos adecuados, ¿cuál es el problema? El problema es que todo ese costo extra, que no es el costo operativo, no lo pones dentro de lo que sería el costo. Y lo que ha pasado durante años es que te terminás con un desequilibrio. Y el otro tema es que si el costo operativo neto se complica, empezás a hacer cosas, ¿no? Le ponés menos fertilizante, regás un poco menos, y eso redunda en que tenés menos kilos de producción.
En resumen: si no podés cubrir todos los costos y tenés que empezar a recortar en áreas esenciales como fertilización o riego, inevitablemente la producción disminuye. Y esto genera un círculo vicioso, donde cada vez es más difícil mantener los niveles de producción necesarios para que el viñedo sea rentable.
-¿Entonces hay que trabajar de otra forma?
- Por supuesto, hay que trabajar un poquito más empresarial. Nosotros en el sistema cooperativo lo venimos haciendo desde hace años. Tenemos varias líneas y opciones que ayudan a que los productores vayan mejorando la producción interna. Trabajamos mucho sobre la reposición de plantas, sobre el tema de nivelaciones, sobre la eficiencia del riego. Por supuesto, con el tema de estructura también ayudamos.
Por ejemplo: la reposición de plantas es esencial para mantener la vitalidad de los viñedos. Las nivelaciones y la eficiencia del riego son clave para optimizar el uso del agua y mejorar la productividad. Además, también nos ayudamos con temas de estructura, asegurándonos de que las instalaciones y equipos estén en óptimas condiciones. Todo esto permite que los productores puedan alcanzar mejores rendimientos y mantenerse competitivos en el mercado.
-¿Qué desafíos enfrentan en la implementación de estas mejoras?
- Los desafíos son muchos. Desde problemas de financiamiento hasta la resistencia al cambio por parte de algunos productores. Sin embargo, estamos convencidos de que la modernización y la adopción de prácticas más eficientes son el camino a seguir. Seguimos trabajando en la capacitación y el acompañamiento para que todos los productores puedan adaptarse y beneficiarse de estas mejoras.
-En varias ocasiones desde el gobierno se ha dado a entender que el productor que no puede mantener un viñedo tiene que pensar en otra producción. ¿Ustedes qué opinan de eso?
-Es sencillo decirlo, pero no es sencillo que pase. Porque, a ver, puedo decir, en la zona este, si al productor de uvas comunes no le da, tiene que pensar en otras cosas, como puede ser pistacho o pastura, algo que desde el gobierno han mencionado explicitamente. Pero hay que esperar ocho años para empezar a sacar un pistacho. ¿Quién lo acompaña a este productor para que haga la inversión? ¿Tiene que arrancar los viñedos y hacer la inversión y esperar ocho años? ¿Qué hace todo ese tiempo? No hay forma de que lo pueda hacer el productor solo. Tampoco, hace falta que se den subsidios, sino que lo acompañen concretamente.
En el caso de las pasturas pasa lo mismo. Fantástico, vamos a hacer todo pastura. ¿A quién le vendemos el pasto? Si vos me decís que hay un desarrollo ganadero, y el gobierno acompaña al desarrollo ganadero, entonces hagamos pastura. Pero no es así, ¿viste? Decirle al productor que se dedique a otra cosa sin un acompañamiento concreto no es viable. En otras partes del mundo, los gobiernos acompañan este tipo de transiciones con políticas claras y apoyo financiero. Supongo que ellos también lo tienen pensado, o al menos eso espero.
-¿Qué tipo de apoyo sería necesario para hacer viable esta transición?
-Sería necesario un acompañamiento integral. No solo con créditos accesibles, sino también con asistencia técnica y capacitación. Si vamos a apostar por cultivos como el pistacho, que tienen un período de espera largo, necesitamos asegurar que los productores tengan los recursos y el conocimiento para manejar esos cultivos hasta que sean rentables. Y en el caso de la pastura, necesitamos un mercado asegurado. No tiene sentido sembrar pastura si no hay una industria ganadera fuerte que la demande. El apoyo del Estado es crucial en estos casos, tanto en términos de financiamiento como de desarrollo de mercado.