Se aproxima la Fiesta Nacional de la Ganadería, que será desde el 4 al 8 de mayo y, en este tiempo, la situación del sector pecuario mendocino toma mayor preponderancia.
Si bien ya entramos en otoño, se podría decir, sin temor a la equivocación, que la ganadería en la provincia está atravesando un veranito.
El clima acompañó en lo que fue 2021 para dejar atrás la sequía y hoy los campos están rebosantes de pasturas.
Esta situación de la naturaleza se suma a la mano del hombre con la proliferación de hectáreas destinadas a la producción de forrajes, maíz y granos para alimento de los animales lo que permite elevar la categoría de los rodeos y pasar, como mínimo, de la cría tradicional de terneros a la recría.
Los precios “están firmes”, repiten cada uno de los ganaderos. En la actualidad el mercado está pagando entre $ 350 a $ 400 por kilo en pie. Si el animal es aún más chico, o liviano (entre 80 y 90 kilos) el valor de venta se ubica en unos $ 500 por kilo.
Ante este escenario, los productores ponen sobre la mesa un tema que, al igual que en el agro, se tornó central en el desarrollo de la ganadería: el agua y la eficiencia para paliar la crisis hídrica.
Buenos precios y buen clima
La respuesta es exactamente igual cuando se consulta sobre el precio del ganado: “El precio está firme”.
“En la provincia de Mendoza hemos sido bien afectados por el clima. En 2021 llovió mucho más que la media anual que solemos tener y eso contribuye mucho. Hay una buena demanda y el precio del ternero se ha mantenido firme”, resumió Ramiro Labay, presidente de la específica de Ganadería de la Cámara de Comercio de Alvear.
Para Roberto Ríos, productor y presidente del Cluster Ganadero, “el sector está muy bien en este momento, los precios están firmes y se ha vuelto un atractivo para inversiones que llegan desde el ámbito local, otras provincias y también del exterior”.
Según Ríos, el veranito que atraviesa la ganadería “está atrayendo a personas que no son del sector pero encuentran un negocio transparente, rentable y que sirve como refugio. En vez de tener pesos, plazos fijos o comprar dólares, están volcándose a la ganadería. Hablo de inversores de afuera y también de muchos profesionales que deciden ingresar a este rubro”, explicó.
En coincidencia con sus pares, Osvaldo Fernández, ganadero y ex presidente de la Cámara de Comercio de San Rafael, lo resumió con una frase: “El valor del ternero está muy bien, la producción de forrajes y maíz en la zona es estable y está en crecimiento y la recría también”.
El agua, un tema central
Hablar de crisis hídrica, eficiencia y tecnología para un riego más eficiente ya no es patrimonio exclusivo de la agricultura tradicional mendocina.
La expansión de cultivos forrajeros, granos o maíz para alimentar la hacienda es una constante y, por estos días, en el sur mendocino hay alrededor de 3.000 hectáreas en producción.
En este punto, el desarrollo está atado directamente a la posibilidad de disponer de agua para riego.
“La eficientización del riego es fundamental, no sólo en la ganadería; en el agro también. Es ahí hacia donde tenemos que ir para desarrollar todo el potencial que tiene la ganadería en Mendoza porque en menos cantidad de hectáreas podemos tener mayor carga animal y alimentar a muchos más terneros. También es necesaria la tecnificación para hacer un uso mejor del agua y eso tiene costos considerables”, señaló Labay.
Gracias a la bonanza del clima y a la producción forrajera, actualmente se están reteniendo un 50% de los terneros para recría, las hembras para madres en los campos aprovechando las pasturas y los machos, en zonas bajo riego.
Sin embargo, “el tema del agua es primordial. Hay que presurizar y utilizar sistemas de riego modernos para poder mejorar la eficiencia y ganar en cantidad de metros cúbicos. La mejora de la ganadería está ahí, en el agua”, redondeó Fernández.
“Destinar hectáreas para el cultivo (forrajes, maíz) es la reconversión que tanto hablamos. El granizo o la helada no hacen tanto daño porque el productor se puede reponer rápidamente y, en la hipótesis de menos, recupera los costos, pero la limitante es el agua. La eficiencia es muy importante y es necesario ir hacia los sistemas de riego para solucionar ese faltante”, sostuvo Ríos.
Que no hagan nada
La buena situación del sector ganadero está en alza y lo primero que les viene a la mente a los productores pecuarios es que “no hagan nada” o “no tomen medidas” desde el Gobierno que puedan volver a paralizar el rubro.
“Siempre estamos supeditados a las políticas macroeconómicas que por ahí de golpe y porrazo te hacen un cambio de fichas y nos dejan fuera de la cancha, como cuando pasó el cierre de las exportaciones a China. Eso nos impactó de lleno a nosotros porque esa vaca que se vendía al país asiático ayudaba a la reposición de vaquillonas nuevas. Con esa medida cayeron los precios de la vaca y cuesta más reponer y en definitiva cae el stock de animales”, detalló Ramiro Labay.
Roberto Ríos también fue contundente al hablar de medidas gubernamentales y simplemente solicitó que “no hayan sorpresas, que las reglas sean claras y que no salgan con precios máximos o cepos. Que dejen actuar al mercado y así la ganadería pueda seguir creciendo”.
