Las cosechas del 2022 presentaron subas y bajas para el agro local

La vitivinicultura y el durazno tuvieron menos volumen que en 2021, pero crecieron el ajo y el tomate industria. La cosecha mecanizada continúa en aumento.

Las cosechas del 2022 presentaron subas y bajas para el agro local
Cosecha de Malbec en Finca Argento en Alto Agrelo

Durante el primer semestre, la mayor parte de los cultivos mendocinos cerró su temporada 2021-2022. Mientras que la vitivinicultura y el durazno para industria presentaron caídas en sus cosechas con respecto al año anterior, el tomate para industria y el ajo crecieron, mientras se esperan los números finales de la olivicultura.

Según el Instituto Nacional Vitivinícola (INV), para el 8 de mayo -último dato al cierre de esta edición- se había cosechado en Mendoza 1.329.033 toneladas de uva (13,3 millones de quintales), en el marco de un pronóstico de cosecha de 13,4 millones de quintales, 14 % menos que en 2021. Para Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina (BdA), la baja cosecha se sintió más en los blancos por aumento de la demanda.

El primer semestre, opinó Ortiz, “mostró la pérdida de competitividad que hay en el sector”, ya que cayeron las ventas de segmentos bajos en el mercado interno por la caída del poder adquisitivo. También se redujeron las ventas de vino al exterior porque a causa del atraso cambiario, retenciones y aranceles se perdió el segmento bajo (“se vende menos volumen a mayor precio”).

Por su parte, Eduardo Sancho, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) señaló que hubo “una cosecha bastante baja”, pero se mantuvo el equilibrio en los stocks por la merma en las exportaciones. “Es importante recuperar las exportaciones porque si llegamos a tener una cosecha normal nos podemos encontrar con excedentes importantes”, señaló.

Además, Sancho afirmó que muchos productores asociados emplearon este año la cosecha mecanizada: “No es un problema de costos, sino de falta de mano de obra, cada vez se complica más conseguirla. Eso también lo vemos en la falta de manos para la poda. Creo que la vitivinicultura en general se irá mecanizando”.

La cosecha de hortalizas

Guillermo San Martín, coordinador general de Asocamen (cámara de cebollas, ajos y afines), analizó el cierre de la temporada ajera 2021-2022: “Tuvimos una buena exportación superior a 12 millones de cajas (120 mil toneladas), pero hay ajo que no se exportó y quedó en el campo. Hay productores que en esta época buscan algún destino industrial”. Según ProMendoza, en el 1º semestre de 2022 se exportó un 11% más en volumen que en el mismo período de 2021.

En cuanto a valores, fueron “precios mezquinos” y se dieron muchos problemas de calidad, con ajo mal empacado con destino a Brasil. “Muchos de esos reclamos se dan también por la competencia desleal, porque mientras más grande es la brecha cambiaria, más se complica competir con esas empresas”, criticó San Martín.

Incluso, el coordinador general de Asocamen comentó que en el primer semestre detuvieron cargas en la frontera para analizar toda la cadena, y si el ajo era comprado por un proveedor le chequeaban el CUIT para controlar el estado legal del producto. Además, San Martín señaló que los brasileños crecieron en producción propia, con un ajo con una calidad estándar muy alta, y que algunos mendocinos locales estuvieron a la altura y otros no.

Otra hortaliza clave en Mendoza es el tomate para industria, que este año volvió a romper su récord de cosecha con 254.700 toneladas (en 2021, se había cosechado 243.224 t). Orestes Nómikos, productor y secretario de la Asociación Tomate 2.000, comentó que el sector en general crece en estándares y la última temporada fue buena a nivel comercial, aunque se redujo la ganancia por el desfasaje entre los ingresos y los costos.

El secretario de la Asociación Tomate 2.000 señaló también que algunos productores aprovecharon los reintegros del programa Mendoza Activa, aunque es difícil conseguir financiamiento para mejorar la infraestructura. “El negocio del tomate industria pasa fundamentalmente por una cuestión de productividad”, afirmó.

La cosecha mecanizada también gana lugar en el tomate, con industrias que alquilan las cosechadoras a productores. Nómikos detalló: “Yo me aseguro el servicio de cosecha mecánica, porque no podría organizarme bien con la manual. Depende de donde se encuentre la finca y si hay disponibilidad o no de mano de obra, pero en general es un problema y nosotros tratamos de mecanizar lo más que se pueda”.

Durazno y olivos

Este año la industria procesó 100.000 toneladas de durazno. Se pagaron muy buenos precios al productor, hasta $ 100 el kilo, eso ayuda a invertir y mejorar”, señaló Leandro Roldán, presidente de la Federación Plan Estratégico de Durazno para Industria (Fepedi). El IDR auguraba una cosecha de 82.000 toneladas, así que el aumento fue una buena noticia para el sector.

Fepedi continuó trabajando en un programa de agricultura de precisión que inició en el marco de Mendoza TEC Asociativo (con fondos del BID). Con 27 estaciones meteorológicas en los oasis Este, Norte, Sur y Valle de Uco, registrarán información de condiciones climáticas y se podrá generar un cuaderno de campo digital, con el registro de las labores culturales.

Roldán explicó que esto ayudará a prevenir heladas y seguir el estado de las plantaciones: “Nos permitirá ajustar mejor el pronóstico de cosecha, es uno de los objetivos del programa de agricultura de precisión”. Si bien el sector en el primer semestre siguió con problemas habituales como “la falta de reglas claras e incentivos para invertir”, el presidente de Fepedi cree que los precios de los últimos 2 años ayudarán a revertir la baja de la superficie.

Por su parte, Mario Bustos Carra, gerente de la Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen) comentó que todavía no estaban los números finales de la cosecha, pero podrían rondar las 40.000 toneladas en Mendoza. Sería una cosecha similar a la de 2020-21, pero baja comparada con promedios históricos.

“Con respecto a la cosecha que ha terminado hace unos días, ha sido una cosecha escasa, producto de distintas circunstancias. La calidad es excelente, eso sí, gracias a Dios se ha podido mantener una calidad muy buena, pero Mendoza está muy por debajo de las cifras que supo tener cuando era la primera provincia olivícola del país”, afirmó Bustos Carra.

El gerente de Asolmen comentó que en la merma influyen factores geográficos y climáticos, como las heladas y el abandono de fincas que pasan a ser barrios privados. A eso se sumó la dificultad para conseguir mano de obra, aun cuando se anunció que quienes cosechen no perderían prestaciones sociales por pasar a estar “en blanco”.

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