Argentina en un país donde rigen los extremos. En el marcado de granos, esto también sucede con dos temas que dominan la agenda: el calor y las lluvias insuficientes, y el dólar soja. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral explica, como primer factor, que, si bien el USDA no hizo cambios en producción para Argentina, el mercado internacional comenzó a poner en precios la seca local con subas en el complejo oleaginoso.
“En cuanto al clima -manifiesta Romano-, se dieron algunas precipitaciones, pero con calor muy elevado, y milimetrajes muy variados. Esto complica tanto a la siembra de soja, como al maíz tardío que debería ganar ritmo de siembra; mientras que toma al maíz temprano en desarrollo vegetativo”.
Sobre la soja, el académico de la Facultad de Ciencias Empresariales detalla: “Estamos con un atraso de más de dos semanas en la implantación a causa del calor y la seca. Los mayores atrasos, de hecho, están en zona núcleo. Recientemente las altas temperaturas generaron especial preocupación. Si bien se dieron precipitaciones sobre el fin de semana, las mismas no fueron generalizadas”. Al mismo tiempo destaca que: “Es interesante que el mercado comenzara a tomar, de todas formas, una posible merma de producción de nuestro país con subas en harina de soja que traccionaron sobre el poroto”.
Al respecto de la cosecha de trigo, Romano considera que está entrando con “mayor dinamismo”: “con una cola de buques por cargar que crece, pero muy por debajo de años normales. Los exportadores podrían retirarse rápidamente del mercado, y esto hace que los molinos estén más tranquilos y el precio se relaje”.
Por otro lado, con respecto al dólar soja, el profesor de la Universidad Austral expresa que “los volúmenes que se ven operando ya permitieron ingresar al país 1.000 millones de dólares, pero estamos con un nivel de operatoria que es la mitad del dólar soja de septiembre, y para conseguir el mismo, los precios están operando con subas importantes. En ese sentido también ayuda Chicago”.
“Si bien este nuevo dólar soja está generando buen ritmo de ingreso de divisas, el productor es más reacio a vender. En su primera versión, los precios fueron de mayor a menor, y ahora sucede lo contrario”, explica.
En este contexto y en tren de recomendaciones, Romano considera debe primar la prudencia. “Si el clima no revierte a más lluvias a inicios de febrero, podemos tener problemas serios. Y los pronosticadores son pesimistas. Dicho esto, es preciso ser cuidadosos con las ventas. Si las realizamos porque estamos poco vendidos es altamente recomendable la compra de un CALL”, finaliza.