En la última semana, regresaron de Berlín, Alemania, los representantes de las empresas mendocinas que participaron de la feria Fruit Logística, una de las ferias de frutas y hortalizas frescas más grandes del mundo, que este año tuvo 2 mil expositores de 87 países, entre ellos, Nicolás Giménez, gerente comercial de la empresa “Puente Blanco” S.A -export-import-.
Luego de esa misión comercial, a la que viajaron junto con representantes de ProMendoza y el Consejo Federal de Inversiones, el empresario contó a Los Andes sobre la importancia de estar presente en el mundo y de “competir por calidad, no sólo por precio”, y de vender productos saludables que contribuyan a un estilo de vida en consonancia con la naturaleza.
Giménez, tercera generación en Puente Blanco, gerente comercial de la firma cuenta que, con 50 años de trayectoria, tres fincas y exportaciones en Europa y Estados Unidos, siguen considerándola como una empresa familiar.
“Hace 50 años la inició mi abuelo. Hoy trabajan mis dos tíos, mi padre, mi hermana, mis primos y yo. Es una empresa familiar”, agregó.
- ¿Qué destacó a Puente Blanco de otras empresas en la feria y qué la destaca en general?
-La empresa tiene más de 50 años en el sector. Yo soy la tercera generación de la empresa y hemos ido adaptándonos a las necesidades del mundo. Hoy hacemos hincapié en lo orgánico y lo biodinámico. Eso fuimos a hacer a Alemania.
La agricultura orgánica y biodinámica es más costosa porque, al no usar pesticidas, se utiliza mucha más mano de obra y el rendimiento es menor. La siembra convencional también produce más costos, pero los beneficios se ven reflejados en el mercado. Es una ventaja competitiva en relación a otros sectores del mundo que o no puede o les cuesta hacerlo.
- ¿Encontraron las posibilidades y el fomento para crecer en el sector de lo orgánico y biodinámico, o se trató más de una iniciativa de la empresa?
-Hoy no tenemos financiamiento, pero ésta es una tendencia mundial. Permite un crecimiento bastante interesante de mercado y llevamos más de 10 años así, no sólo por una cuestión monetaria sino por un compromiso que tiene la empresa con la idea de otorgar al mundo una alimentación sana, menos contaminante.
Pudimos observar en la feria que hemos perdido terreno. Las frutas y verduras de Argentina no tienen competitividad con el dólar rezagado, y ésta es la ventaja competitiva que encontramos frente al mundo.
-Puente Blanco exporta productos orgánicos y biodinámicos. ¿Todo es producción propia?
-Trabajamos también con productos convencionales, pero toda nuestra producción es orgánica. Tenemos tres fincas certificadas y no sólo se trata de no usar pesticidas sino de una manera consciente, participativa y responsable de cuidar el suelo que parte del concepto de Rudolf Steiner (“la granja ha de ser vista como un organismo en sí mismo”), para comer más sano, pero también vivir de manera más sana. Rotamos cultivos, sembramos en los momentos correctos e implementamos animales en la granja entera.
- ¿Qué productos son los principales para Puente Blanco?
-Nos dedicamos al ajo blanco, morado y colorado. Tenemos zapallo, papas y zanahorias. Nuestro fuerte es el ajo porque otros productos como el zapallo han perdido competitividad. Los costos marítimos están muy altos y países como Sudáfrica o Marruecos, han sembrado más y ocupan ese lugar en el mundo al que ingresábamos.
Para nosotros es un problema gigante hoy el tipo de cambio. No somos competitivos frente a España o Perú porque, lamentablemente, el dólar no nos sirve y afrontamos cargas tributarias altísimas.
Por eso destacamos “la mano inmensa” que nos dio ProMendoza, con el Fondo de Inversión, porque organizaron nuestra presencia en el mundo y la forma de no perder espacios es innovar.
- El contexto de crisis política y humanitaria internacional ¿complica a los exportadores de alimentos?
-Hace más de 20 años que exportamos y, como te decía, se ha ido perdiendo terreno, pero nuestro fuerte siempre fue Europa y Estados Unidos y esta situación complicó las cosas. La misma feria se vio afectada. Se esperaban 3.000 stands y hubo 2.000, por la guerra y por el Covid 19.
Hoy el transporte marítimo y los costos de logística en general están altísimos, para todo el mundo. Los clientes dudan en comprar en cantidades porque no saben si la mercadería va a llegar y cuándo. Esta mañana (por el miércoles) coticé un contenedor con destino a Arabia Saudita con cebolla y me pidieron 20 mil dólares. El precio se había duplicado respecto del último envío, más caro que el producto en sí. Lo mismo sucede con el transporte terrestre por la crisis mundial de gasoil. Un envío que debía tardar 27 días tardó dos meses. El conflicto es mundial y los clientes lo entienden, pero no se pueden cerrar ventas con normalidad.
Fruit Logística, Berlín, Alemania
Mendoza ofreció ajo orgánico, frutas frescas y cebolla dulce. Esta última comenzó como producto de manera incipiente en 2021 y ya amplió 10 veces su producción y exportación. Es por ello que estuvieron presentes –de la Asociación de Cebolla Dulce- Emilio Fernández y Nicolás Musa; Nicolás Giménez de Puente Blanco y Tobías Gerihng, de Vitamina Vida.
La presencia en Berlín nos permite promocionar las ventas internacionales de alimentos en este mercado, el cual es de gran relevancia, ya que allí se encuentra el principal puerto de ingreso a la Unión Europea. Este tipo de acciones permiten a Mendoza trabajar en el posicionamiento de los productos provinciales con compradores mundiales. “Esta feria fue de mucha importancia para los participantes de Mendoza, ya que generamos gran cantidad de reuniones. A partir de este evento, la cebolla dulce tiene oportunidades concretas con Canadá, Francia y de trabajar de manera conjunta con productores de España, país que cultiva gran cantidad de cebolla y que busca ampliar mercados incorporando nuestro producto” explicó Gerardo Arribas, especialista del sector de Frescos de ProMendoza.