Si bien la mejora en la infraestructura como los caminos ganaderos fue el principal punto que expusieron los productores, también es una realidad que el Plan Estratégico Ganadero 2030 no tendrá incidencia alguna si no se implementan mejoras tranqueras adentro de los campos.
“Nosotros también tenemos que hacer nuestra parte”, sintetizó Eduardo López y luego agregó que “los productores tenemos que mejorar para poder seguir, para poder tener mayor producción, no todo pasa por el gobierno”.
“Hay muchas cosas que también se tienen que hacer tranqueras adentro ya sea en infraestructura mejora de la genética entre otros aspectos. Y esos trabajos corren por cuenta del productor y si bien se le pueden dar las herramientas, en necesario ejecutarlas”, continuó.
Agustín Fernández destacó que en la ganadería “todo es parte de una cadena que comienza con la cría” por lo que “acá principalmente hay que mejorar los índices de preñez, lo cual te va a generar mejores índices de destete. Estamos hablando que hoy tenemos menos del 60% de índices de destete en la generalidad y tenemos una pequeña proporción de productores que están por encima del 80 o el 90%. Entonces los productores tenemos que hacer nuestra parte que es mejorar la productividad en la etapa de cría para poder levantar el número de cabezas”, sentenció Agustín Fernández.
Si mejoran los índices de preñez, el resultado obvio será un aumento en la cantidad de cabezas y por consiguiente de kilos, como primer paso. Acto seguido, indicaron los productores pecuarios, viene la etapa de recría en la que hay productores que se dedican de lleno a esa actividad “que generalmente se realiza en campo naturales o se van afuera de la provincia porque los campos nuestros por ahí son más limitados”, indicó Fernández.
El último eslabón es el engorde o la terminación del animal donde entran de lleno los feedlot, acto seguido se pasa a la faena.
Según los datos oficiales, hay 8 frigoríficos habilitados en Mendoza con capacidad para faenar un total de 450.000 cabezas.
En el último año, se faenaron 358.170 animales lo que representó el 83% del total del consumo de carne vacuna que hay en la provincia.
Es allí donde entra a jugar ese 10,5% que aporta la producción mendocina, porque en el año fueron solamente 44.232 cabezas engordadas dentro de la geografía local.
Para Roberto Ríos, los índices bajos de preñez son un problema que puede solucionarse con mínimo esfuerzo, solamente cambiando el manejo del rodeo y para ello “se pude ver lo que está haciendo el vecino. Entre nosotros nos podemos dar una mano, después vamos a competir, cuando vendes, pero acá lo bueno es que todos pueden vender y se está vendiendo bien. Por eso tenemos que adoptar medidas para mejorar la productividad, no es tan complicado, hay que tener predisposición”, sostuvo.
También destacó que la mejora en la genética es fundamental y en ese punto “son muchos los productores que están enfocados en este aspecto y están comprando toros de cabañas”.