En 2021 las discusiones por los sueldos de los trabajadores vitivinícolas cerraron con un aumento del 57% escalonado, y este año, esperan cerrar en al menos un 60% sobre el salario remunerativo y discutir incrementos en ítems como “refrigerios” y bonos.
Según señalaron desde la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (FOEVA), el jueves pasado tuvo lugar el primer acercamiento, en donde hicieron el primer pedido de recomposición y, este viernes, a partir de las 11 horas iniciarán las negociaciones con empresarios y bodegueros para cerrar un acuerdo.
“El jueves pasado tuvimos la primera reunión, convocada por el Ministerio e hicimos un ofrecimiento que está entre el 65% y el 70%, pero necesitamos no bajar del 60% en la parte remunerativa”, indicaron desde Foeva, e invitaron a conocer más detalles después de la reunión de mañana.
Asimismo, contaron que se pidió un bono de $15.000, pero en el mes de noviembre, y las primeras posturas se hicieron con los números (de inflación y proyecciones para 2021) en el mes de diciembre. “Ahora tenemos que empezar a trabajar los nuevos números, pero al postura es de al menos un 60%”, destacaron desde Foeva.
¿Cuánto cobra un empleado vitivinícola?
“Cuando discutimos, discutimos sobre el salario del inicial de bodega, que es el número más cerrado y hoy está llegando hoy a $50.000. A eso se le suma el ítem refrigerio, que supera los $7.000, pero también hay que ajustarlo”, explicaron desde el gremio.
El monto señalado corresponde a un empleado de bodega, y se aleja de lo necesario para cubrir una Canasta Básica Total (según la DEIE, las líneas de pobreza e indigencia de Diciembre para una familia Tipo de cuatro personas son de $70.624,02 y $28.025,40 respectivamente), pero si se toma en cuenta cuánto gana un “jornalero”, desde Foeva advierten que deie
Por el contrario, si se promedian los sueldos entre operarios y trabajadores especializados, el número puede ser muy superior, y algunos salarios superan los $100.000 e incluso se acercan a $200.000, pero los representantes de los trabajadores aseguran que se trata de montos que no representan la realidad de la mayor parte de los trabajadores de un sector con mucha manod e obra no especializada.
Foeva en pie de lucha
Los representantes de la Federación aseguran que “las medidas de fuerza” en ocasiones son la única forma de presionar para elevar los porcentajes por encima de lo que los empresarios están dispuestos a pagar, mientras que reconocen que el pago escalonado (los porcentajes de aumento rara vez se cierran en los primeros trimestres del año), es donde el sector patronal encuentra una forma de morigerar el impacto de los aumentos.
En esa línea destacaron que protestas como las que se vieron el año pasado (con bloqueo de bodegas y manifestaciones incluso durante los festejos vendimiales), no están descartadas.
“Lo que se está reclamando hoy es para llegar al menos a la canasta de diciembre, y de ahí hay que empezar a discutir para que los trabajadores recuperen poder adquisitivo”, cerraron.
Empleo en blanco con AUH incluida y complemento sobre el salario
Hace poco más de una década, según rememoró , Juan Carlos Aguirre, secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines), los salarios de los vitivinícolas eran mejores, pero las negociaciones empezaron a cerrarse por porcentajes muy bajos de ajuste. “Desde que asumió la actual conducción de la federación hemos logrado un 33% en 2019, un 43% en 2020 y un 63% en 2021 (57% al básico y el resto en ítems no remunerativos).
Asimismo, el representante sindical destacó que el consumo batió récords en el mercado interno y también en las exportaciones (de vino). “Hubo un récord de ventas, por eso pelearemos las paritarias para que los compañeros tengan un buen sueldo”, aseguró.
La situación de los trabajadores del campo mendocino es compleja, y por eso, aunque se los inscriba debidamente, no dejan de tener beneficios sociales:
En principio, los trabajadores abocados a las cosechas, pueden solicitar un pago complementario para los meses en que no hay actividad agrícola. De manera en que si por ejemplo, un trabajador se da de alta en una finca de forma temporal para la cosecha de la vid, y luego completa labores culturales en otra finca, pero no logra mantenerse empleado los 12 meses del año, el Estado completará sus ingresos con $10.000 por mes, por cada mes que se encuentre desempleado.
De acuerdo con Gonzalo Navarro titular de la Agencia Territorial del ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, este programa busca incentivar la registración, por lo que solo está disponible para trabajadores en blanco.
Asimismo, el funcionario recordó que es compatible con la AUH, y que Anses paga esta asignación a los cosechadores de forma ininterrumpida, aunque sean puestos en blanco.
Por otro lado, en el año 2011 se dio inicio al programa “Buena Cosecha”, que promueve la creación de Centros Socio-Educativos Rurales destinados a contener a hijos de trabajadores rurales, en el año 2017 se desfinanciaron, y no fue hasta junio de 2020 que se volvieron a poner en funcionamiento y, en la actualidad, ya hay 48 de ellos ubicados en cinco municipios de la provincia. Se espera que asistan 3.080 niños en esta temporada de cosecha.
Según explicó Navarro, “se firmaron los convenios en junio entre la Nación, la Agencia Terriotorial Mendoza y los municipios de San Martín, Tupungato, Tunuyán, Luján de Cuyo y Maipú”, con tres objetivos fundamentales: que quienes estén haciendo las labores culturales vinculadas a la tierra tengan en donde dejar a sus hijos, y evitar riesgos potenciales para los menores (el relanzamiento del programa coincidió con una tragedia que se vivió en Junín, y que le costó la vida a una pequeña); fortalecer el trabajo contra la explotación infantil; dotar a las madres (también a los padres, pero son mayormente ellas quienes se quedan al cuidado de los pequeños) de la autonomía necesaria para desarrollarse económicamente.
