El 17 de abril es una fecha especial para la vitivinicultura de Mendoza y también para todos los amantes del vino que es emblema de la producción argentina. Pero, ¿por qué se celebra hoy el Día del Malbec y cuál es la relevancia de esta cepa en la industria vitivinícola del país?
La elección de la fecha no es fortuita. Porque en 1853, en un acto de visión y de determinación, se presentó un proyecto para establecer una escuela de agricultura en Mendoza, primer paso hacia el impulso del desarrollo vitivinícola en Argentina. Esta iniciativa fue liderada por Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), quien tenía la firme intención de transformar la producción de vino en la Argentina.
El 17 de abril de 1853 se presentó, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, un proyecto ante la Legislatura Provincial de Mendoza, con el objetivo de fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. El proyecto fue aprobado como ley el 6 de septiembre de 1853, sentando las bases para el florecimiento de la industria vitivinícola el país.
La llegada de la uva Malbec, procedente de Francia, jugó un papel crucial en este proceso. La cepa fue introducida por el agrónomo francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), que se encontraba en Chile trabajando en la Quinta Normal de Santiago de Chile. Fue contratado por Sarmiento para dirigir la Quinta Agronómica de Mendoza, un establecimiento escolar similar a la escuela trasandina también impulsada por Sarmiento para desarrollar nuevas especies y difundir la agricultura.
A lo largo del siglo XIX, con la contribución de inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura argentina experimentó un crecimiento extraordinario y el Malbec fue un protagonista destacado. La cepa se adaptó rápidamente a los diversos suelos argentinos (terroirs), se desarrolló incluso mejor que en Burdeos, su región de origen, consolidándose como la uva insignia del país. Mendoza es la principal provincia productora de Malbec con 3.583.503qq (84.46% del total del país); lo que equivale al 27.24% del total de la uva mendocina.
Originaria del sudoeste de Francia, este varietal se cultivaba originalmente en la región de Cahors, donde se elaboraban vinos reconocidos desde la época del Imperio Romano. Sin embargo, la plaga de filoxera que azotó Francia en el siglo XIX puso en peligro la existencia de esta variedad en su país de origen. Por suerte, la uva encontró un nuevo hogar en América del Sur, especialmente en Argentina, donde mostró todo su esplendor.
El Día del Malbec no solo es una ocasión para celebrar esta magnífica cepa y su contribución a la industria vitivinícola argentina, sino también para recordar la visión y el esfuerzo de aquellos pioneros que fueron allanando el camino para su éxito. Argentina es un país reconocido por su pasión por el vino, el Malbec desde su llegada fue reclamando un lugar de honor.