Desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas advierten que la situación para el productor vitivinícola en la temporada de riego 2022/2023 será crítica, ya que se combinan la falta de disponibilidad de agua, por la sequía, con el aumento de la tarifa de electricidad para riego agrícola, que acumula un 134% de suba con respecto a la anterior y podría incrementarse aún más si se que eliminan los subsidios.
Desde el Observatorio de Acovi recuerdan que, según el Departamento General de Irrigación, la cuenca del río Atuel, Diamante y Malargüe atraviesa una sequía hidrológica severa, la cuenca del río Mendoza está pasando por una sequía hidrológica moderada y la cuenca del río Tunuyán presenta una sequía hidrológica extrema. A estos panoramas, plantearon, se le agrega la baja disponibilidad hídrica para el riego agrícola por la priorización del consumo residencial, la falta de oferta, inversiones e ineficiencia en la distribución.
Este panorama obliga a incrementar el uso de energía para hacer funcionar las perforaciones, con el objeto de cubrir los requerimientos de riego. Desde la entidad expresan que se necesita una acción urgente para suspender la aplicación de la quita del subsidio nacional a un sector en emergencia hídrica por la sequía.
“Es fundamental contar con la disponibilidad del recurso suficiente para garantizar la producción en la próxima temporada de cosecha, sumando la necesidad de realizar un combate contra el riesgo de heladas. La situación de sequía declarada por el propio gobierno va a poner al productor de cara a una de los peores ciclos de riego agrícola”, comentó Nicolás Vicchi, gerente de Acovi.
La reducción del subsidio energético nacional, que en un primer momento era residencial pero que se extendió al sector productivo, se suma a la actualización semestral del VAD (el componente provincial de la facturación). Según los cálculos del Observatorio de Acovi, el ciclo de riego agrícola 2022/2023 tendrá un aumento del 134% y si la quita de subsidios se acelera según lo previsto puede llegar a duplicar los costos.
Por otra parte, señalan que la recuperación del precio del vino se ve frenada por los incrementos en los costos de producción, que restan competitividad a un sector agroexportador con gran efecto multiplicador en la generación de valor agregado y empleo. De esta manera, el productor se ve imposibilitado en trasladar los aumentos que va sufriendo.
Acovi, como representante de los usuarios de riego agrícola en las audiencias del EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico), con una serie de propuestas:
- Articular políticas públicas, abordando de forma conjunta la eficiencia hídrica y energética.
- Potenciar líneas disponibles y desarrollar estudios técnicos de factibilidad entre Emesa y EPRE (parques fotovoltaicos) para potenciar inversiones en economías de escala, con las inspecciones de cauce y usuarios de riego agrícola.
- Inversión pública en construcción de reservorios de agua, acompañada por un cambio de paradigma: pasar de un sistema de riego “de oferta” a “demanda”, con la posibilidad de reforzar la dotación mediante el uso de perforaciones en cabecera de hijuela a cargo de las inspecciones de cauce.
- Incrementar el presupuesto al subsidio de riego agrícola en función de los aumentos tarifarios, teniendo en cuenta la mayor demanda que será necesaria por la sequía.
- Modificar los tiempos de actualización del VAD, para que no impacte en los momentos de mayor demanda en riego agrícola y también en el período de elaboración.
- Eliminación del alumbrado público para el sector productivo por doble imposición al pagarlo también como usuario residencial.
- Fuerte campaña de difusión del sistema de estabilización de la factura eléctrica por consumo estacional para riego agrícola y elaboración.
- Reactivar un proyecto de ley nacional que se presentó en el Congreso durante 2016 que busca lograr una tarifa diferencial nacional al riego agrícola de las provincias de La Rioja y Mendoza.
“No se puede tomar como razonable una política de ajuste en el costo energético que impacte en un sector productivo que viene golpeado por una crisis hídrica. En uno de los peores años climatológicos e hidrológicos el aplicar aumentos desproporcionados no hacen más que frenar la recuperación de la producción y empleo del sector agroindustrial vitivinícola”, planteó Vicchi.
Y agregó: “Es una industria que trae dólares, que son tan escasos en el país, con exportación de un valor agregado más que importante. La generación y multiplicación de empleo supera el de muchas actividades medidas en la matriz insumo-producto, sumado al arraigo y desarrollo local” .