Primavera seca y más calurosa: los beneficios y perjuicios que puede acarrear en la producción

Los productores remarcaron como puede impactar una primavera con menos lluvias y temperaturas más altas. La disponibilidad de agua para riego. Que pasará con los campos en la zona de secano.

Primavera seca y más calurosa: los beneficios y perjuicios que puede acarrear en la producción
Con menos lluvias y temperaturas más altas, la disponibilidad de agua para riego es crucial.

La cereza es uno de los cultivos que se cosecha durante la primavera y uno de los principales enemigos que tiene es la lluvia en exceso por lo cual, las previsiones climáticas son alentadoras para el sector.

“No tenemos un problema importante en cuanto al agua, sin en cuanto a las heladas y las lluvias. Este fue un año con un frío bastante inusual, conseguimos todas las horas de frío necesarias para salir de la dormancia en junio y parte de julio, o sea que fue muy buen año al respecto, se acumuló mucho frío como hacía años no sucedía y es importante que una vez que arranque la primavera no baje la temperatura”, comentó Diego Aguilar, presidente de la Cámara que agrupa a los productores de cereza de Mendoza.

Sin embargo “a finales de julio primeros días de agosto, hubo varios días de frío y eso demoró la floración. Entonces todo lo que se había adelantado por el frío, ahora está un poco demorado”, explicó.

Pese a esa situación, Aguilar sostuvo que están “a la puerta de una temporada relativamente normal y con buenas perspectivas en cuanto a volumen, en ese aspecto creemos que estamos bastante bien”, dijo

“Lo otro que es para nosotros una buena noticia, es esto de que van a haber menos lluvia en la época de cosecha, porque la lluvia es nuestro principal enemigo porque cuando el fruto está con azúcar casi al momento de la cosecha, se produce el crack en la fruta, se parte por la lluvia. Entonces estamos expectantes también con ese pronóstico”, sostuvo Aguilar.

Si todo continúa como está previsto, se espera que la cosecha de cereza comience aproximadamente el 10 de noviembre, el grueso de la producción, aunque también habrá algunas variedades anticipadas “que van a salir, probablemente, una semana antes o 10 días antes”, agregó el productor de cereza.

En cuanto a los requerimientos de agua para riego, Aguilar sostuvo que el sector está preparado ya que “es uno de los que más se ha tecnificado en cuanto al riego y son muy pocas propiedades que hoy en día siguen con riego tradicional”.

Por un lado, muchas producciones dependen de agua subterránea para el riego por lo que “estamos obligados a ser eficientes en el riego porque si no el costo (energético) es altísimo” y en segundo lugar “casi todos están con riego por goteo por el tema de las aplicaciones de fertilizantes y agroquímicos que se hacen a través del riego y es mucho más eficiente, por eso casi todos hemos optado por este sistema”, indicó.

Fernando Cordero, ingeniero agrónomo, productor frutícola y presidente de la específica de Agricultura de la Cámara de Comercio de General Alvear opinó que las condiciones climáticas pronosticadas, en esta oportunidad, son ideales para los cultivos.

“A nosotros una primavera que tenga temperaturas por encima de lo normal es mucho mejor porque no hiela y además la floración es espectacular porque vamos a tener cuaje”, comenzó diciendo.

“Por el lado de las lluvias, el aporte de humedad que hacen en esta zona es casi insignificante, pero como el año viene normal en cuanto a nevadas, tampoco va a faltar mucha agua entonces tampoco es tan problemático eso”, añadió.

Para redondear, Cordero dijo que “con temperaturas buenas y que no llueva podrá ser un problema más para el campo, que no les va a salir pasto para alimentar a las vacas, pero a nosotros, y más teniendo nieve en la montaña como hoy tenemos, y con las reservas de agua con que arrancó Irrigación, no debería ser un problema”.

En cuanto a tecnificación en riego, el ingeniero agrónomo aseguró que los productores cada vez más están invirtiendo en equipamiento para emplear el agua de manera más eficiente, “se está haciendo mucho riego por goteo”, sin embargo también se sinceró y dijo que aún es alto el porcentaje de agricultores que continúan regando de la forma tradicional.

Para los productores de ajo, que el grueso de la cosecha se levanta entre finales de octubre y la primera quincena de noviembre, las condiciones del clima son en parte favorables, al disminuir el nivel de precipitaciones, y en cuanto a la temperatura, hay algo de temor por si sube en demasía.

“Con respecto al tema de lluvias, en base a lo que hemos estado viendo, a mediano plazo, aparentemente el clima puede ser más seco y se esperan quizás algunas lluvias después del 15 de noviembre aproximadamente. Dentro de lo que va a ser la cosecha del ajo, la mayor parte se levanta desde el 20 de octubre en adelante y hasta el 15 o 20 de noviembre, así que hasta esa época aparentemente las condiciones pueden ser beneficiosas”, explicó Fabián Fusari Duin, presidente de Asocamen.

En cuanto a las temperaturas, ahí radica algo de temor ya que “el inconveniente que tiene es que las capas de protección del ajo, con clima muy cálido y seco, comienzan a quebrarse y eso hace que se genere mucho ajo de baja categoría (categoría 2) que tiene un precio de venta muy inferior al ajo de primera categoría”, dijo el productor ajero.

Pascual Arce, productor de melón e integrante de la cooperativa Lacofrut también opinó como sus pares y celebra las condiciones del clima que están previstas para gran parte de la primavera.

“Siempre tenemos un plan de trabajo pensando en que el tiempo no juega un poco en contra. La escasez, de lluvia en la primavera a nosotros nos viene bien porque evitamos el nacimiento y crecimiento de malezas. Además, nosotros estamos usando un riego por goteo, entonces no nos haría falta la humedad de suelo porque se la damos nosotros”, afirmó.

Precisamente en la semana que paso comenzó el trasplante de plantines y “estaríamos en condiciones de comenzar la cosecha la primera semana de diciembre. Entonces que tengamos menos lluvia en esta época es mejor porque si no sufrimos podredumbre, manchado de melón, o sea se pierde y pasa a ser el segundo plano, de descarte, de segunda categoría”, dijo Arce.

Cómo será la oferta de agua

Se espera que el pronóstico de escurrimiento de agua para la temporada que está en marcha y el 2024 se conozca en octubre.

Sin embargo, con los datos níveos registrados el último día de agosto, en el Departamento General de Irrigación anticipan que lo más factible es que “lleguemos a cubrir la demanda de agua de los cultivos”, dijo Sergio Marinelli.

Según el Superintendente General de Irrigación “con datos al 31 de agosto de nieve, el río Mendoza estaba en el 90% de un año medio. No es para tirar manteca al techo ya que este río tiene una cuota fija que es para el servicio público en el área metropolitana que consume 250 hectómetros cúbicos fijos todos los años, eso es mucha agua, pero será un poco menos que el año pasado pero mejor que el anteaño pasado”, comentó.

En cuando a los ríos Tunuyán y Diamante “estamos por encima de un año medio” y en el caso del río Atuel, el más afectado de la provincia por la crisis hídrica, para esta temporada se espera que “sea un buen año”, confió Marinelli.

Qué pasa en el campo

La visión en el lado del campo de secano sobre las previsiones climáticas se ubica casi en el otro extremo al sector agrícola.

La falta de lluvias a lo largo del invierno y también en la primavera está trayendo consecuencias severas en la proliferación de pasturas y se dificulta la alimentación de los animales.

Agustín Fernández, productor y presidente de la específica de Ganadería de la Cámara de Alvear dijo que “lo que se viene dando es que en los últimos años es que estamos teniendo inviernos y primaveras muy secas, y generalmente volvemos a tener lluvias más fuerte en noviembre o diciembre recién”.

“Me da sensación de que todos esos pronósticos, todo lo que se habla de La Niña o El Niño nos dejara exento a la zona nuestra. Sin ir más lejos, con la tormenta de Santa Rosa llovió en gran parte del centro del país, pero a nosotros ni nos tocó”, dijo.

El ganadero aseguró que las lluvias han sido tan escasas que no hay material en los campos para pensar en un incendio forestal a gran escala.

En esta nueva normalidad que estamos teniendo, con 6 meses sin lluvias, los campos no están con un volumen de materia seca que pueda generar un gran incendio”, sostuvo Fernández.

Por último, el productor aseguró que la situación forrajera en los campos están al límite y en la actualidad “no logramos recuperarlos y hoy estamos hablando de que la mayoría de los campos están con una carga de entre 15 y 20 hectáreas por vaca, el doble de lo que era antes”¸

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