Después de anuncios reiterados sobre la llegada de El Niño, que parecían hacerse esperar, finalmente el fenómeno se instaló en el país, según confirmó el Servicio Meteorológico Nacional. En Mendoza, no sólo hubo un importante temporal en alta montaña, sino que en el llano se han reiterado las precipitaciones. Además de las lluvias de hoy, se espera que se produzcan también el jueves y que se mantenga frío.
Si bien setiembre es, oficialmente, el mes de la llegada de la primavera -en rigor de verdad, recién el 21-, esta semana arrancó con lluvias y el ingreso de un frente frío. El martes y miércoles habría un leve repunte en la temperatura, pero para volver a caer el jueves, con nuevas precipitaciones, según adelante el pronóstico extendido de la Dirección de Contingencias Climáticas de la provincia.
Lunes. Mayormente nublado con descenso de la temperatura y precipitaciones aisladas, vientos moderados del sudeste. Nevadas en cordillera. Máxima: 12ºC / Mínima: 4ºC.
Martes. Parcialmente nublado con ascenso de la temperatura, vientos moderados del noreste. Nevadas en cordillera. Máxima: 17ºC / Mínima: 4ºC.
Miércoles. Parcialmente nublado con ascenso de la temperatura, vientos moderados del noreste. Nevadas en cordillera. Máxima: 18ºC / Mínima: 5ºC.
Jueves. Mayormente nublado y frio con lluvias y lloviznas, descenso de la temperatura, vientos moderados del sudeste. Nevadas en cordillera. Máxima: 10ºC / Mínima: 7ºC.
Viernes. Parcialmente nublado con ascenso de la temperatura, vientos leves del noreste. Máxima: 16ºC / Mínima: 4ºC.
Sábado. Parcialmente nublado con ascenso de la temperatura, vientos leves del noreste. Máxima: 25ºC / Mínima: 7ºC.
Las lluvias que parecen haber llegado para instalarse en la provincia, de la mano de El Niño, llegan después de casi 5 meses sin que se produjeran precipitaciones de importancia. El mes pasado, el meteorólogo mendocino Fernando Jara detalló a Los Andes que, desde enero al 20 de agosto se habían acumulado 47,6 milímetros, cuando, habitualmente, para esa época del año se suele alcanzar los 80 o 90 milímetros.
En ese momento, la preocupación era qué podía suceder con los campos con mucha vegetación seca, que puede favorecer que se produzcan incendios. Ahora, tal vez sea momento de empezar a pensar qué puede suceder con el ajo o de la cereza, que no se ven favorecidos por las lluvias durante la cosecha, como también por el efecto de la humedad en otros cultivos.
