El alerta de heladas sigue vigente para el agro mendocino. Después de un marcado descenso en la tempartura en los últimos días, para esta semana volveremos a tener un progresivo ascenso en el termómetro, aunque con nubosidad, vientos moderados e inestavbilidad en varias jornadas.
Según el pronóstico extendido de la Dirección de Contingencias Climáticas (DCC) local, el cual se actualiza a diario a las 17, la actividad agropecuaria mendocina deberá afrontar sus labores culturales, con mínimas que arrancarían en los 12 grados y llegarían a los 15. En tanto, las máximas irán de los 26 a los 31 grados.
Lunes: poca nubosidad con ascenso de la temperatura, vientos leves del noreste. Máxima: 19ºC - Mínima: 6ºC.
Martes: tiempo bueno con ascenso de la temperatura, vientos moderados del noreste. Heladas parciales en Valle de Uco y sur Provincial. Máxima: 25ºC - Mínima: 6ºC.
Miércoles: tiempo bueno con ascenso de la temperatura, vientos moderados del noreste. Máxima: 29ºC - Mínima: 9ºC.
Jueves: algo nublado con poco cambio de la temperatura, vientos moderados del noreste. Máxima: 29ºC - Mínima: 10ºC.
Viernes: algo nublado con poco cambio de la temperatura, vientos moderados del noreste. Máxima: 28ºC - Mínima: 11ºC.
Sábado: inestable con nubosidad variable y ascenso de la temperatura, vientos leves del noreste. Máxima: 30ºC - Mínima: 12ºC.
CÓMO COMBATIR LAS HELADAS TARDÍAS
De acuerdo a lo publicado por Los Andes, existen diversas acciones que los productores pueden realizar para reducir el daño que puede ocasionar una helada tardía. Incluyen desde la compactación del suelo, el riego preventivo y la plantación de cortinas forestales, hasta la lucha activa con quemas, la utilización de ventiladores y el riego sub o supra arbóreo.
Los especialistas coinciden en que uno de los más efectivos es la aspersión de agua, que, además, no tiene un impacto negativo en el medio ambiente, como sí sucede con la quema de leña o de combustibles sólidos. Hay dos métodos principales: el riego subarbóreo (por debajo de la planta) y el suprarbóreo (en la parte de arriba de la planta, con aspersores).
En el primero de los casos, cuando el agua pasa del estado líquido al sólido, libera calor. Por eso, se necesita un riego permanente hasta después de la salida del sol, ya que cuando el hielo se derrite, se produce el efecto contrario. Mientras que en el segundo, se crea una especie de “iglú” para las yemas, que las mantiene a cero grados y evita que se congelen.