Esta semana se publicó, en el Boletín Oficial de la Nación, una normativa que establece que cada productor inscripto en el Registro de Operadores del Sector Yerbatero, podrá plantar por año hasta 5 hectáreas de nuevas plantaciones de yerba mate (Ilex Paraguariensis Saint Hilaire).
Sólo se podrán reponer las plantas secas/muertas dentro de un lote ya declarado ante el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) sin alterar la densidad original de la plantación, es decir, no se podrán mejorar rendimientos. Las plantaciones nuevas y los replantes podrán ser realizados sobre la misma superficie de un lote ya declarado ante el INYM, el que fue previamente arrancado.
En Mendoza, el año pasado el Gobernador Rodolfo Suárez anunció la puesta en marcha de un proyecto conocido como “factibilidad agronómica”, que podría limitar cultivos, no sólo de vid sino de otros sectores, con el claro objetivo de mejorar las condiciones de mercado para los productores.
Básicamente lo que buscaba el proyecto, que fue anunciado en la Asamblea Legislativa del 1 de mayo de 2020, pero que hasta ahora nunca fue formalmente presentado, era que al momento de avanzar con una plantación su factibilidad fuera analizada por un cuerpo colegiado para evitar que el Estado tenga que salir a auxiliar a productores porque su rentabilidad está por debajo de los costos. Algo cíclico y muy común por lo menos, en el sector vitivinícola.
Por ahora, la idea sigue dando vueltas por algunos escritorios pero sin fecha cierta de presentación.
Pero al margen de esta iniciativa provincial, vale la pena plantear el debate, sobre si, al igual que con la yerba mate, en Argentina es necesario limitar la plantación de viñedos.
Las bodegas tratan de incorporar esquemas donde para algunas líneas de precio el autoabastecimiento es clave. Así expanden la cantidad de viñedos. A diferencia de la creencia popular, no lo hacen sobre la zona top del Valle de Uco sino que el eje se corre a la zona Este: con lugares tanto en Junín como en Rivadavia.
Es la limitación de la implantación de viñedos la única salida para que el productor vuelva a encontrar un punto de equilibrio. Será ésta la forma con la que buscará el recambio varietal, en vista a lo que hoy pide el mercado.