La consagración de Olivícola Laur en el primer puesto del EVOO World Ranking (Ranking Mundial de AOVE) 2021 ha sido un hito en la historia de la empresa, la provincia, el país y hasta el continente. Es que se trata de la primera vez que el influyente concurso queda en manos de una compañía que se ubica fuera de Europa. Y tal ha sido la repercusión que en la tarde noche del lunes el establecimiento maipucino abrió sus puertas y recibió a distintas personalidades, entre ellas el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez.
Justamente el primer mandatario provincial otorgó un reconocimiento a la institución que dirige Gabriel Guardia por haberse impuesto a históricos productores de España, Italia, Portugal y otras potencias de Europa con un aceite de oliva de calidad premium en detrimento de una industria que acumula años de decadencia.
“Fueron las promociones industriales que no favorecieron a Mendoza las que hicieron que muchas olivícolas se fueran a otras provincias que tenían otros beneficios y podían avanzar en cultivos con mayor intensificación que lo que tenemos nosotros, que muchos tienen más de 100 años”, dijo Suárez para explicar la falta de crecimiento y hasta retroceso que ha experimentado la industria en las últimas décadas, donde ha llegado a perder 50% de la superficie plantada en solo 10 años.
Para terminar con el deterioro de la actividad y potenciar el posicionamiento mundial de Mendoza como productor de aceites premium fue que Guardia nombró a Suárez de manera simbólica, pero otorgándole una seria responsabilidad, como “Protector de los olivos”.
“Tener un aceite que es el mejor del mundo abre la esperanza de recuperar lo que fue la olivicultura para la provincia. Nosotros estamos acompañando a la empresa y dándole difusión, porque la olivicultura y la vitivinicultura hacen a la marca Mendoza, que es mundialmente conocida, y eso nos hace bien a todos, ya que genera empleo, turismo y progreso”, agregó el Gobernador.
¿Cómo se recupera la olivicultura mendocina?
Para Suárez, la clave de la recuperación de la olivicultura de Mendoza no va a pasar por el crecimiento en volumen, sino por la calidad que pueden dar los olivares que aún quedan plantados en el territorio provincial, lo que va a permitir competir en mercados internacionales.
“Tenemos que salir a vender aceite de oliva al mundo, salir del paradigma de que con lo nuestro podemos vivir y que el mercado interno es suficiente. Hay que vender en el mundo. Esa era una de las políticas que teníamos trazadas en nuestra gestión, pero no hemos podido viajar”, aseguró.
Y en ese sentido, aseguró que junto al CFI (Consejo Federal de Inversiones) ya estuvieron analizando el calendario de ferias en el mundo para salir a vender productos de Mendoza. “Tenemos que ganar mercados y no solo eso, hay que mantenerlos en el tiempo, que es lo más difícil, porque cuando se pierde un mercado no se recupera”, manifestó.
“Hay que hacer una sinergia entre lo público y lo privado para crecer en las exportaciones. El secreto es ganar mercados y que entren dólares genuinos a la Argentina y Mendoza”, completó.