La quita de un beneficio del 25% sobre aranceles de la Unión Económica Euroasiática (EEU), donde participa Rusia, genera alarma en el sector de la ciruela por perder ese mercado. Eso se suma a otro año local con bajas cosechas e incertidumbre. En los últimos 6 años se exportó a Rusia alrededor de U$S 53 millones en ciruelas deshidratadas.
Más del 90% de la ciruela que se produce va a exportación y, junto con Brasil, el mercado ruso es uno de los principales compradores. En 2020 se exportaron a Rusia 1.694 toneladas por un valor de U$S 4.264.241, números menores al promedio de los últimos años por una baja cosecha local. Si se compara con la gran cosecha de 2018, ese año se exportaron 5.995 toneladas por un valor de U$S 11.312.280.
El problema es que este año la UEE, conformada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, decidió actualizar un programa de preferencias comerciales y quitará a Argentina de una lista de beneficiados con un arancel menor. Con el programa, algunos productos como la ciruela pagaban 7,5% de arancel en vez de un 10% que paga el resto.
Si bien esa diferencia en el arancel puede sonar poco, los consultados remarcaron que son mercados muy competitivos y la más mínima diferencia puede dejar a un jugador afuera. Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, explica que la medida entrará en vigor a partir del 12 de octubre de este año y que el beneficio ha sido fundamental para ganar espacio en ese mercado.
“El sector de la ciruela desecada, apoyado en la calidad y confiabilidad del producto, más el cumplimiento del sector exportador, pudo constituir en Rusia un excelente mercado, sumamente demandante, con amplias posibilidades de crecimiento. Fue fundamental el beneficio del 25% sobre el 10% de arancel establecido”, comenta Bustos Carra, y añade que es similar para uvas, peras y duraznos deshidratados.
El gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo critica también medidas nacionales como la suspensión temporal de exportación de carne: “Esta medida, que hoy se aplica para la carne, los mercados internacionales interpretan que luego puede ser otro, lo que agrega a todas las dificultades que enfrentamos, la incertidumbre sobre nuestras reales posibilidades de asumir los compromisos comerciales”.
En ese sentido, Bustos Carra cree que las autoridades deben asumir que “el comercio exterior y la economía argentina en general no deben depender de los humores de los mercados internacionales” y sí se deben adoptar medidas “para buscar el crecimiento de la economía y su ansiada estabilidad”.
Cosecha y competencia
El Clúster de Ciruela Industria de Mendoza reúne a productores, secadores e instituciones públicas. Su presidente, Juan Carlos Morillas, explica que además de la suspensión de los beneficios arancelarios se debe analizar el desempeño de otros países exportadores como Chile, Estados Unidos y Francia, con una perspectiva de números bajos esta temporada.
El principal competidor local es Chile, un país que también estaba beneficiado por estos aranceles especiales y que dejará de percibirlos. “Chile es el principal exportador del mundo de ciruela, ha hecho buenos acuerdos.
En este caso, afecta a ellos también pero, además, van emergiendo otros países que compiten por el mercado ruso”, señala Morillas.
Otro aspecto que reconoce el presidente del clúster es que éste ha sido otro año de malas cosechas por las heladas tardías de 2020, y que probablemente prioricen las ventas a mercados consolidados, como Brasil: “Nuestras ciruelas están bien instaladas. En el mundo en general se le compra al más barato, pero en Brasil se aprecia más la marca argentina”.
Desde el Comité de Exportadores de Ciruela Industria de Mendoza (Cecim), su presidente, Carlos Ponce, afirma que la suspensión de los beneficios arancelarios es un problema grave a largo plazo porque el importador ruso, al tener que pagar más, deja de lado mercados externos como el argentino.
“Yo entiendo que debería haber una apertura y una penetración de mercado y posicionamiento de los productos de Argentina para fortalecer el sector externo, que es el generador de divisas. Ciertamente es un problema de cara a futuro y es un problema que esto esté pasando, más allá que afecta a 75 países”, detalla Ponce.
El presidente de Cecim explica que, si bien la baja también afecta a Chile, el vecino trasandino tiene acuerdos comerciales con otros países donde entra a tasa cero. “Lo veo muy complejo y negativo por más que este año no tengamos tanta ciruela. Esperemos que en algún momento esto se revea o se pueda llegar a un acuerdo comercial entre bloques. Yo lo veo muy negativo para el sector”, analiza Ponce.
El reclamo a Cancillería
La situación de los aranceles llevó a que entidades como la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, el Comité Exportador de Exportadores de Ciruela de Mendoza (Cecim) y el Clúster de Ciruela Industria de Mendoza enviaran cartas al Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina para dialogar e intentar revertir la situación.
En la carta, se menciona el cultivo en Mendoza de 12.500 hectáreas, la importancia del beneficio, la calidad del producto exportado y el buen cumplimiento de compromisos comerciales. Además, señalaban la “poca cantidad” de beneficios arancelarios para ingresar a otros mercados, a diferencia de países competidores.
“Si bien este sistema es decisión de los países otorgantes, no bilateral, entendemos que alguna gestión se podría intentar toda vez que la situación sanitaria mundial requiere más que nunca la colaboración e interacción comercial para superar la misma”, pedían las entidades en el texto.
El documento fue respondido este mes por Carola Ramón, subsecretaria de Negociaciones Económicas Multilaterales y Bilaterales. En su respuesta, además de hacer un repaso por la situación, informa que ha solicitado al Centro de Economía Internacional de la Cancillería evaluar los efectos de este cambio de aranceles en los productos que exporta Argentina (frutas, lácteos, carnes y productos de la pesca).
De todas formas, la funcionaria reitera que el Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGPA) es un sistema a través del cual los países desarrollados conceden beneficios de forma unilateral, eligiendo los productos y países: “Teniendo en cuenta lo recién mencionado, no se estima que pueda recuperarse el SGPA de la UEE en el corto plazo”.
“Sin perjuicio de esto, esta Cancillería se encuentra analizando las acciones a realizar para intentar recuperar para algunos de los productos afectados, por caso las frutas, en todo o en la mayor parte posible, el beneficio arancelario que se perderá a partir del próximo 12 de octubre de 2021”, agrega Carola Ramón en su respuesta.
Un mercado clave para Mendoza
Desde la Fundación ProMendoza destacan que el mercado ruso es una plaza interesante por su alto consumo y cultura de vinos. En 2020, se exportaron en total productos por U$S 23,3 millones con un peso neto de casi 20.000 toneladas (el producto más vendido fue vino).
Mario Lázzaro, gerente de ProMendoza, coincide en que algunos sectores van a perder competitividad con este cambio en el arancel (que no afecta al vino). Los beneficiarios son países de Asia Central como Uzbekistán, que tiene un comercio de ciruelas con Rusia que crece cada año: pasó de 700 toneladas en 2017 a unas 3.243 toneladas el año pasado, aún más que Argentina.
“El 2,5 % de suma no significa que vamos a dejar de vender a Rusia, sino que va a impactar en la rentabilidad de los exportadores de ciruelas. Porque si no podés subir tu precio 2,5% por tener mucha competencia, lo vas a tener que reducir de la ganancia. Pensemos también que Rusia es uno de los mercados más importantes para Argentina”, recuerda Lázzaro.
El gerente de ProMendoza recuerda que, cuando la provincia tuvo una gran cosecha en 2018, se logró recuperar el mercado ruso, participando en ferias de alimentos en Moscú: “Toda la industria y nosotros desde ProMendoza salimos a hacer nuevos mercados y recuperar aquellos donde habíamos menguado. Después en 2019 tuvimos una mala cosecha y se terminó el furor de salir hacia los mercados”.
Un dato que destaca Lázzaro es que en Rusia, al igual que en Brasil, se vende ciruela seca lista para consumo, tiernizada, sin carozo. Ella tiene un mayor valor que la ciruela deshidratada a granel que se puede vender a Estados Unidos. Además, recuerda que Rusia tiene actualmente sanciones de la Unión Europea y que deberá analizarse cómo avanzan las ofertas de ciruelas y los precios internacionales.