Se espera una buena cosecha de ajo y la premisa es mejorar las exportaciones

El clima está acompañando a los productores ajeros. La cosecha está iniciando y hay perspectivas de buena calidad y cantidad.

Se espera una buena cosecha de ajo y la premisa es mejorar las exportaciones
Comienza la cosecha de ajo en Mendoza. Foto: Gustavo Rogé / Archivo.

El cierre de la temporada pasada para el ajo no fue de lo más positivo, los problemas con la brecha cambiaria que dejó a productores trabajando a pérdida, hacía prever que la cosecha 2023 que está a la puerta comience con saldo negativo, en particular en lo que hace a la superficie cultivada.

Para bien del sector, las hectáreas con cultivos de ajo se incrementaron levemente, de acuerdo a las cifras que difundió el Instituto de Desarrollo Rural, y el clima está acompañando, por lo que hay buenas perspectivas para la nueva cosecha, tanto en cantidad como calidad.

Por supuesto, hay factores que en el transcurso del año no cambiaron un ápice, por el contrario, lejos de acomodarse las condiciones económicas, empeoraron, y aseguran que hubo inflación hasta en dólares.

Un detalle no menor teniendo en cuenta que el 90% de la producción ajera, aproximadamente, tiene como destino la exportación y ese 10% restante se distribuye entre el mercado interno, la industria y una porción se guarda como semilla para la próxima siembra.

Ante esta situación, por estos días lo único certero entre los productores, es que nadie sabe lo que les depara el futuro, en particular después del 10 de diciembre.

Superficie con hortalizas

Mendoza ocupa el segundo lugar en el país como productora de hortalizas y dentro de provincia la horticultura es la tercera en importancia dentro de la agricultura, por la superficie que abarca, después de la vid y los frutales, aunque es la primera por ocupación de mano de obra.

Durante julio y agosto el IDR llevó a cabo el relevamiento hortícola invernal en la provincia y arrojó como saldo que la superficie con hortalizas de invierno se estimó en 18.738 hectáreas lo que marcó, en comparación con el ciclo anterior, un incremento de un 8,4%.

Dentro de las hortalizas, el ajo sigue siendo la más importante porque acapara el 74% de la superficie cultivada, con un total de 13.841 hectáreas. El 26% restante de las hectáreas cultivadas con hortalizas se reparte entre zanahoria, cebolla, lechuga, acelga, arveja, repollo, remolacha, entre otras.

Las especies que incrementaron su superficie con respecto a la temporada anterior fueron: ajo, cebolla, zanahoria y repollo, dentro de las más importantes.

En el Valle de Uco y la zona Centro, se siembran el 72 % de las hortalizas invernales y los departamentos más importantes en superficie cultivada son: San Carlos, Maipú, Tupungato, Tunuyán, San Martín y Lavalle.

En el caso de ajo específicamente, los productores estimaban que para esta temporada habría una disminución en la superficie implantada con ajo, sin embargo la estimación que realizó el IDR para esta temporada arrojó como resultado que hay 13.841 hectáreas lo que representa un aumento del 4%, en comparación al ciclo anterior.

En la distribución territorial, hay un crecimiento más marcado en zonas como el Centro y el Este mendocino, sin embargo el Valle de Uco sigue liderando, y por lejos, la superficie con ajo de la provincia.

En el Valle de Uco se encuentra el 56% (7.770 ha) de la superficie implantada con ajo, le sigue la zona Centro con el 15%, en el Este está el 13% del ajo mendocino, la zona norte concentra el 9% y cierra el Sur con el 7%.

De acuerdo al relevamiento del IDR, las proporciones en cuanto a tipos comerciales de ajo en Mendoza son: 75 % para los morados, 12 % colorado, 2,5 % para los blancos y 10,5 % entre otras variedades como el blanco temprano, castaños y elefante.

Mendoza 29 de julio de 2020 Fincas

Plantación de ajo de la empresa José Calafiore. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Mendoza 29 de julio de 2020 Fincas Plantación de ajo de la empresa José Calafiore. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En el informe, el organismo remarca que “el incremento sostenido de los ajos chinos, en detrimento de los ajos nobles (colorados y blancos), es cada vez más significativo” y “conforme a la tendencia de las últimas temporadas, incrementaron las superficies, los ajos morados y los blancos tempranos” mientras que “disminuyeron las plantaciones de ajos blancos tardíos y colorados”.

Según la estimación del IDR, el ajo morado alcanzó esta temporada las 10.374 hectáreas, lo que representa un 11,5 % más que el año anterior (9.301 ha), y los blancos tempranos pasaron de 864 ha a 1.485 ha, lo que implicó un aumento del 72%.

Al revés sucedió con los ajos considerados nobles ya que ambos disminuyeron. En el caso de los colorados pasaron de las 2.676 ha a 1.635 ha lo que implicó una pérdida de 1.041 ha y los blancos cayeron de 458 ha cultivadas a 348 ha (110 ha menos).

Comienza la cosecha del ajo

Aldo López, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA La Consulta y especialista en ajo estimó que “en principio este año hay muy buenos ajos en general, el invierno fue lo suficientemente frío para que el ajo crezca pero no tan frío, como para que ese crecimiento sea bastante vigoroso”.

Para López, gracias a las condiciones climáticas reinantes “se ven cultivos que a pesar de haber sido plantados tarde, tienen un buen desarrollo, un buen crecimiento” y eso lo lleva a pensar que “vamos a tener muy buenos calibres este año y los rendimientos van a ser interesantes”, remarcó.

La cosecha está comenzando por estos días en la zona norte y en un plazo máximo de 10 días iniciará la temporada la principal zona productiva, el Valle de Uco y luego entrará el ajo cosechado en el resto de la provincia. Así se estirará la temporada hasta mediados de diciembre.

Durante este proceso, el clima es fundamental, pero en la experiencia de López, también cobra una importancia extrema lo que pueda ocurrir con la post cosecha, tiempo en que se define la calidad del producto.

“Estamos aguardando a ver qué pasa con la post cosecha porque te define mucho la calidad, no solamente los kilos, entonces tenemos que estar cosechando y mirando al cielo a ver qué pasa, que no llueva o que tampoco haya un sol muy fuerte, porque también se asolean”.

Según el especialista, uno de los problemas con la post cosecha es que “los sistemas que tenemos son rudimentarios, entonces estamos prácticamente supeditados a las situaciones que Dios nos mande porque en general el sector no ha invertido en infraestructura de post cosecha”.

“Si bien tenemos un clima muy benévolo que hace fácil llevar a cabo una post cosecha tradicional y rústica, hay años que llueve y resulta que después cuando pasa el ajo por el galpón se pierde mucha calidad. Hay que estar muy atentos a lo que pase en estos 20 días”, añadió.

No apresurarse a exportar

Aldo López, el especialista en ajo del INTA recomendó no apresurarse a concretar las ventas al exterior de ajo en fresco porque se corre el riesgo de perder calidad.

Lo que si se animó a resaltar es que la Mendoza ajera continúa abriéndose camino en el mundo y además retornó a mercados que en algún momento perdió.

“La temporada viene bien y estimo que va a ser muy fuerte al principio, seguramente muchos van a querer ajo al principio, después vamos a ver qué pasa, pero hay que ser precavidos, evitar hacer exportaciones muy temprano con ajo fresco”, sostuvo López.

En su opinión especializada “el ajo fresco, cuando se lo transporta por vía marítima puede llegar en muy mal estado” entonces es preferible “esperar a que se seque y recién mandarlo” porque un ajo que no haya terminado correctamente el proceso de secado “en un barco, dentro de un contenedor sellado y con humedad, puede ser catastrófico”, indicó.

El 90% del ajo mendocino se exporta.
El 90% del ajo mendocino se exporta.

“Entonces, no hay que desesperarse y querer mandarlos rápido, es mejor esperar a que el ajo esté bien seco”, insistió.

Al referirse a los mercados que conquistó Mendoza con el ajo, Brasil continúa siendo el cliente por excelencia.

Somos Brasil dependientes pero en los últimos años se volvieron a abrir mercados, que en parte se habían descuidado tenían cierto acuerdo con China, especialmente, y ahora todos esos acuerdos se van cayendo y empezamos a tener la posibilidad de volver a entregar ajo nuestro”, afirmó.

Entre los mercados a los que ingresa el ajo mendocino está “Estados Unidos en buena cantidad y también España y Europa en general, cosa que en algún momento se había restringido bastante”, explicó.

También “tenemos la posibilidad de seguir trabajando con el sudeste asiático, Australia también seguramente va a necesitar ajo como todos los años, y los ajos de menor calidad o más chicos van a países como Haití entre otros de Centroamérica. México también es un destino que todavía tenemos muchas posibilidades de crecer, pero hay unas fricciones que tenemos que superar”, detalló el técnico del INTA.

Remontar las exportaciones

Uno de los ítem en los que los productores ajeros esperan mejorar en la temporada que está iniciando es el de las exportaciones teniendo en cuenta que el momento fuerte de las ventas al exterior es entre noviembre y marzo y cerraron a la baja.

Según los datos aportados por Promendoza, al cierre del primer semestre del 2023, las exportaciones de ajo sufrieron una retracción del 5% en volumen, en comparación con el mismo periodo de 2022, y decayeron un 25% en ingresos.

Se pasó de 59 millones de kilos por un total de 68 millones de dólares a 56 millones de kilos por un valor que no superó los 51 millones de dólares. Es decir que el principal problema radicó en el precio del producto.

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