Los productores de tomate se vieron afectados por las tormentas y por las altas temperaturas durante este verano, y el precio al consumidor tuvo diversas variaciones, y llegó a venderse por el doble de precio que hoy cuesta acceder a un cajón en los principales mercados del abasto de Mendoza. Así, en la actualidad, se puede acceder a uno por $850 y preprarse para hacer las conservas en el hogar.
En cuanto a los precios, Omar Carrasco presidente de la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA), explicó que los productores que vendieron al principio de la temporada lograron “alguna diferencia” a favor en sus estructuras de costos, y pudieron vender el cajón en hasta $4.000 en los mercados concentradores, después, hubo fuertes bajas, y “se manejaron entre $1.000 y $2.500″.
En la actualidad, se venden por entre $800 u $850 y $2.000, para el caso de los tomates peritas y “un redondo más o menos bueno, cuesta entre $2.000 y $2.500″.
Así, con el cajón más económico, que es el que usualmente se utiliza para salsa, en promedio salen 15 botellas por cajón. Mientras que, en el supermercado, una botella de tomate triturado de 950 gramos arranca desde los $219 y lata de tomate perita de 400 gramos cuesta desde $64 pesos.
Tomates envasados y mermelada para aprovechar las últimas frutas del verano
Con la llegada del otoño, tenemos que aprovechar las últimas frutas que quedan del verano y envasar lo deliciosos tomates frescos para disfrutarlos durante todo el invierno.
Los dulces y conservas caseras mantienen todas las propiedades de las frutas: son ricas en vitaminas A y C y minerales como el Potasio, Calcio y Magnesio.
La conserva de tomate, una costumbre muy mendocina
Para elaborar salsa de tomates, lo principal es usar tomates que estén bien maduros. Generalmente se usa la variedad perita, porque es carnosa y con menos jugo.
Para hacerla sin cáscara, la técnica es hacerle una cruz en la parte de debajo de cada tomate, con un cuchillo, para luego sumergirlo en agua hirviendo, por treinta segundos. Luego de este momento, se pela el tomate con muchísima facilidad e inmediatamente se tritura.
Para evitar que la conserva quede con el “suero del tomate”, esa capa de agua que se forma abajo en la botella o frasco, hay que cortar los tomates en cuartos y dejarlos en un colador, para que escurran. Además, cuando se tritura, también se vuelve a poner en un colador. Incorporando estos pasos, en el proceso, se logra una salsa de tomate menos acuosa, con más sabor.
Al momento de llenar los frascos o botellas limpias, se sugiere que sea solo salsa de tomate, no agregar otras verduras como morrón, ajo, ni hierbas para condimentar. La incorporación de verduras y hierbas aumenta el ph, por lo tanto, disminuir la acidez, lo que puede resultar riesgoso.
El proceso de cocción es conocido también como pasteurización. Se trata de una etapa fundamental que debe realizarse el mismo día. Se somete al alimento a cocción durante un período de tiempo determinado para destruir microorganismos sin alterar la composición de la conserva.
Una vez que se tapan los frascos o botellas, siempre deben ser tapas nuevas, lo único que se reutiliza son los envases bien lavados, se ponen en una olla con agua. El agua de la olla tiene que cubrir dos centímetros la tapa de la conserva. Debe estar totalmente cubierto el envase de agua para realizar la cocción o pasteurización. El tiempo depende del volumen de cada frasco o botella.
La fórmula es la siguiente: para los envases de medio kilo, con media hora es suficiente y, para los de un kilo, se cocina durante una hora. Se comienza a contar desde que empieza a hervir fuerte. Es importante calcular bien ese tiempo para evitar pérdidas del producto.
La guarda debe ser en un lugar fresco y seco.
¿Cómo hacer las mermeladas?
Es muy fácil, pero requiere de paciencia. Se pueden aprovechar los duraznos, las ciruelas, los damascos y los higos. Los tomates dulces también son deliciosos y siguen el mismo proceso.
En todos los casos, se debe cortar la fruta en trozos pequeños y cocinar a fuego mínimo con un poco de jugo de limón y azúcar.
Si ves que la mezcla está seca o es mucho el volumen de la fruta, se debe agregar una taza de agua.
Se cocina revolviendo hasta que la preparación quede espesa, y las frutas, desintegradas. Si a tus hijos les gusta el dulce sin trocito, se puede usar al final una minipímer.
Verter la mezcla en un frasco hermético, una vez cerrado, hervirlo y guardarlo en la heladera hasta que lo consumas.