El mercado chino presenta varias oportunidades para el agro mendocino, que hoy tienen en el vino su principal representante. Frutas frescas y procesadas, carnes y aceite, son algunas opciones para una plaza diferente a nivel cultural y que es importante estudiar para poder abrirse un espacio.
Los números que maneja ProMendoza indican que Mendoza exportó en 2020 unos U$S 33.248.121 (peso neto 56.118.593), valores menores en FOB a 2019 pero que superan a los de 2018. Los números son positivos hasta mayo de este 2021, con U$S 23.056.013 (peso neto 22.189.560) y un buen panorama hacia delante, a pesar de las complicaciones logísticas.
Sin dudas, el producto que se destaca es el vino (principalmente fraccionado), con un valor total que superó los U$S 31 millones en 2020 (más del 90% de las exportaciones a China, también en volumen). En mayo de este año, las ventas de vino ya superaban los U$S 22 millones.
El gerente general de ProMendoza, Mario Lázzaro, destaca que en 2019 la provincia recibió la visita de una comisión fitosanitaria de China (similar al Senasa argentino) que aprobó la comercialización de cerezas y ciruelas. Eso permitió empezar la exportación de cerezas, mientras se espera a tener una mejor cosecha de ciruelas para poder vender también.
En el aceite de oliva, Mendoza llegó a exportar al país asiático U$S 1,9 millón en 2017, pero después desapareció con la baja de la producción local. “China es un mercado para el aceite de oliva. Tenemos demanda, pero hay problemas de mano de obra para la cosecha y cada vez hay menos explotaciones de aceitunas”, describe Lázzaro.
Otros productos agropecuarios con oportunidades son las carnes, desde vacuna hasta porcina, por los cambios en la dieta de las clases medias en China. Además, se puede pensar en maquinarias particulares, como cuando en 2020 la firma Tecnovin vendió una prensa para germen de maíz, utilizada para la industria de gaseosas.
“En Mendoza, muchas veces producimos y el excedente lo exportamos. Hoy el mundo no se maneja de esa manera. Debemos partir de la demanda de un producto y ver si podemos producir ese producto en condiciones competitivas a nivel internacional”, sostiene Lázzaro.
Un mercado distinto
Un especialista en negocios con China es Mariano Lana, magister en comercio internacional por la Universidad Zhejiang Gongshang (en el centro este de China).
Con la experiencia de vivir dos años en el gigante asiático, analiza algunas características particulares de ese mercado, como la cada vez mayor comercialización online, incluso antes de la pandemia: “Las empresas cuando quieren vender en el mercado chino deben pensar en el mercado online”.
Si bien este especialista no duda en que el producto mendocino estrella es el vino, cree que se debe ampliar la variedad de productos. Además, se podría poner atención en algunas ciudades que el gobierno chino planea desarrollar, que en 5 o 10 años serán polos comerciales y donde ya se podrían tejer redes.
“Algunos productos con oportunidad pueden ser las carnes bovina, porcina, el pollo. También en frutas frescas, todo lo que es arándano, cerezas, frutilla y uva. Los chinos consumen mucha fruta fresca y procesada. Se consume mucha mermelada”, enumera Lana.
Otro aspecto a destacar es que empiezan a elaborar comidas más “internacionales”, como la pasta, y eso demanda productos como aceite de oliva y aceitunas.
Juan Cruz Campagna es docente en relaciones internacionales y director ejecutivo de la Cátedra internacional abierta de estudios sobre China y América Latina. En su opinión, es importante ampliar la mirada y no pensar sólo en la relación económica como un intercambio de productos, sino más como una vinculación cultural.
“Para los exportadores mendocinos sería útil ampliar la mirada, porque el consumidor chino construye sus vínculos con el tiempo y en base a la confianza. Eso incluye el tiempo compartido en los lugares donde vas a hacer negocios, que vayas a China y vendas allí, y que ellos vengan. Un productor vitivinícola que exporta vinos a China podría buscar interesar a los chinos para que conozcan Mendoza y así después venderles su vino”, explica Campagna.
En su estadía en China, Campagna percibió que los productos argentinos eran costosos, pero estaban asociados a una buena calidad: “Es más barato para ellos comprar a Australia o a Chile que a Mendoza, por costos logísticos. Hay que apuntar a la construcción de productos de mayor calidad, prestigio y status para una clase media ascendente”.
Cereza y carne
Uno de los productos con mayor potencial es la cereza y ya se realizan distintas pruebas piloto. Un año después de recibir la aprobación fitosanitaria, Mendoza exportó en 2020 unos 13 contenedores de 14.400 kg, es decir alrededor de 187 toneladas.
Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, no duda en que “el mercado chino va a seguir creciendo y demandando fruta”, y afirma que sólo se han explorado oportunidades en las cinco ciudades más cercanas a los principales puertos. “Para el interior aún no está llegando carga en forma directa, y apenas se ha llegado a un tercio de la población de China con cerezas y sigue creciendo su consumo de fruta”, aclara Aguilar.
Mendoza cuenta con la ventaja de que produce a contraestación del hemisferio norte y tiene una fruta primicia con un mejor precio que permite llegar al año nuevo chino (entre enero y febrero). “Ellos consideran una cuestión de estima regalar cerezas a sus seres queridos, algo que sea rojo y si es fruta mejor, entonces por eso la cereza para esa época es un regalo muy valorado por su cultura”, apunta el presidente de la cámara.
Desde ProMendoza creen que hay un gran potencial si se logran atraer inversiones en el territorio y con variedades atractivas, aunque se debe aumentar la superficie cultivada, sortear la falta de mano de obra y la incertidumbre económica local. Además, se trabaja con Senasa e Iscamen para declarar el norte de Mendoza como zona libre de mosca del Mediterráneo.
El último producto a mencionar es la carne vacuna. Cuando se cerraron las exportaciones de carne a fines de mayo, más de uno se sorprendió al escuchar que las vacas “viejas” del sur provincial se exportaban a China.
Los frigoríficos cordobeses, pampeanos y de Buenos Aires buscan las vacas “de rechazo o refugo” que ya no pueden dar un ternero, las faenan y exportan la carne.
Así lo explica Andrés Vavrik, presidente de la cámara de Comercio de General Alvear y empresario ganadero. Si bien no es una exportación directa de Mendoza, el movimiento implica una ayuda importante para el sector local.
“Al tener una alta demanda, esa vaca pasó a tener un valor internacional con el mercado chino y le levantó mucho el precio. Entonces al productor mendocino nos cambió totalmente la ecuación porque a la hora de reponer vientres en desuso por vientres nuevos, fue muy beneficioso para nosotros”, detalla Vavrik.
Vino, el producto estrella en China
Desde Wines of Argentina (WOFA) aportan más detalles sobre las ventas de vino local en China. Si bien los aranceles implican un costo del 45% (a diferencia del 20% que les cuesta a otros como Australia, Chile y Nueva Zelanda), Argentina le exporta alrededor de U$S 25 millones. Si bien ese número decreció un poco en 2020 con la pandemia, este año se está dando un repunte del 24%.
“Sería espectacular si este año logramos cerrar con cerca de U$S 40 millones y el año que viene llegamos a U$S 100 millones. La pregunta es cuánto tiempo nos va a llevar lo que tiene Chile hoy, que les vende alrededor de U$S 250 millones”, comenta Maximiliano Hernández Toso, presidente de WOFA.
En cuanto a las características, se trata de un mercado mayormente de vinos tintos, y alrededor de un 50% de lo que vende Argentina es el varietal Malbec. Muchas marcas chinas incluyen vino importado y, con el conflicto actual que tienen con Australia (por pedir una investigación sobre el Covid-19), el principal exportador pasó a ser Francia. Argentina ocupa el sexto lugar.
También hay que tener en cuenta que China era un gran productor de vino, con una producción de alrededor de mil millones de litros anuales (cercana a Argentina). En 2020, ese número cayó a cerca de 400 millones de litros; es menos de la mitad, y se abre espacio para las importaciones.