Pasan los años y es siempre la misma historia. A Mendoza y a San Juan les cuesta cada vez más llegar a un acuerdo sobre la pauta de diversificación. Este año las negociaciones se demoraron, terminó la cosecha, se aproxima la fecha de liberación y el convenio nunca se concretó. Asimismo se pueden encontrar muchos otros ejemplos de desacuerdos entre las dos principales productoras de vinos de Argentina.
Sin embargo, esta vez la coyuntura obliga a que sí o sí, empresas, productores y Gobiernos de ambas provincias trabajen en forma conjunta. Es que la empresa Delano Growers Grape Products acusó a la industria mostera argentina de vender sus productos en suelo norteamericano a un valor por debajo del costo de producción. En el plano formal, la firma estadounidense solicitó a su gobierno que aplique medidas antidumping contra los exportadores argentinos. Esto obligaría a las empresas mosteras locales a tener que pagar aranceles extraordinarios para ingresar sus productos a suelo estadounidense. El caso está ahora en manos de las Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos, que hace unos días confirmó que iniciará una investigación formal sobre la situación denunciada. Según la firma norteamericana, el costo de producción de mosto en Argentina es de U$S 9,79 por galón (3,78 litros), un valor similar al que se mide en EEUU, pero aseguran que las empresas locales están ingresando a ese mercado a un valor de U$S 7,50 FOB. Para ellos, sumando los costos de transporte y envío, Argentina debería estar vendiendo su mosto a un precio de desembarque de U$S 12,93 el galón. Además, Delano Growers Grape Products denuncia que el acuerdo de diversificación entre Mendoza y San Juan y el accionar de Mendoza Fiduciaria, fomentan la baja del precio del mosto producido en Argentina hasta el punto de caer en “competencia desleal”.
De este lado de la cancha sostienen que nada escapa más a la realidad que esa lectura. De hecho, representantes del sector mostero aseguran que los operativos de compra y diversificación terminan produciendo subas de precios y regulando la actividad.
De cualquier forma, Mendoza y San Juan deberán unirse para preparar la defensa y evitar que las empresas de la región caigan en un castigo que cerraría las puertas de uno de los principales mercados.