“Hay faltantes de agroquímicos para terminar el ciclo del ajo”, dijo a Los Andes un productor durante el paro del campo en Mendoza. Es que a la suba de los precios por la guerra entre Rusia y Ucrania se sumaron las medidas restrictivas a las importaciones adoptadas por el gobierno nacional y salida de Martín Guzmán con la consecuente suba del dólar que aún no tocado techo, terminó por sellar el faltante en toda la provincia.
Referentes del sector aseguraron durante la semana que principalmente los nitrogenados son necesarios comenzar el cierre de ciclo de ajo. Y esta necesidad específica del cultivo arranca durante la última semana de julio. Básicamente con esto se busca un mejor desarrollo de las cabezas de los ajos, que luego serán determinantes a la hora de exportar a Brasil el principal mercado. Pero lo cierto, es que el faltante es importante y los precios están por las nubes.
El Valle de Uco (San Carlos, Tupungato y Tunuyán) concentra el 59 % de la superficie cultivada de la provincia, el reclamo de los productores se escuchó desde esa zona. De hecho, las quejas también llegaron por el alza de los costos: un nitrogenado que la temporada anterior se conseguía por 29 dólares, este año el valor ronda entre los 85 y 90 dólares. Otro tanto sucede con otros componentes que duplicaron su precio en sólo un año.
Ya se calcula que este año superficie cultivada sería similar a la del año pasado que alcanzó las 11 mil hectáreas, pero con nuevas amenazas a la vista.
Entre ellas, el aumento de la producción propia en Brasil, que viene escalando y reemplazando las importaciones de otros países, principalmente Argentina.
De hecho, el ajo chino, el año pasado tuvo complicaciones de logística para llegar al mercado destino y esto terminó por beneficiar a Argentina. Sin embargo, según se pudo saber por declaraciones a medios internacionales, los brasileños están logrando grandes cambios tecnológicos en sus cultivos que les han permitido mejorar sus rendimientos por hectárea y con ello el volumen total.
La horticultura mendocina ocupa el segundo lugar en el país, y el ajo es la tercera actividad agrícola de la provincia, después de la vid y los frutales, pero la que mayor mano de obra ocupa. En Mendoza el ajo es un producto exportable, que genera divisas al país. Es necesario atender esta demanda de la economía regional.