De acuerdo con el último informe de la Unión Vegana Argentina (UVA) el 12% de las argentinas y argentinos mayores de 18 años son actualmente vegetarianos o veganos, siendo un número que aumenta año a año. Pero existen, además, quienes “en ocasiones comen carnes y otros derivados”, pero no en su dieta diaria, y se definen como “vegetarianos flexibles”.
Estos cambios en las dietas de los consumidores, tienen un fuerte impacto en el negocio de la producción de alimentos, y en la demanda de los llamados “superalimentos”, especialmente en Mendoza, algunos como las habas y la quínoa.
Vegetarianos flexibles
En este contexto, desde Gelt, una app que otorga cashback a usuarios a cambio de compras en supermercados y farmacias, abordó a sus usuarios con una encuesta al respecto:
Sobre la base de más de 3.800 encuestados, un 24,7% se considera vegetariano. De ese porcentaje, la mitad de ellos, es decir el 12,1%, son “flexibles”, es decir se definen como vegetarianos pero en ocasiones comen carnes y otros derivados, pero no en su dieta diaria. El otro 12,6%, la otra mitad, lleva una dieta estrictamente vegetariana o vegana. La diferencia entre estos últimos es que no comen ningún producto de origen animal, independientemente si el producto haya sido elaborado a partir de un animal vivo como pueden ser los lácteos o los huevos.
El impacto de las redes
Las principales motivaciones para adoptar este modo de consumo son:
- Derechos de animales/protección animal - 34,40%
- Beneficios de salud - 24,80%
- Preocupación por el impacto ambiental - 10,67%
Al consultar a los usuarios cómo llegaron a esa decisión, un dato que llama la atención es la influencia de las redes: un 22% de los encuestados vegetarianos tomó la decisión tras ver información en redes sociales.
“Nos sucedió con los usuarios, en cuanto ofrecimos productos alternativos nos pidieron agregar aún más, en los últimos meses agregamos más de una decena de productos que reemplazan opciones de origen animal” - agrega Pablo Rubino, responsable de marketing de Gelt.
La principal dificultad
A la hora de preguntar qué les resulta más difícil de ser vegetariano, o vegano, se evidencia que los mayores desafíos radican en el acceso. El 30,3% señaló como principal dificultad conseguir variedad de alimentos a la hora de hacer las compras. El siguiente gran problema señalado, con un 25,8% fue comer fuera de casa: sobre todo en bares y restaurantes.
Una tendencia creciente con un desafío por delante
Al ser preguntados desde hace cuánto que adoptaron esta dieta, el 43% respondió que hace menos de un año. El informe de UVA indica que la cuarta parte de los 5 millones de argentinos vegetarianos y veganos se sumó solo entre 2019 y 2020.
Ahora bien, ¿qué pasa con aquellos que no son vegetarianos? El 83% contestó que consumiría más productos vegetarianos, es decir que reemplacen los de origen animal. Al ser consultados por la principal desmotivación para este cambio de consumo, se señaló como principal razón el precio: el 39% sostiene que los productos veggies son más caros.
¿Cómo responde el mercado a los cambios de tendencias alimenticias?
“Desde Gelt sabemos que una traba de las marcas para satisfacer esas necesidades de los consumidores es el costo del proceso que implica lanzar nuevos productos de opciones vegetarianas, aún así creemos que la tendencia es clara: en un futuro todas deberán tener opciones de alimentos veggies” - afirma Ignacio Sciarra, responsable de marketing. El costo de emprender tiene que ver con nuevas formas de hacer: nueva tecnología, nueva producción, pero también y no menos importante el marketing y sampling: lanzar un producto al mercado y poder ver rápidamente la respuesta de los consumidores al mismo.
“Reducir el costo de la inversión es importante para llegar más rápido a ese futuro en donde hay más opciones. Gelt permite a las marcas la interacción con los usuarios, facilitando los procesos de sampling y prueba de productos” - sostiene Sciarra.