El majestuoso aunque efímero túnel de hielo del cerro La Torta, en la ciudad chubutense de Esquel, se terminó de formar este último fin de semana. Así, quedó habilitado para las visitas guiadas hasta mediados de febrero, el tiempo que dura el fenómeno natural que se produce sólo una vez al año.
La confirmación de que los túneles se habían formado llegó el pasado domingo, un mágico y asombroso regalo de la naturaleza que apenas dura unos 20 días, hasta que el calor del verano derrite el hielo.
El tubo de más de 100 metros de longitud y unos 10 metros de diámetro es de origen natural. Se forma por las condiciones climáticas y geográficas de la región, al acumularse la nieve de todo el año al pie de una cascada.
Por estar al reparo del sol, el hielo sufre un proceso de descongelamiento inverso, es decir de adentro hacia afuera, formando incluso más de un túnel o ramificaciones situados a 1.900 metros sobre el nivel del mar.
La excursión para poder observar el magnífico fenómeno, sólo se realiza con guías autorizados y mediante la contratación de agencias de turismo locales.
Desde Esquel, primero hay que trasladarse en vehículos 4x4 alrededor de 50 kilómetros hasta llegar al camino que asciende al cerro La Torta. Luego de una hora de trekking bordeando el Arroyo Irigoyen, se llega a la cascada de 45 metros de altura ubicada en la base de la colina, donde se encuentra la puerta a los corredores de hielo.
En total, la excursión dura seis horas y es de dificultad media.
A simple vista, la entrada al túnel se asemeja a una grieta entre la piedra y la pared de hielo. En el interior, la formación es literalmente de hielo, con un cielorraso escamoso y cóncavo con piezas circulares continuas.