El lanzamiento de “The Irishman” en un puñado de cines se convirtió en una cruzada contra un sistema que tiene obligados a grandes autores a limosnear en Netflix para sus proyectos. Sin embargo, para Martin Scorsese no es ninguna novedad. Más allá del traspié comercial de “Silence” (2016) por el que la Paramount le sigue reclamando, hace 20 años enfrentó la caótica filmación de “Gangs of New York”, con una ambición que sacó de quicio al, por entonces, mandamás Harvey Weinstein.
La historia de las pandillas enfrentadas en el barrio Five Points del siglo XIX desveló al pequeño Marty al criarse en Little Italy y preguntarse sobre las comunidades que forjaron la democracia estadounidense, aún con sus vaivenes racistas y violentos en pos de consagrar la libertad y la justicia. Pero recién en 1970, el director se obsesionó con los gangsters al leer la novela de Herbert Asbury. El único problema es que Marty aún no tenía a disposición los millones y el status que años después le darían "Mean Streets" (1973) o "Taxi Driver" (1976).
Pese a que finalmente obtuvo los derechos del libro en 1979, recién dos décadas después, Weinstein, productor de Miramax Films, se asoció con Scorsese para desembolsar los 83 millones de dólares de presupuesto. El director mudó y ancló el equipo de producción en los legendarios estudios Cinecittà, en Italia, con el meticuloso aporte del diseñador Dante Ferretti, el mismo de "The Age of Innocence" (1993), "Casino" (1995) y "Kundun" (1997).
Tras el rechazo de Willem Dafoe, Scorsese insistió en que Robert De Niro, su colaborador frecuente, encarnara al antagonista, pero el actor se negó a cruzar el Atlántico debido a su cargada agenda. Sin embargo, De Niro le dijo a Scorsese que le echara un ojo a Leonardo DiCaprio, quien justo buscaba dar un salto en su carrera luego del taquillazo "Titanic" (1997). Así comenzó una de las asociaciones más celebradas, que se expandió a "The Aviator" (2004), "The Departed" (2006), "Shutter Island" (2010), "The Wolf of Wall Street" (2013) y próximamente a "Killers of the Flower Moon" (2021).
DiCaprio interpretó al joven Amsterdam Vallon, quien busca cobrar venganza por el asesinato de su padre en manos de los nativos comandados por Bill El Carnicero (Daniel Day-Lewis, a quien también costó convencer ya que andaba en otro de sus "retiros"). El protagonista se mezcla en Five Points, asimila la nueva estructura de poder y se gana el afecto del infame líder para luego declararle la guerra al mando de la banda de los conejos muertos.
Fue tal la intensidad del rodaje -se prolongó durante ocho meses entre 2000 y 2001- que DiCaprio aseguró sentirse como si filmara la mismísima "Ben Hur" (1959). Hasta le rompió accidentalmente la nariz a Day-Lewis durante una escena. La relación entre ambos era casi como en la película. Según contó el actor irlandés a The Guardian, DiCaprio se le acercó y le pidió consejos, a lo que le contestó: "No sé. Ni siquiera estoy seguro de lo que aprendí de esta película. O cualquiera anterior".
Para cuando Marty y Thelma Schoonmaker pasaron a la sala de edición, la película ya costaba 103 millones de dólares, lo que condicionó la escueta ganancia. No obstante, "Gangs" siguió acumulando problemas: el estreno fue postergado a fines de diciembre de 2002, al mismo tiempo que "Catch Me If You Can", con DiCaprio. El actor no quería que los estrenos se opacaran mutuamente, aunque la disparidad entre la película de Scorsese y la de Steven Spielberg le terminó jugando a favor para fortalecer su rango artístico y estrellato.
Por el caos, Scorsese culpó a Weinstein, quien ordenó la eliminación de 25 minutos para asegurar una amplia llegada en las salas, en una edición que provoca cierto descalabro hacia el final. Para entonces, los 168 minutos de duración de "Gangs" la ubicaron como la segunda más larga de Scorsese sólo detrás de "Casino" (178 minutos).
Además de las proezas mencionadas, el guión de Jay Cocks, Steven Zaillian y Kenneth Lonergan dejó algunas líneas todavía vigentes en el debate político. De paseo por el muelle, el corrupto Tweed reflexiona sobre los recién llegados a Nueva York: "Esos son los cimientos de nuestro país. Futuros americanos". A lo que Bill El Carnicero considera: "Yo no veo americanos. Yo veo intrusos. Irlandeses que hacen por 5 centavos lo que un negrucho hace por 10 y lo que un blanco hacía por 25. ¿Qué han hecho? Dígame una contribución". La respuesta es honesta: "Votos".
La última secuencia de "Gangs", que casi quedó afuera del corte final, muestra cómo fue consolidándose Nueva York hasta la actualidad. Las lápidas desaparecen ante las obras colosales que vuelven invisibles a los conflictos que las configuraron. Pese a la sensibilidad por el atentado de 2001, Marty decidió mantener las Torres Gemelas, en un homenaje a esos hombres y mujeres que levantaron una y otra vez una nación en ruinas.
El fastuoso sueño cumplido de Marty obtuvo 10 nominaciones al Oscar, pero no se llevó ninguna estatuilla. La decepción no pareció afectarle a quien, pese a haber dirigido "Taxi Driver", "Raging Bull", "After Hours" o "Goodfellas", entre tantísimas, recién fue premiado en 2007 por "The Departed".
La reflexión de Scorsese sobre “Gangs” podría aplicarse tranquilamente a lo que padeció este año por “The Irishman”, relegada al catálogo de streaming: “Los premios son un negocio. Supongo que en los ‘70 no me importaba, porque a cambio pude hacer filmes muy interesantes, pero a estas alturas es una gran decepción”.