Las experiencias de Gareth Southgate como futbolista en la Copa Mundial de la FIFA no pudieron suponer retos mayores. Ahora, se prepara para dirigir a un plantel al que probablemente aguarden también muchos retos.
Tras ser nombrado seleccionador en noviembre de 2016, siendo el tercer técnico de Inglaterra en pocos meses, Southgate logró clasificar a su nación para Rusia 2018, al término de una campaña en la que sus pupilos terminaron invictos, como primeros del Grupo F de la zona europea.
Un guiño del destino en el sorteo final de la próxima copa del mundo quiso que su estreno mundialista como entrenador vaya a producirse precisamente contra Túnez.
El recuerdo como jugador
Gareth Southgate sabe lo que es jugar una Copa Mundial de la FIFA, aunque sin demasiada fortuna. Debutó en la gran cita contra Túnez, en Francia 1998, pero se perdería varios partidos por lesión.
Regresó en octavos ante Argentina. Y tras comenzar como suplente, entró en juego para disputar la prórroga y caer a continuación en la tanda de penales. Más tarde formaría parte del equipo que viajó a Corea/Japón 2002, aunque sin llegar a actuar.
Ahora le llega una segunda oportunidad de disfrutar del mayor evento futbolístico, pero esta vez desde el banquillo.
Tras ser nombrado seleccionador inglés en noviembre de 2016 -siendo el tercer técnico de los Tres Leones en pocos meses-, Southgate logró clasificar a su nación para Rusia 2018.
Y lo hizo tras un clasificatorio impecable: sus pupilos terminaron invictos y se adjudicaron la primera posición del Grupo F de la zona europea.
Un guiño del destino en el sorteo final quiso que el estreno mundialista como entrenador de Southgate vaya a producirse precisamente contra Túnez.
Sus otros rivales en el Grupo G serán Panamá y Bélgica. El exdefensor, internacional en 57 ocasiones, ultima los preparativos para el torneo.
-¿Tras etapa de jugador, deseaba dirigir la Selección?
-Creo que he tenido suerte, porque después de entrenar a los sub-21 y de haber sido internacional con Inglaterra ya sabía en qué consistía casi todo lo que entraña este cargo. Colaboré muy estrechamente con Roy (Hodgson), y vi muchas de las cosas de las que tenía que ocuparse. No me hacía ilusiones, era consciente de la dificultad que implicaba. Y lo estoy disfrutando mucho, es un gran reto, e ir a dirigir a tu país en un Mundial es algo muy especial.
-Usted llegó en un momento muy complicado, primero como técnico provisional, cuando Sam Allardyce se marchó después de disputar un solo partido como seleccionador.
- Eran unas circunstancias inusuales. Roy y Sam se habían portado muy bien conmigo cuando estuvieron en el cargo, así que no era exactamente una oportunidad que yo estuviese buscando. Cuando Sam se marchó en octubre, tuvimos tres días para preparar una concentración, y no hubo mucho tiempo para pensar. Yo sabía que era la persona mejor situada para dar el paso y mantener al equipo en la senda de la clasificación.
-Tuvieron que depender de varios goles en los instantes finales durante la eliminatoria. En su opinión, ¿cuál fue el momento más destacado rumbo a Rusia, y por qué?
-Hablé con los jugadores de la importancia de ser un equipo que marcase goles al final, en lugar de recibirlos: creo que eso es algo que hacen los mejores equipos. A veces, durante los partidos, sobre todo si se está dominando en cuanto a la posesión del balón, el rival se cansa y acaba abriendo sus líneas más tarde.
Yo diría que el partido más emocionante fue el de Escocia. Controlamos bastante el juego durante 80 y pico minutos y luego, en dos minutos, nuestra situación cambió por completo por culpa de dos grandes goles de falta de Leigh Griffiths. Conseguir el empate in extremis allí fue importantísimo, por lo que representaba de cara a la clasificación. Al final pareció una liguilla asequible, pero si hubiésemos perdido un punto allí la dinámica del grupo habría cambiado.
"No queremos poner trabas a la fe de la gente. Con los jugadores, tenemos que alcanzar el equilibrio adecuado para reconocer que todavía queda algo de aprendizaje, aunque sin poner límites a lo que creen que es posible alcanzar".
El armado de un plantel con gran potencial para la cita ecuménica
¿Cuántos puestos quedan por cubrir en la selección inglesa que irá a Rusia 2018?
-Pues no muchos. Ya nos hemos hecho una idea razonablemente clara de nuestro equipo, aunque no hemos tenido la ocasión de jugar juntos con mucha frecuencia. Todo el mundo espera ver a Harry Kane en el equipo, por ejemplo, pero hasta ahora, de los 14 partidos que llevo yo como seleccionador, él solo ha estado disponible en seis. No hemos tenido esa regularidad en las convocatorias.Quedan algunos puestos por asignar en el plantel, eso sin duda, pero no demasiados. Ahora ya tenemos bastante claro, al cabo de 18 meses, quiénes pensamos que son nuestros hombres más potentes. Hay una o dos dudas por lesión, jugadores que no han disfrutado de muchos minutos esta temporada, pero al margen de eso tampoco quedan muchas decisiones por tomar.
Harry Kane
“Únicamente ha estado disponible en seis de mis 14 partidos, pero en esos seis partidos marcó siete goles. No hay que ser ningún genio para darse cuenta de que representa una contribución importante. Y su mentalidad probablemente tenga un peso similar. Es un jugador que quiere llegar a estar entre los mejores del mundo, y ahora está acumulando unas cifras que lo han convertido en uno de los mejores delanteros del planeta. Para él será algo apasionante poder ponerse a prueba en un gran torneo”.
Los defensores
“¡Espero que acaben siendo todos mejores que yo! Mi trabajo es ese: ayudarles a mejorar y a alcanzar un nivel. Es evidente que, como equipo, nos interesa que los defensores jueguen desde atrás, que se sientan cómodos con el balón. Creo que es importante tener la capacidad de hacer eso en los torneos de selecciones, sobre todo cuando se trata de un equipo del máximo nivel”.
El grupo
“Es muy agradable trabajar con un plantel como este. Los jugadores se llevan muy bien, muchos ya jugaron juntos siendo más jóvenes, y la mayoría ya llevan un tiempo en esta selección absoluta. Congenian, en las comidas siempre se sientan con gente distinta, no hay grupos cerrados... Eso supone un buen punto de partida para el trabajo”.
Los rivales de Inglaterra en el grupo G
Túnez: 18 de junio, Volgogrado
“Tuvo que superar una fase previa muy dura en los grupos de clasificación africanos, porque los oponentes tienen una calidad muy alta. Allí hay liguillas de pocos equipos sin demasiado margen de error. Es un equipo que entusiasma, con varios jugadores bastante instintivos, y capaces de marcar contra cualquiera”.
Panamá: 24 de junio, Nizhni Nóvgorod
“Hemos podido ver que es un equipo de un espíritu increíble. El camino que tuvo que recorrer para clasificarse fue una historia fantástica. Ya se ve la energía que tiene. Está muy bien organizado, y llegará repleto de esperanza y optimismo. Es un rival muy peligroso para cualquiera”.
Bélgica: 28 de junio, Kaliningrado
“No es un equipo que reserve ninguna sorpresa en cuanto a fortalezas y debilidades individuales. Sus integrantes llevan ya mucho tiempo juntos. Protagonizó una buena trayectoria en el Mundial de Brasil, y tiene muchos jugadores que suman 50 internacionalidades y más, eso apunta a un equipo que está alcanzando su punto álgido”.