Una orgía prohibida a fines de los años '90 en una Buenos Aires sumergida en la violencia y la desesperación. Alcohol, cocaína, sexo y la muerte de una prostituta donde terminan involucrados un senador, un juez y un banquero. Así de impactante es el vertiginoso comienzo de "Entre Hombres", la novela policial del escritor argentino Germán Maggiori que fue publicada en plena crisis de 2001 y que ahora llegará en formato de miniserie de la mano de HBO.
Nacido en Lomas de Zamora y odontólogo de profesión, Germán Maggiori recibió premios y reconocimiento por sus escritos, entre los que figuran novelas como "Egotrip" o el volumen de cuentos "Poesía Estupefaciente". Quizás picado por el cada vez más rico y apabullante bichito del universo de las series, este año dio el salto a la pantalla chica con la escritura de dos guiones: "El Tigre Verón" -producida por Pol-ka y protagonizada por Julio Chávez- y "Entre Hombres", una producción original argentina de HBO que tendrá entre su elenco a Gabriel "El Puma" Goity, Nicolás Furtado y Diego Velázquez.
- ¿Qué fue lo más desafiante al momento de adaptar tu novela a un guion de serie?
- Siempre el desafío pasa por cómo reproducir cierta eficacia estética y narrativa de un texto sin que pierda el espíritu. En este caso fue mucho más fluido porque de entrada lo que manifestó HBO fue que quería un producto que sea fiel lo máximo posible al texto en el que está inspirado. Lo desafiante fue dividir la novela de tal manera que quede estructurada en cuatro episodios que tengan todos los elementos que requiere un formato de una hora y generar la necesidad en el espectador de seguir viéndolo. Tuvimos que trabajar un poco en ese sentido de dónde hacer foco.
- ¿Participaste del rodaje?
- Sí participo en la visita. La función de un guionista se acaba en el momento de entregar el trabajo. En este caso siendo una producción de esta magnitud a mí me gusta involucrarme yendo al set, aportando lo que se puede. Ahora por ejemplo acerqué a Cachorro López para que haga la música. Lo que pueda llegar a ser un aporte que considere que vale la pena, lo hago. Pero mi rol desde el punto de vista de los guiones está cumplido.
- ¿Te gusta esta adaptación a nuevos formatos?
- Es interesante. Me parece que es un campo en el que los escritores deben involucrarse cada vez más, porque ese es el camino que se ha seguido en un mercado de referencia en esto que es Estados Unidos. La llamada época de oro de las series tiene que ver con la incorporación de la figura del escritor en los equipos autorales que trabajan en las series, o abrevando en las poéticas de autores de la alta tradición americana. Me parece que es un campo que hoy más que nunca debería ser parte de lo que es el quehacer del escritor y yo estoy involucrado en este aspecto, me parece que puede ser una forma de abrir puertas a otros colegas que tienen contenido de altísima calidad para aportar.
- "Entre hombres" se publicó en 2001. ¿Cuánto influyó en tu escritura el proceso de convulsión que vivía la Argentina en ese momento?
- Tuvo que tener algún tipo de injerencia, me parece. En la escritura de seguro, el contexto siempre permea de distintas maneras en los textos y la atmósfera de la novela reproduce ese clima de agotamiento social que se había empezado a experimentar y que terminó con el colapso del 2001. Por más que mi intención no era dar testimonio de ese conflicto, ese conflicto se fue colando. En eso está la influencia del contexto y después también el mismo contexto fue en contra al momento de que la novela encontrara sus lectores, porque la fuerte crisis económica y demás fueron de alguna manera cosas que jugaron en contra.
- ¿En qué te inspiraste para construir los personajes?
- Había personajes que me quedaban más cerca en el mundo que yo habitaba. Hay pibes marginales, noctámbulos, con vicios y demás que era un mundo que no me quedaba lejos en esa época. Y del otro lado hubo que hacer un trabajo de documentación e investigación para la construcción de un universo de personajes más extremos ligados al mundo de la política y la fuerza de seguridad.
- ¿Creés que hoy sigue teniendo vigencia la novela?
- En cierta manera el mundo de los márgenes, me refiero al conurbano bonaerense, ha experimentado cambios. La desigualdad, la marginalidad y la violencia han cambiado los modos de operar, pero no hay un cambio sustancial en el universo de los habitantes de esas zonas que siguen siendo postergadas. La ausencia del Estado sigue siendo notable, me parece. Lo que han cambiado son las modalidades ya sean delictivas o de corrupción. Pero ese no es el eje de la serie, la denuncia ni hacer un fresco de esos años. La atmosfera está puesta al servicio de una trama policial. Lo que la serie va a mostrar no tiene un vínculo marcado con lo actual, en ese sentido no forzamos el contexto sino que tratamos de recuperarlo.
- ¿Pensás que hoy la lectura de la historia será otra con el auge actual del feminismo?
- Sí, es un aspecto dentro de la decisión que tomamos. Nos parecía desde cómo contar la historia que lo mejor era mantener la crudeza original del texto, con cuestiones que pueden ser un poco chocantes, porque de lo que se trata no es de juzgar al personaje sino de mostrar el mundo que habita donde hay una violencia sistematizada y una invisibilización de cierta minoría. Creo que eso hace más interesante la apuesta. Al naturalizar ese mundo se está mostrando una cuestión de mucha miseria humana de parte de un mundo que era patriarcal y ultra violento. Corrernos de ese lugar hubiera sido una pérdida en cuanto a lo que el texto estaba reflejando. No hay un regodeo, la idea es mostrarnos con la crudeza de la realidad que inspiró el libro.
- La escritura te apasiona hace tiempo. ¿Cuál es tu primer recuerdo ligado al mundo literario?
- Siempre me gustó leer, desde chico. Como todos arranqué con el género de aventura, ese tipo de literatura que en ese momento era infantil y juvenil. Recuerdo puntualmente un libro que me regaló mi papa a los 12 años, “El juguete rabioso”, de Roberto Arlt, que determinó de alguna manera mi vocación literaria. Porque encontré en ese libro algo que no había encontrado antes, un autor que ponía en valor una voz subordinada y el juego con las jergas, eso no lo había visto en ningún lado y me fascinó. A partir de ese juego empecé a generar otro recorrido de lecturas, a construir un universo que se hizo más rico y más diverso con los años.
- Sos escritor y odontólogo, ¿cómo conjugás ambas profesiones?
- Sigo trabajando, con la misma intensidad. Mi hermano es odontólogo y mi padre también, hay una tradición ahí. Es una profesión que además de darme sustento también me ha mantenido muy en foco, concentrado.
- ¿El consultorio es fuente de inspiración para tu escritura?
- Desde el punto de vista literario es un lugar donde se cuentan historias, una herramienta. Uno se encuentra con distintos elementos sociales, estoy en una pequeña localidad del conurbano y el universo de pacientes es disímil. Eso me ha permitido vincularme con distintas hablas, lenguas e historias que hacen a la forma de contar un relato.