Con el corazón y el alma en cada pelota. Así jugó Huracán Las Heras. No existía margen de error. Había que arrancar la segunda rueda con un triunfo en casa. Y se logró con autoridad, coraje, jerarquía y sobre todas las cosas, con una identidad futbolística.
Chau mufa. Bienvenido triunfo. Sin dudas, el Globo jugó su mejor partido de la temporada. Porque impuso su estilo de juego desde el pitazo final, sufrió un revés, reaccionó y terminó domingo a gusto y placer a un rival anémico, que no tuvo fútbol, ideas ni siquiera rebeldía.
Mucho tuvo que ver la actitud del plantel de Gustavo Reggi. Presionó todo el partido al hombre con pelota. El Cruzado no tuvo juego y así su única herramienta fue bartolear el balón cada dos por tres. Todo lo contrario por el lado del dueño de casa, que tuvo un repertorio ofensivo admirable.
Jugó muy bien por las bandas, por el medio, buscó con criterio cada centro y hasta tuvo distintos movimientos en las pelota paradas. Como plus, en esta oportunidad, Huracán tuvo que mostrar su coraje.
Perdía injustamente 1-0. Sin embargo, el golpe lo hizo reaccionar. Apabulló a su rival de turno y con dos goles de Maxi Herrera y uno de Nicolás Alí, Las Heras festejó a lo grande. Merecido.
Gustavo Reggi, DT de Huracán Las Heras: "Este plantel se puede mirar a la cara"
Era la voz más esperada por todos. A cada paso, recibió aplausos por doquier. Estamos hablando de Gustavo Reggi, DT del Globo, quien se mostró feliz por el triunfo: “El plantel se merecía esta victoria. En el vestuario, les dije a mis jugadores, que se pueden mirar a la cara.
No le deben nada a nadie. Ni a la gente, ni a los dirigentes ni a ellos. Dejaron la vida en cada pelota. Por eso ganamos”.
Ellos merecían una victoria
Durante nueve partidos, nunca le soltaron la mano al equipo. Todo lo contrario. El aliento cada vez era más fuerte. Por esta razón, tras el pitazo final que decretó el primer triunfo del Globo en el Federal A, el estadio General San Martín fue una fiesta. Abrazos, risas, cantos. Alegría en su máxima expresión.