En el seno del plantel de Independiente Rivadavia están convencido que el próximo sábado, en Junín, volverán a escribir un capítulo de gloria y lograrán la clasificación a la gran final del Reducido de la B Nacional que pone en juego un ascenso al próximo certamen de Superliga. Saben que el desafío es difícil ya que el Azul no sólo tiene que cantar victoria, sino que tiene que hacerlo por una diferencia de dos goles. Sin embargo, no es imposible.
Sarmiento se quedó en la puerta del ascenso al caer derrotado en la gran final ante Arsenal por 1-0 (ambos finalizaron en la primera posición).
En la ida, disputada en Mendoza, el Kiwi pegó primero y mejor, con una buena definición de Nicolás Orsini.
Desde lo futbolístico, el Verde fue muy mezquino, pero hizo un trabajo defensivo impecable. Le entregó la pelota a la Lepra y lo esperó en su campo, protegiendo, de forma escalonada, la zona de Mauricio Asenjo y Federico Castro, los hombres más desequilibrantes del plantel de Gómez. El plan fue ejecutado a la perfección.
En Junín, el local tendrá un margen de error mayor que le permitirá jugar con la posesión del balón, intentando quitarle la iniciativa al conjunto de Gabriel Gómez, que ya avisó un equipo superofensivo para intentar remontar la serie fuera de Mendoza.
El DT ordenará el ingreso de Matías Tissera por Nicolás Quiroga, para mutar el 4-4-2 en un 4-3-3.
Los once: Cristian Aracena; Julián Navas, Zules Caicedo, Yair Marín, Nicolás Dematei; Luciano Sánchez, Santiago Úbeda, Daniel Imperale; Matías Tissera, Mauricio Asenjo y Federico Castro.