Muchas de las empresas de tecnología utilizan plataformas de software enteras para probar pequeños productos que pueden o no, resultar un éxito independiente al proyecto original.
Google+, la red social del buscador más famoso del mundo, fue lanzada en 2011 con la esperanza de cautivar a los ya millones de usuarios que elegían plataformas como Facebook, pero que en la época carecían de controles más precisos (como los que disponemos actualmente), para elegir quien podía ver las entradas, etiquetas y fotos que los miembros compartían.
Pese a su lógica de “círculos” y la promesa de mayor control, Google+ falló al no poder ser lo suficientemente atractivo para las personas que ya habían elegido otros servicios para los mismos propósitos de interacción en línea.
Ahora Google vuelve a intentar ganar nuestros corazones, y presenta un rediseño para la red social que promete un enfoque distinto y más seductor que el original. ¿De que se trata?