El seleccionado argentino de handball, Los Gladiadores, igualó hoy con Hungría por 25-25 en Copenhague, en el debut del grupo D del Mundial de Alemania y Dinamarca.
Argentina comenzó con malas decisiones en ataque ante una cerrada defensa de Hungría y pagó caro durante toda la etapa inicial la desventaja de cuatro goles (5-1) en los primeros minutos.
De hecho, el equipo conducido por el español Manolo Cadenas mejoró en su rendimiento con el correr del tiempo de la mano de Diego Simonet (3 goles) y Lucas Moscariello (3), al punto que se puso a dos aunque cerró abajo por tres (13-10).
La mejora se prolongó en el complemento, cuando Argentina anuló por completo al lateral derecho rival Zsolt Balogh, quien marcó siete veces en la primera parte, y dañó en ofensiva con los recambios constantes, al punto que pasó al frente por 21-20 con 12 minutos en juego.
Sin embargo, Argentina dejó escapar la posibilidad de concretar un triunfo clave para la clasificación cuando se vio arriba por 25-24 y con la posesión de la pelota a falta de un minuto y medio y falló el ataque. En consecuencia, los argentinos terminaron sufriendo con la igualdad por 25-25 en el inicio del grupo D.
El lateral izquierdo Diego "Chino" Simonet fue el goleador argentino al anotar en seis ocasiones sobre 12 intentos, seguido por el central Manuel Crivelli, con cinco tantos en seis lanzamientos; mientras que Hungría tuvo al lateral derecho rival Zsolt Balogh como principal vía de gol y figura del juego, ya que aportó 11 tantos.
'Los Gladiadores' continuarán su camino el domingo 13 ante Suecia, el lunes 14 contra Egipto, el miércoles 16 ante Angola y el jueves 17 cerrarán frente a Qatar. Los tres mejores de cada zona avanzarán a la segunda fase, entre los 24 países participantes.
El mejor puesto histórico de Argentina en un Campeonato del Mundo Adulto Masculino fue el 12° lugar conseguido tanto en los torneos de Suecia 2011 y Qatar 2015. Francia es el defensor del título que logró en 2017.
Hungría tiene el antecedente de ser subcampeón del mundo en 1986 y semifinalista en dos Juegos Olímpicos y tuvo entre sus filas al icónico Laszlo Nagy y al central Gabor Csaszar, del Kadetten Schaffhausen suizo.