Hagamos un asadón

Mucho más que carne a la parrilla y fernet ofrecen las localidades serranas. Un vistazo por Dique los Molinos, Alta Gracia, La Cumbrecita y Villa General Belgrano.

Hagamos un asadón

Córdoba es sinónimo de sierras, de verdes paisajes y de ríos. Aquí la calma comulga con la naturaleza generando un entorno único que ha hecho de esta provincia del centro del país, un imán para quienes buscan desconectar con la rutina. En esta nota cuatro propuestas en el Valle de Calamuchita para disfrutar de sus encantos y conocer todo lo que sus sierras tienen para dar.

Dique Los Molinos.
Son 60 los kilómetros que separan a la ciudad de Córdoba del Dique Los Molinos, aunque en realidad es mucho más que eso. A medida que avanzamos por la ruta, el gris cemento de las construcciones da lugar a un verde que se trepa por los cerros. Las casas, al principio una al lado de la otra, empiezan después a dispersarse en el paisaje de manera caprichosa.

El camino serpentea y el conductor advierte que estamos prontos a llegar. De repente, entre medio de los árboles aparece el dique, un espejo de agua calma que refleja el paisaje y lo vuelve superlativo.

En este particular entorno e inmerso en el Valle de Calamuchita se ubica Los Molinos Hotel & Resort, un proyecto que comenzó hace más de tres décadas Walter Baitella, un tranquilo arquitecto y propietario de este edén, que hoy se traduce en una hostería que cuenta con veinte cabañas y todas las comodidades para una estadía perfecta: piscina, club house, restaurante, gimnasio, wi fi, actividades para niños, entre otros tantos servicios.

Sin embargo, semejante paisaje no invita sólo a la contemplación -algo que los más sedentarios podrán hacer sin miedo a cansarse- sino que el dique permite también realizar actividades acuáticas. El resort ofrece la posibilidad de hacer paseos en velero o tomar clases.

Así es como nos embarcamos en Delirante 2, la nave de Paco, uno de los profesores de la escuela de vela que posee un particular y contagioso buen humor -propiamente cordobés- y que junto a Anita, su mujer, nos llevarán por más de una hora a navegar en una travesía tan inolvidable como divertida.

Las actividades que se pueden realizar no terminan aquí. Existe la posibilidad de pescar con mosca, hacer windsurf o remo. Los reacios al agua pueden disfrutar de algunos de los circuitos de trekking, cabalgatas o andar en bicicleta siempre acompañados de este espectacular escenario natural.

Alta Gracia
Ubicado a 36 kilómetros de la capital cordobesa, Alta Gracia posee una estratégica posición que comunica con los diferentes valles de la región y hace de esta pequeña ciudad el lugar perfecto para poder conocer diversos atractivos de la zona. Su valiosa ubicación no es el único mérito que, con diferentes atractivos, logra atraer a los viajeros en las cuatro estaciones.

Su clima seco y su aire puro serían los que atraerían al compositor y músico español, Manuel de Falla, autor de la obra El Amor Brujo que, en 1986, Carlos Saura llevaría al cine. En el chalet Los Espinillos, una coqueta casona que mira a las sierras, se instalaría Manuel en un intento por mitigar las dolencias físicas que lo aquejaban. Aquí vivió desde 1942 hasta su muerte en 1946. Aquí también es donde hoy se alberga el museo que rinde tributo a su vida y sus años en Córdoba.

Alta Gracia también sería el lugar en que se instalaría la familia Guevara De la Serna por consejo médico para poder tratar los problemas de asma de uno de sus hijos, Ernesto. Villa Nydia, nombre que recibe la casona, es desde 2001 el Museo Casa Ernesto Che Guevara que hoy homenajea al líder revolucionario que vivió durante once años en este pueblo.

Sin embargo, el paso de sus célebres habitantes es una propuesta entre las tantas. Su entorno natural de sierras y su río son el escenario ideal para disfrutar cuando las temperaturas comienzan a subir. El ‘primer paredón’, nombre que recibe una de las obras hidráulicas legado del paso de los jesuitas ubicada en el cauce del río, permite la posibilidad de refrescantes baños.

En esta misma dirección, se encuentra el Potrerillo de Larreta, antaño estancia jesuítica, y hoy un complejo que incluye hostería en una elegante casona colonial, además de restaurante, campo de golf y la posibilidad de hacer paseos en helicópteros, una original manera de apreciar las sierras.

La Cumbrecita
En 1934 el alemán, Helmut Cabjolsky, compró 500 hectáreas en Córdoba, era un paraje retirado y perdido en medio del vasto territorio argentino.

Desde Buenos Aires, donde vivía junto a su familia, la travesía para llegar era una expedición llena de dificultades: 700 kilómetros en tren hasta Alta Gracia, otros 30 kilómetros en auto y luego más de tres horas a caballo. Si eso no era el fin del mundo, al menos en esa época, lo parecía.

Aquí, Helmut construyó una casa de veraneo y comenzó a forestar este inhóspito lugar. Hoy ese predio es La Cumbrecita, un pueblo alpino y peatonal sumergido en el Valle de Calamuchita. Cumple a la perfección un escenario de cuento: calles empedradas que trepan el cerro, casas de madera con techo a dos aguas repartidas en un bosque de árboles longevos y como una melodía de fondo, se escucha el ronroneo del río.

El mediodía nos encuentra en Helmut, un restaurante que - con su nombre - honra al fundador del pueblo. Los dueños son de la descendencia de aquel emprendedor bávaro que hoy, con sus platos, rinden tributo a la madre patria de su predecesor. Los recuerdos colman las paredes con fotografías objetos de principio del siglo pasado y afuera el paisaje inunda todos los sentidos. La Cumbrecita es uno de esos sitios que cuando uno visita fantasea con quedarse ahí resguardado del ruido de la ciudad y cobijado por la naturaleza.

Con el turismo como principal fuente de ingreso para sus habitantes, la oferta hotelera y gastronómica es amplia. Así como también las propuestas de actividades que incluyen visitar su cascada, hacer trekking por sus bosques o realizar turismo aventura.  Si viene de visita, una sola advertencia: La Cumbrecita  es una princesa de cuento que enamora hechiceramente a los viajeros. Varios de ellos se quedaron a vivir allí cautivados por su tranquila belleza para siempre.

Villa General Belgrano 
Cuando a principios de la década de 1930, los alemanes Jorge Kappunh y Paul Heintze se instalaron en este valle donde luego recibirían más compatriotas -como los marineros del acorazado Graf Spee- probablemente no imaginaron que la impronta germana que le impusieron al lugar, se mantendría hasta nuestros días convirtiéndose en una pieza clave de su identidad.

Hoy presente en su arquitectura que recuerda a la región de Baviera, en su gastronomía centroeuropea y en su deliciosa pastelería. Aunque son en sus festejos, cuando en  cada año se rinde homenaje a aquella herencia que llegó del otro lado del mapa.

Su Oktoberfest  es por excelencia su festividad más famosa y la que cada año reúne personas de todas partes del país aunque, sin duda, no la única. Al calendario también se suman: la Fiesta de la Masa Vienesa, la Fiesta del Chocolate Alpino, la Feria Navideña y el Carnaval Tirolés. Es que esta villa mediterránea vive todo el año en un alegre festejo.

Por ello, Villa General Belgrano permite ser visitada en cualquier momento del año y cualquier excusa es buena para disfrutar lo que esta villa alpino-cordobesa tiene para ofrecer. Con años llevando a cabo la Fiesta Nacional de la Cerveza, demás está decir que degustar su famoso brebaje es una actividad obligada.

Martin Sandow un brasileño descendiente de alemanes que habla español con un particular acento es el dueño de Mak Bier y quien nos cuenta el proceso de producción de sus cervezas para culminar la visita a su fábrica con una degustación guiada que permite apreciar los diferentes tipos de esta bebida.  Los más golosos encontrarán además en sus prolijas chocolaterías y casas de té, una verdadera perdición.

Información

Dique Los Molinos 
Los Molinos Hotel & Resort
www.losmolinoshotelyresort.com
info@gydhoteles.com

Alta Gracia
Museo Manuel de Falla 
Pellegrini 1011. 03547 429-292
museomanueldefalla@altagracia.gov.ar
Entrada general: $20. 
www.altagracia.gov.ar

Museo Casa Ernesto Che Guevara
Avellaneda 501. 03547 428-579 
museocheguevara@altagracia.gov.ar
Entrada general: $85

Potrerillo de Larreta
potrerillodelarreta.com

La Cumbrecita
Helmut Restaurante
Calle Pública S/N
helmutcumbrecita.com.ar
www.lacumbrecita.gov.ar

Villa Gral. Belgrano
www.villageneralbelgrano.com
Mak Bier. www.makbier.com

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