La situación que vive desde hace meses el pueblo austríaco de Hallstatt está muy lejos de ser la ideal.
Esta villa, inspiración de la ciudad ficticia de Frozen, Arandelle, recibe cada día 10.000 turistas con ganas de hacerse selfies, volar drones y entrar en domicilios privados. Todo un descontrol ante el cual, el alcalde de la villa, se ha visto desbordado, informa La Vanguardia. "Somos una importante pieza de la historia cultural, no un museo. Queremos reducir el número de visitantes a por lo menos un tercio, pero no tenemos forma de pararlos", dice Alexander Scheutz.
La saturación de visitantes es seis veces la que sufre Venecia, paradigma del sobreturismo. Hallstatt ha pasado de recibir alrededor de cien turistas al día a más de un millón al año, según datos de 2019.
El incivismo de los visitantes es el principal problema al que se enfrenta una aldea que, hasta ahora, se calificaba como un pueblo pacífico, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997. En esa zona se encontraron restos arqueológicos en el siglo XX de una población muy desarrollada para la época (Cultura de Hallstatt).
Los residentes tienen que lidiar con visitantes que saquean casas, usan baños sin permiso y pasean por la zona como si de una atracción lúdica se tratara. Tal y como publica el Daily Mail, la mayor parte de los turistas provienen de países asiáticos. Esto se debe a la aparición de Hallstatt en un programa de viajes en la televisión coreana en 2006.
