Hipopresivos: la nueva tendencia en Mendoza

La especialista Salomé Piccini Carpp nos cuenta todo sobre el método que combina salud, postura y actividad física.

Hipopresivos: la nueva tendencia en Mendoza

“Somos más que un sólo músculo. Somos un cuerpo que piensa y que tiene emociones que se reflejan en el tono y la actitud postural”, dice la especialista Salomé Piccini Carpp. Esta frase resume su visión celebratoria en torno a la evolución del ejercicio físico.

Piccini Carpp es profesora de Educación Física e instructora de Yoga y Pilates y, desde hace unos años, incluye en sus clases una nueva técnica que apunta al bienestar de la salud: el método Hipopresivo.

El origen de estos ejercicios posturales se remonta al año 2006, cuando el doctor Marcel Caufriez (Bélgica) creó el método junto a todas sus variantes y aplicaciones. En su web (metodohipopresivo.com) destaca que se pueden impartir de acuerdo a tres enfoques: de manera "terapéutica" (a cargo de profesionales de la salud especializados en la temática), la alternativa "fitness" (impartida por profesores de Educación Física) y la opción que trata a deportistas de alto rendimiento: "deporte de alto nivel".

Pero específicamente, ¿de qué trata esta nueva tendencia? “Son ejercicios posturales y sistémicos que generan una disminución de presión en la cavidad torácica, abdominal y pélvica”, cuenta Piccini Carpp y además comenta que ella los imparte en la clase de Pilates, mientras los combina con ejercicios propios de esa disciplina.

-¿A que te referís con "evolución del ejercicio físico"?

- Anteriormente, los entrenamientos eran más físicos y analíticos. Salvo que la persona hiciera un deporte específico (que trabajara todo el cuerpo), lo más probable es que realizara un ejercicio puntual para determinado músculo.

Con el paso del tiempo ese modelo de actividad fue cambiando y nos dimos cuenta de que somos seres integrales. En este contexto, la aplicación del método Hipopresivo, durante la actividad física, disminuye la presión y genera más salud a la práctica.

- ¿Cómo terminaste en el mundo de los hipopresivos?

- En lo que respecta a mi formación, siempre sentí interés por el método Pilates y el Yoga, que además de requerir un trabajo físico conlleva algo espiritual. Por eso acudí a charlas y conferencias para perfeccionarme y fue en uno de esos cursos que conocí esta técnica.

- ¿Es común que se lo confunda con el Pilates?

-Más que confundirse, la gente le huye al Hipopresivo por que genera dolor. Por eso, en lugar de hacer una clase exclusivamente de esta técnica, la aplico a las que ya doy.

- ¿De qué modo?

- En Pilates, mi función es estar atenta a las alineaciones de las posturas. A partir de allí corrijo lo que no se está haciendo de manera correcta, presto atención a que el alumno esté autoelongado y a que gestione la menor presión posible en la pelvis, en el abdomen y en la espalda. La clase nunca supera los 30 o 45 minutos.

- ¿Cómo se empieza a trabajar con los hipopresivos?

- Es una práctica que se comienza de forma personal, con un profesor que te está guiando para que logres una buena postura. Con el paso del tiempo se puede hacer una clase más grupal pero, como en todos los casos, mientras más personas son, más difícil será lograr los objetivos.

- ¿Hay distintos niveles de exigencia?

- Sí, porque si sos una persona con una patología más importante tenés que ir con un terapeuta o un kinesiólogo.

- ¿Cómo se caracterizan?

- Son ordenados, secuenciales, rítmicos y además posibilitan la integración y la memorización de los mensajes sensoriales asociados a una postura o movimiento particular.

Existen dos tipos de hipopresivos: estáticos y dinámicos. En el primer caso, uno hace el ejercicio postural acompañado de una apnea respiratoria (ejercicio físico de respiración); mientras que en la parte dinámica se repite la apnea y el control de la postura, pero esta vez con un movimiento determinado.

- ¿Es un ejercicio que lo puede realizar cualquier persona?

- No. Está contraindicado para personas con hipertensión, con hernias umbilicales y embarazadas.

- ¿Existen mitos alrededor de esta práctica?

- Entre los más divulgados encontramos que soluciona el dolor de espalda y que corrige problemas de columna vertebral. Falso. Los hipopresivos no van a solucionar ni curar ninguna patología que la persona tenga, pero sí la va a disminuir. En el segundo caso, es un error decirlo de ese modo, lo ideal -y correcto- es decir que el hipopresivo mejora tu postura.

- ¿Qué otros beneficios aporta?

- La práctica regular de los hipopresivos va a provocar a corto, mediano y largo plazo efectos positivos en la salud a nivel postural, respiratorio, vascular, sexual y metabólicos.

Los más importantes son que reduce la cintura, aumenta la capacidad respiratoria, previene hernias e incontinencia urinaria, mejora el rendimiento deportivo y sexual, y tonifica la faja abdominal y el suelo pélvico.

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