El mendocino Ignacio Gili ganó la tercera etapa de la Titan Desert 2018, que se corre en Marruecos, tras completar los 122 km del recorrido (el más extenso de la presente edicción) en 4h44'19".
Con este triunfo en la etapa reina (Alnif-Rissani), el representante argentino de mountain bike en 2000, además logró una doble marca. Porque en primer lugar el ‘Chueco’ se convirtitó en el primer biker albicelete en lograr un parcial de la carrera en el afamado desierto Marroqui, mientras que en segundo lugar llevó a una Fat Bike (bici de llantas gordas) a la victoria inaugural en la prueba considerada el Dakar del MTB.
El triunfo del alvearense fue en binomio con el catalán Josep Betalú, quien se mantiene el frente de la Clasificación General.
Se la jugaron desde lejísimos, alrededor del kilómetro 68, tras el primer paso por dunas de la edición, con un ataque iniciado poco después de superar el ecuador del recorrido. Tramo a tramo, la pareja se fue consolidando, con los dos sucediéndose de buena gana en los relevos, formando una asociación en armonía que alcanzó su máximo esplendor en la meta.
Ignacio Gili: "Soñaba con esto hace tres años"
Las palabras de Ignacio Gili fueron de emoción y de cansancio y dejó en claro que nunca se dio por vencido: "El primer día tuve muy malos sentimientos, pero el segundo me fui sintiendo muy bien y hoy... indescriptible. Soñaba con una etapa de estas desde hace ya tres años. Gracias a Dios se pudo dar".
Con este triunfo el "Chueco" sigue haciendo historia en el ciclismo argentino: "Nunca había ganado aquí, sólo había conseguido dos segundos puestos el año pasado. Hay que hacer historia siempre, así me lo enseñó mi familia. Hice historia en Argentina, en vueltas importantes de ruta y de mountain bike, también siendo olímpico en el 2000, donde coincidí con Evans. Estoy muy contento también por el líder, que cumplió su palabra: yo tiré con todo lo que tenía, no tenía más, y él me llevó a meta, llegamos juntos, de la mano. Para mí es un honor estar al lado de Betalú. Este premio se lo dedico a mi hijo y a mi familia, que tanto la quiero".
"Cuando faltaban 60 kilómetros, ninguno de los dos creíamos que íbamos a llegar. Luego ampliamos la brecha y estoy muy contento de llegar con él hasta aquí. En los últimos 6-7 kilómetros me dijo que me dejaría al victoria. Antes me lo había dicho, pero no pensábamos que fuéramos a llegar", cerró emocionado.
