El dólar cerró este jueves a $42,88, lejos de los $46,90 a los que llegó a cotizar en abril. Las razones de la baja responden a las altas tasas y a un contexto político más calmo.
El Banco Central disminuyó el porcentaje que se paga por rendimientos, pero sigue siendo muy alto: 60%. A esto se le suma una política monetaria contractiva, lo que provoca que la plaza se "seque de pesos" y baje la demanda de dólares.
A su vez, las posibilidades de que el presidente sea reelecto, o que la próxima gestión continúe con el pago de obligaciones asumidas, calmó el mercado y le otorgó cierta estabilidad.